El Bonito Ensayo sobre la ceguera.

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Saramago, en la obra, plantea un personaje que tiene el poder sobre los otros porque en un mundo de ciegos puede ver, y busca mostrar que cuando tienes el poder lo debes usar para ayudar, para hacer de lo que tienes a tu alcance algo mejor, y no como lo que normalmente hacen los que tienen el poder, que es aprovecharse de las desventajas de los demás.

Algo que resalta bastante durante todo el libro es la ausencia de nombres, haciendo mención que al final todas las personas somos iguales y que son pocas las cosas que nos identifican en una situación, excepto el como respondemos ante ellas.

Los que realmente están ciegos son los gobernantes que no supieron, pudieron y ni tan siquiera quisieron solucionar el problema social. Parece que cada vez hay más ceguera, menos visión y se toman mas soluciones con impacto en el corto plazo tratando con ello de salir adelante en el día a día pero que no tienen en cuenta las repercusiones de estas acciones en el medio y largo plazo.

Algo que se debe saber antes de tomar este libro en las manos es que la forma de escribir de Saramago es bastante peculiar, para bien o para mal es algo que decide cada lector. El estilo de escribir de Saramago es diferente, el usa solo comas y puntos para separar las oraciones que usa. En otras palabras no hay guiones literarios, ni interrogaciones. Los diálogos son largos y a veces se tornan confusos.

Para cada persona la forma en que esta escrito el libro puede tener consecuencias diferentes, unos se verán tan confundidos que abandonaran el libro, otros dirán que esta bien usado. Lo que si se puede decir es que Saramago logra hacernos sentir un poco ciegos, al igual que sus personajes, ya que en algunos momentos no sabremos si el que habla es el niño, el medico o el primer ciego.