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EL TIEMPO Y LA EVOLUCIÓN

Enviado por   •  31 de Marzo de 2018  •  1.322 Palabras (6 Páginas)  •  278 Visitas

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la muerte, existen métodos o antibióticos para todas las enfermedades, e incluso trasplantes de órganos para diferentes necesidades o enfermedades de cada ser humano.

En relación con lo anterior se puede destacar el “primer trasplante de corazón que fue en 1969 y lo hizo un médico de Sudáfrica, Christian Barnard. Allí se compró que era posible reemplazar un corazón enfermo, sin que esto implicara transferir sentimientos ni comportamientos del donante, hoy es posible trasplantar hígados, riñones, pulmones, corneas, venas del cerebro, la médula, entre otros.

El doctor Alberto Villegas hizo el primer trasplante de corazón en Colombia 18 años después de Barnard. “

Es de afirmar que esto no es malo y que incluso beneficia a una cantidad de personas que lo necesita por tantas enfermedades hereditarias que se están presentando sin distinción de clase, raza o edad. Lo que no cabe afirmar es que una persona después de muerta la regresen a la vida por un simple hecho o deseo de experimentación. Esto no tiene sentido, no tiene valores humanos, ¡se tiene que tener responsabilidad con lo que hacemos! Se debe de pensar en los demás, quizás esa persona fallecida estaba sufriendo con una enfermedad, con un problema o estuviera pasando por una circunstancia difícil. No podemos ser egoístas y pensar solo en nuestra conveniencia o en un solo impulso humano; como lo estaba haciendo frankenstein con el monstruo que creo, sin una identidad, sin un nombre, sin un reconocimiento, algunos pensadores dicen que “algo que no puede ser nombrado no existe”. Entonces la pregunta que surge al respecto es: ¿qué fue lo que creo frankenstein tan aterrorizador que la humanidad lo identifico como monstruo? Además, si partimos desde un principio, este monstruo quería identificarse con alguien similar a él o que fuera su réplica, y se lo solicita a su creador (frankenstein). Si esta obra pudiera identificarse como una ayuda protectora hacia la humanidad, le hubiese concedido el deseo del monstruo, pero vemos que no fue así, pues lo único que quiso su creador fue complacer sus necesidades y deseos de experimentación.

Por otro lado, podemos decir que, aunque el monstruo tenga cuerpo, en el sentido de una materialidad física tangible o sensible (el monstruo se quema, tiene hambre o frío) no puede alcanzar la encarnación, no tiene un cuerpo vivido que sea el fundamento de su ser en el mundo. El monstruo no puede hacerse cargo de su cuerpo, sino que vive a expensas de su relación con Frankenstein. Él no puede reconocerse, porque el conocimiento es cultural y no posee una cultura de referencia, aun cuando podamos encontrar cierta socialización durante el tiempo que pasa escondido en el cobertizo de la familia De Lacey.

Finalmente, se puede deducir que el hombre ha crecido tanto en conocimiento científico, que desconoce totalmente, quien fue quien verdaderamente le dio la ciencia al hombre. Pueden haber muchas filosofías sobre todo lo que existe, todo lo que han experimentado de igual manera no es en vano porque esto ya estaba escrito hace millones de años “que la ciencia aumentaría” y al aumentarse la ciencia se aumenta el dolor y la desesperación por el hombre querer ser más cada día. No hay un conformismo, siempre se quiere llegar a ser mejor. Con lo cual no quiero decir que la ciencia sea algo malo, al contrario un gran número de experimentos y descubrimientos científicos han beneficiado y siguen beneficiando a una buena parte de la humanidad, pero no se puede olvidar que, la ciencia requiere de una consciencia científica muy bien estructurada y basada en código ético universal que respete y favorezca los principios filosóficos, éticos y morales de todos los pueblos, siempre con miras a favorecer y mejorar el futuro de las generaciones venideras.

BIBLIOGRAFIA:

SHELLEY, M.W.,Frankenstein o el moderno Prometeo.Madrid:alianza,1981,p.69.

Rolrty,R.,La filosofía y el espejo de la naturaleza.Madrid:Catedra,1979.p.64

Olga Preciado.

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