LA DROGADICCIÓN

La drogadicción no se debe a una causa específica sino a la suma de varios factores que hacen que la persona consuma drogas para olvidar  los problemas y las limitaciones, una forma de huir de la realidad que proporciona un alivio temporal. El adicto pierde lo mejor de sí mismo:  el autocontrol y la fuerza de voluntad, toda su energía se canaliza a la obtención de la sustancia, de la que es dependiente, cualquier otro interés pasa a un segundo plano. Esto acarrea graves problemas físicos y psíquicos, además de los que se agregan por el consumo en condiciones poco seguras.

El proceso de drogadicción conduce a la paralización de la maduración mental del individuo. El adicto se vuelve apático, desinteresado, ansioso, pierde el estímulo por los logros personales y profesionales, se aísla, desprecia los vínculos familiares y amistosos y se encierra en círculos marginales en donde le resulta fácil conseguir la droga. Se vuelve esclavo de la sustancia (droga) destruyendo su entorno y así mismo.

¿Pero, como luchamos en contra del consumo de drogas?

Valorando la vida y al ser humano.

Respetando los derechos humanos sin emitir juicios de valor.

Asesorando (en la medida de nuestras posibilidades) a personas que sufran una adicción.

Reconociendo que todos tenemos sentimientos positivos y negativos, y que existen alternativas saludables para canalizarlos y conducirlos de forma productiva.

Aceptando nuestras limitaciones sin que estas perjudiquen nuestras posibilidades.

Previniendo, ser concientizadores, el consumo de drogas trae graves consecuencias para la vida.

Comprometiéndonos con la salud y la construcción de proyectos de vida.

Fomentando la sensibilidad social, el adicto es una persona que está enferma y por la tanto necesita de contención y de un tratamiento adecuado.

Favoreciendo la reinserción en la sociedad de personas que hallan padecido una adicción (todos nos equivocamos)

La droga nos impide desarrollar nuestras potencialidades, actuar como agentes sociales, expresar nuestras opiniones y pertenecer a un grupo y espacio saludable. Por todo eso DECILE NO A LAS DROGAS