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Cassirer- ANTROPOLOGÍA FILOSOFICA

Enviado por   •  24 de Julio de 2020  •  Apuntes  •  7.765 Palabras (32 Páginas)  •  372 Visitas

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Cassirer- ANTROPOLOGÍA FILOSOFICA, II una clave de la naturaleza del hombre: el símbolo.

En su obra, Cassirer cita a Uexküll, quien para dar un marco teórico a esta pregunta filosófica, afirma que la realidad es última y que depende de si misma. Es imposible además que sea explicada de manera física o química. Y mucho menos probable que existiese una univoca que rija de igual manera para todos los seres vivientes. Por el contrario, sostiene que cada organismo vivo posee su propia realidad, diversificando así los esquemas y patrones cuantitativamente a cuantos organismos haya. Para desenvolverse en esta realidad, en la que se haya adaptado y coordinado con su ambiente, cada organismo posee un “sistema efector” y un “sistema receptor”. Sin estos dos sistemas en equilibrio no se podría vivir. En el caso del Hombre, además se incorpora una marca distintiva a los demás seres, que lo lleva a alcanzar una nueva forma de  realidad. Así, se destaca el “sistema simbólico” característico de la especie, que lo lleva a escapar, según Rosseau del orden natural, quedando atrapado en sus propias condiciones de vida, debiendo adaptarse para vivir en un universo simbólico. De esta manera, crea a través del símbolo su propio mundo, construyéndose consecuentemente a si mismo.

Cassirer afirma que el hombre es un animal simbólico, dando un paso mas en la búsqueda de la respuesta acerca del hombre. Para comenzar, lo separa de los demás seres vivientes al entenderlo como racional, es decir dotado de razón según la teoría iluminista. En ella, el lenguaje es entendido e identificado con la razón. Sin embargo, se toma la parte por el todo, ya que el lenguaje es una construcción conceptual, que no alcanza a abarcar todos los tipos de lenguaje como el lógico, el científico o el de la imaginación. Considera que la racionalidad es un rasgo inherente a todas las actividades humanas. Incluso que la razón es un término inadecuado para abarcar las formas de vida cultural humana en toda su plenitud y diversidad, ya que todas estas son formas simbólicas. Por ende, no entiende al hombre como animal racional, sino animal simbólico.

El autor desarrolla el concepto de cultura considerando los conceptos de innovación y tradición. Estos, son opuestos, siendo el primero de orden dinámico mientras el segundo de orden estático. El Hombre por si mismo, como animal simbólico, conversa constantemente consigo mismo. Desarrolla su conciencia social identificándose, aferrándose de lo propio y discriminando lo ajeno, en su afán de reconocerse. Esta dialéctica en el mundo del Hombre crea un mundo de cultura, entendida como un todo orgánico, como un sistema funcional,  que requiere multiplicidad y multiformidad para que pueda desarrollarse la convivencia de los opuestos.

De esta manera se desarrolla un equilibrio dinámico y no estático, ya que es el resultado de tensiones entre fuerzas opuestas.

La cultura entonces modela la vida de los hombres, a la vez que este tiene el poder y la participación activa para transformarla.  Esta actividad se realiza a través de la adquisición del lenguaje, siendo este el poder conservador mas firme de la cultura, ya que necesita de estabilidad y persistencia para el reconocimiento de los símbolos y las formas que lo constituyen.  Sin embargo, esta operación implica siempre una actitud activa y productiva. Percibimos entonces la presencia de dos tenciones, una que lleva a la renovación y otra al rejuvenecimiento del lenguaje, encontrándose en un perfecto equilibrio para coexistir. La vinculación de las mismas será indispensable como unidad propia de reconocimiento y búsqueda, dependiendo de cada uno entonces orientar su propia brújula, recogiendo experiencias a medida que humanizamos  el mundo. En  conclusión, la cultura humana en todo su conjunto puede ser descrita como el proceso de la progresiva autoliberación del hombre, siendo el arte, la religión, la ciencia y el lenguaje, constituyen las varias fases de este proceso. El hombre, en definitiva descubre y prueba el poder de edificar su propia realidad.

La  tensión entre tradición e innovación según Cassirer, en el caso del Arte, se desarrolla, al ser un lenguaje codificado, en el conflicto de la imitación y la inspiración. La primera afirma que la obra de arte debe ser juzgada de acuerdo con reglas fijas y constantes o de acuerdo con modelos clásicos, es decir tradicionalista. La segunda rechaza todas las pautas o cánones de belleza. Puede entonces desarrollarse la tensión entre estabilización y evolución, entre formas fijas y rígidas en contraposición a dinámicas, entre fuerzas reproductoras y fuerzas creadoras.  

Kosik, “Praxis”

Karel Kosik plantea la pregunta central de la filosofía marxista al referirse a ¿qué es el hombre? ¿qué es la realidad humano – social y como es esta creada? Para responder, introduce el concepto de praxis. Dado que el hombre cuestiona su racionalidad siendo especialmente activo, concibe la practica no solo como correlato del conocimiento sino  también como el poder y arte de manipular el material humano y de las cosas. Praxis supera la noción de la teoría y de la practica. Respecto de la practica la teoría se reduce meramente a si misma mientras que la practica se alza como reivindicación de la primera. Implica así una transformación de la realidad. Por eso se dice que  su esencia se revela a la vez que se oculta como forma característica. La praxis se funde con el hombre y lo determina, no actua desde el exterior

Del mismo modo que Cassirer avanza en la profundización del estudio del hombre afirmando que no es ya un ser racional sino que avanza al plano simbólico, dado que la razón es un término verdaderamente inadecuado para abarcar las formas de la vida humana en toda su riqueza y diversidad. La racionalidades entonces un rasgo inherente a todas las actividades humanas. Siendo el lenguaje el sostén o fuente de la razón, aunque se deja ver que esta definición no alcanza a cubrir todo el campo entendiéndose una parte por el todo.

Podría entonces afirmarse que para Kosik ni desde la practica ni desde la teoría puede abordarse la praxis humana como tampoco puede entenderse toda la riqueza y diversidad humana desde una construcción simbólica de la parte por el todo como afirma Cassirer.

Nelly Schnaith, “Los códigos de la percepción, del saber y de la representación en una cultura visual”

 Nelly Schnaith en su ensayo abre un panorama acerca de la percepción y la representación visual respecto de la evolución de ver del hombre. Su tesis a desarrollar se concentra en explicar los tres planos de significación relevantes en una cultura visual, el perceptivo, el representativo y el cognitivo. Para ello establece los conceptos de código y convención. Primero, el código es entendido como conjunto de reglas que rigen diferentes comportamientos culturales, para justificar la necesidad de esas reglas tanto en un marco institucionalizado por cada cultura y también en la configuración del sujeto y objeto social. En tanto que la convención hace referencia a la tradición cultural como marco de referencia implícito dentro del cual se da la transformación de sus propios códigos y reconocimiento de la especificidad de cada uno.

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