CONCEPCIÓN O ELECCIÓN DEL DISEÑO DE INVESTIGACIÓN.

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experimento.

Sin embargo para tener un buen control no basta con tener uno o dos grupos experimentales y luego medir sus variables, no, se debe lograr una equivalencia entre los grupos que participan en un experimento, deben de ser similares en todo, menos en la o las variables independientes.

Lograr una equivalencia inicial en los grupos es una tarea muy importante y necesaria; es hacer que los grupos sean similares en todo antes de iniciar el experimento. Así lo concreta Sampieri et al. (2006) cuando dice:

La equivalencia inicial no se refiere a equivalencias entre individuos, porque las personas tenemos por naturaleza diferencias individuales; sino a la equivalencia entre grupos. Si tenemos dos grupos en un experimento, es indudable que habrá, por ejemplo, personas muy inteligentes en un grupo, pero también debe haberlas en el otro grupo. Si en un grupo hay mujeres, en el otro debe haberlas en la misma proporción. Y así con todas las variables que lleguen a afectar a la o las variables dependientes, además de la variable independiente. (pág. 216)

Para lograr esta equivalencia inicial, se cuentan con distintos procesos de asignación como lo son:

- La asignación al azar: también conocida como asignación aleatoria, tiene como propósito dar al investigador la seguridad de que variables extrañas, conocidas o desconocidas, no afectarán de manera sistemática los resultados del estudio ayudando así a hacer grupos equivalentes de participantes.

Una forma de hacerlo sería por ejemplo: Echar papeles con los nombres de los participantes en una bolsa, el investigador más uno de sus ayudantes van sacando intercaladamente un papel de la bolsa y nombrando el participante que entrara a su grupo, así sucesivamente hasta terminar con los papeles en la bolsa.

La otra forma es seleccionar una moneda y que cada sujeto la tire hacia arriba mirando al momento de caer si cae cara o sello; si cae sello, inmediatamente se convierte en miembro del grupo correspondiente a sello, igual con los participantes a los cuales al tirar la moneda de cayo en cara.

- Emparejamiento o técnica de apareo: Consiste en igual los grupos en relación con alguna variable específica que puede influenciar en modo decisivo en la variable dependiente. Por ejemplo:

La variable específica para los grupos será la inteligencia (en este ejemplo contamos con 16 sujetos) por lo cual se realiza una prueba de coeficiente intelectual a todos los participantes. Luego de tener los puntajes de cada participante en orden del mayor puntaje al menor, se empiezan a agrupar de la siguiente manera el 1 puntaje con el 3, el 2 con el 4 y así sucesivamente hasta que la suma porcentual del coeficiente intelectual en ambos grupos sea la misma.

Tipos de Diseños experimentales.

A continuación se presentan los diseños experimentales más comúnmente citados en la literatura respectiva. Para ella nos basaremos en la tipología de Campbell y Staoley (1966), quienes dividen los diseños experimentales en tres clases: pre-experimentos, experimentos "puros" y cuasi-experimentos.

Los pre-experimentos son estudios donde su control es mínimo, consiste en administrar un estímulo o tratamiento a un grupo y después aplicar una medición de una o más variables para observar cual es el nivel del grupo en estas variables. Generalmente es útil como un acercamiento al problema de investigación en la realidad, pero como ya se mencionó su control es mínimo lo que produce conclusiones inseguras y no recomiendan utilizar en investigaciones a gran escala.

Los experimentos puros son “aquellos que reúnen los dos requisitos para lograr el control y la validez interna:1) grupos de comparación (manipulación de la variable independiente o de varias independientes) y 2) equivalencia de los grupos.” (Sampieri et al. 2006). Es decir, estos grupos pueden utilizar pruebas y post-pruebas para analizar la evolución de los grupos antes y después del tratamiento experimental.

Los cuasi-experimentos son experimentos múltiples donde no hay selección al azar, ni emparejamiento, los grupos están formados antes del experimento. Este tipo de experimentos nos permiten hacer varias observaciones o mediciones sobre una o más variables, recomendado para investigaciones a mediano y largo plazo.

La validez en los experimentos:

Para que un experimento sea confiable, debe tener dos tipos de validez, la validez interna y la validez externa.

La validez interna se conoce como la confianza que posee el investigador en obtener resultados.

La validez externa se conoce como la posibilidad de generalizar los resultados de un experimento a situaciones experimentales, así como a otras personas y poblaciones. Responde a la pregunta ¿Lo que encontré en el experimento a qué tipo de personas, grupos, contextos y situaciones se aplica?

Abordando ahora los contextos en los que se pueden realizar los experimentos encontramos dos tipos:

Experimentos de laboratorio: definidos como un “experimento en el que el efecto de todas o casi todas las variables independientes influyentes no concernientes al problema de investigación se mantiene reducido lo más posible”. (Sampieri et al. 2006). Es decir son situaciones controladas artificialmente donde se trata de que los participante no interactúen con factores distractores durante su experimento, un ejemplo de esto es adecuar un cuarto cerrado donde los sujetos no tengan contactos ni auditivos, ni visuales con el exterior y se concentren solamente en la actividad que realicen.

Los experimentos de campo se definen como un “experimento en una situación real o natural en la que el investigador manipula una o más variables”. (Sampieri et al. 2006). En este caso los sujetos de investigación son puestos a prueba en un contexto real en el que pueden interactuar con los objetos de su entorno, esta clase de experimento nos permiten tener una mejor validez externa ya que el investigador puede observar y anotar las variables que puedan interferir en su estudio y así tomar control sobre estas.

REFERENCIAS

Sampieri, H, R. Collado, F, C. y Lucio, B, P. (2006) Metodologías de la investigación. Cuarta Edición, pp. 257-234.