Caracterización de la institución
Enviado por tolero • 12 de Enero de 2019 • 9.919 Palabras (40 Páginas) • 384 Visitas
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En cuanto a la relación con el docente, se observó que los estudiantes tienen un buen trato hacia él y el mismo hacia los estudiantes, les habla con respeto y le habla siempre con palabras alentadoras. A su vez en sus clases por diferentes situaciones, se toma un momento para dialogar con los estudiantes, para aconsejarlos, es decir, que les siembra una educación emocional y competencias básicas para la vida, a través de estrategias específicamente destinadas a ello (actividades, modalidades de actuación, trabajo colaborativo, etc.).
Según Dewey, "El diálogo no agota la experiencia cuando esta se hace común, ni aquel cesa entonces, sino que la comunicación es dialéctica y reconstruye la experiencia, es decir, la inquieta, la motiva a renovarse. Por ello, el maestro debe obrar de tal manera que aumente el significado de la experiencia presente".
El espacio del aula no es adecuado para el número de educandos que la componen, no cubre además las necesidades que pueden surgir a lo largo del desarrollo de las actividades. Cuenta con pupitres para cada uno de los estudiante, al fondo con una biblioteca áulica donde están algunos libros de lectura y libros de consulta (diccionario, enciclopedia y atlas) con la función de solucionar las dudas que vayan surgiendo durante alguna actividad, al lado esta un armario (sin uso), al frente está ubicado un pizarrón, a la derecha esta otro armario con algunos materiales didácticos y el escritorio del docente.
Se puede visualizar que no es un aula alfabetizada ya que alrededor de la misma no cuenta con carteles informáticos por ejemplo, (portadores numéricos, letras, lista de palabras, textos, ilustraciones, trabajo y/o producciones realizadas por los alumnos, etc.).
Objetivo general
- Desarrollar una propuesta programática que contribuya a optimizar el rendimiento escolar, específicamente en la lecto-escritura, basada el enfoque equilibrado.
Marco teórico
En la actualidad, leer y escribir es una prioridad de la educación básica. Constituye la base del aprendizaje permanente porque brinda a los alumnos las habilidades necesarias para la búsqueda, el manejo, la reflexión y el uso de la información que les permite adquirir y construir sus propios conocimientos, y llevarlos a la práctica en su vida cotidiana.
A partir de lo observado en mis prácticas decidí adoptar el tema LECTURA Y PRODUCCIÓN ESCRITA, porque pude visualizar dificultad continua de lecto-escritura en los estudiantes en las diferentes disciplinas desarrolladas. Donde se refleja que no se abordó en profundidad el tema de la alfabetización en primer ciclo y en donde no se tuvo en cuenta el contexto en donde esta inserto el niño ya que es un ser social: desde que nace se relaciona con el medio que lo rodea, utilizando diferentes formas de expresión, tales como el llanto, el balbuceo, los gestos, las palabras; formas que lo llevan a comunicarse inicialmente con ese ser más cercano: la madre; a su vez, ella con sus arrullos, caricias, cantos, juegos, va creando un vínculo especial de comunicación que les permite entenderse y fortalecer los lazos afectivos.
Esto nos lleva a afirmar que el niño aprende porque establece relaciones y encuentra elementos de comprensión y vínculos afectivos con el mundo que lo rodea. Por lo tanto, no hay que desconocer que esta forma natural de aprendizaje tiene un valor muy importante para el niño, puesto que lo ha llevado a relacionarse con el mundo y a satisfacer sus necesidades de una manera placentera, agradable, lúdica y llena de afecto.
Como vemos, el proceso inicia desde que el niño nace, pero al llegar al colegio cambian las reglas de juego y, por lo general, el niño debe enfrentarse a situaciones y/o actividades que en su mayoría son ejercicios mecánicos, extensas planas o lecturas impuestas.
Por lo que los aprendizajes no pueden ser ajenos ni aislados de la realidad del niño. Debemos darle la oportunidad de "escuchar”, conocer sus intereses, necesidades, sentimientos e inquietudes, esto es lo que hace que el aprendizaje tenga sentido y significado para ellos.
Una percepción fundamental que se desarrolla en los primeros años de los niños, a través de la instrucción, es el principio alfabético, la comprensión de que hay una relación sistemática entre letras y sonidos (Adams, 1990). Las investigaciones de Luxon y Leven, 1975, indican que las formas de letras se aprenden distinguiendo una de la otra por su tipo de características espaciales. Los maestros, normalmente, harán que los chicos comparen formas de letra, ayudándoles a diferenciar una cantidad de letras visualmente. Los libros y los juegos de alfabetos en los cuales los chicos pueden ver y comparar letras, pueden ser una clave que lleve a un aprendizaje fácil y eficiente.
Al mismo tiempo, los niños aprenden acerca de los sonidos del lenguaje, a través de su exposición a juegos de conciencia lingüística, rimas infantiles y actividades rítmicas.
Algunas investigaciones sugieren que las raíces de la conciencia fonémica, un poderoso productor del éxito posterior en la lectura, se encuentran en las rimas tradicionales, el salteado y los juegos de palabras (Bryant, Mac, Lean, Bradely & Crossland, 1990).
En un estudio, por ejemplo (McLeen, Bryant & Bradley, 1987), los investigadores encontraron que el conocimiento de rimas infantiles en los niños de 3 años se relaciona específicamente con su más abstracto conocimiento fonológico más adelante. Comprometer a los chicos en lectura coral de rimas y de ritmos les permite asociar los símbolos con los sonidos que oyen en estas palabras.
Aunque se ha demostrado que la facilidad de los niños en conciencia fonética está fuertemente relacionada con sus logros posteriores en la lectura, el rol preciso que juega en estos primeros años no está completamente comprendido. La conciencia fonética se refiere a la comprensión y al conocimiento consciente de que el habla está compuesta de unidades identificables como palabra hablada, sílabas y sonidos. Estudios de entrenamiento han demostrado que la conciencia fonética puede ser enseñada a los chicos de sólo 5 años (Bradley & Bryant, 1983; Bryne & Fielding-Barnsley, 1991; Cunningham, 1990; Lundberg, Frost & Petersen, 1988). Estos estudios usaron baldosas o cajas y juegos lingüísticos para enganchar a los chicos en una explícita manipulación de segmentos de habla al nivel de fonema. Sin embargo, cabe dudar si este entrenamiento es apropiado para los niños más chicos. Otros estudiosos encuentran que los niños se benefician más por este entrenamiento sólo
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