El agua que cura todo, adaptación a obra de teatro

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Justo antes de marcharse, el príncipe oyó una voz tierna que venía del interior de la cueva

Princesa: ¡Ayudaaaa!

Narrador: Era la voz de una muchacha hermosa, con cabellos risos y rubios que llegaban hasta el suelo.

Príncipe 3: ¿Quién eres? (preguntó)

Princesa: Soy una princesa y he quedado atrapada en esta cueva. Por favor, sálvame.

Príncipe 3: Princesa, ¡No hay tiempo! El oso que cuida la cueva está a punto de terminar el pan que le di, escóndete y volveré a buscarte muy pronto lo prometo (le besa la mano tiernamente y se marcha rápidamente)

Narrador: Una vez en el bosque, el príncipe se encontró otra vez con el duende.

Príncipe 3: Amigo duende, gracias por toda tu ayuda, pude llegar a la cueva y sacar el agua para ayudar a mi papá (dijo el príncipe con felicidad) – ahora mi padre podrá tomar esta agua y curarse para siempre.

Duende: Me alegro que así sea, amigo

Príncipe 3: me preocupan mis hermanos. Quiero que vuelvan a casa conmigo para celebrar la buena noticia.

Duende: No te preocupes. Tus hermanos han recibido un castigo justo, pero cuando llegues al palacio los encontrarás junto a tu padre.

Narrador: El príncipe muy feliz por la amabilidad del duende, siguió su camino hacia el castillo y el rey por fin pudo tomar el agua de la vida. Rápidamente, el Padre quedó recuperado. Estaba tan alegre que se puso a cantar y a dar saltos en su cama. Por la noche, la familia de reyes hizo una gran fiesta para celebrar que el rey se sanó. Sin embargo, el menor de los tres príncipes no estaba tan feliz.

Rey: ¿Qué pasa hijo?, veo que estás algo triste

Príncipe 3: Cuando fui a buscar el agua para usted, en la cueva había una bella princesa que estaba atrapada porque en la entrada de la cueva se encontraba un oso feroz con grandes colmillos, ¡era tan bonita! (suspiró) y prometí ir a buscarla porque quiero casarme con ella.

Narrador: Entonces, sus dos hermanos sintieron envidia por su hermano chico

Príncipe 1: (alejándose junto al príncipe dos a otra parte del salón) Mi hermano tiene mucha suerte, ¿Será esa princesa tan bella como él dice?

Príncipe 2: Deberíamos ir a buscarla, porque nosotros somos los hermanos mayores y por esto nosotros tenemos que casarnos primero ¿cierto?

Príncipe 1: tienes razón vamos a rescatarla y que ella se quede con alguno de nosotros dos, él que ella elija

Narrador: en la noche cuando estaba muy oscuro, los dos príncipes salieron muy rápido con sus caballos hacia la cueva encantada, pero se olvidaron del horrible oso que cuidaba la entrada de la cueva

Príncipe 1: Shh! Silencio entremos a la cueva

Príncipe 2: ¡Cuidado! ¡Mira un gran oso viene a atacarnos!

Oso: ARRRRGG! (ruge furioso, corriendo hacia ellos)

Príncipe 1: ¡CORREEEE! (grita asustado)

(Se van)

Narrador: Al pasar el tiempo, llegó el más pequeño y valiente de los príncipes. Como sabía que al oso le gustaba el pan, pintó una pequeña piedra de color blanco, la amarró a su caballo con una larga cuerda y luego la lanzó hacia el oso.

El oso no pudo aguantarse el hambre y salió corriendo en busca del supuesto pan, pero el caballo del príncipe se puso a correr con la piedra amarrada a su cuerpo, mientras el oso la perseguía como un tonto. Cuando por fin quedó libre la entrada de la cueva, el joven entró rápidamente.

Príncipe 3: ¡Princesa, princesa! He venido a buscarte como lo prometí, vamos corre y alejémonos de esta cueva para siempre. (Dijo animado)

Princesa: ¡oh mi príncipe! (lo abraza con ternura y alegría)

Narrador: La princesa y el príncipe regresan al castillo donde todos los reciben con alegría

Rey: Que valiente eres hijo mío, ahora haremos una gran fiesta, y ustedes podrán casarse

Narrador: En poco tiempo, los jóvenes se casaron y se cuenta que fueron muy felices por el resto de sus vidas