LA ADICCIÓN AL FUTBOL

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En el partido de la Selección Mexicana, me senté en una zona del estadio donde predominaba la población joven (entre 14 y 15 años); antes del arranque del encuentro vi que el grupo de adolescentes junto a mí ordenaba un vaso de cerveza para cada uno. Seguí mirándolos y noté que uno de ellos no decidió pedir algo de beber; al poco tiempo, sus amigos comenzaron a hacer burlas sobre él y otro tipo de comentarios. El sujeto, presionado por los demás, posteriormente comenzó a tomar cerveza, aun cuando su cara mostraba disgusto y hasta asco. Este ejemplo muestra la teoría de Jon Elster sobre las normas sociales. El individuo, al sentir desaprobación y cierto nivel de rechazo por parte de sus acompañantes, optó por hacer algo que no le gusta con tal de ser nuevamente aceptado.

De acuerdo con Emile Durkheim, las sociedades no son únicamente un agregado de individuos, sino que hay una vida colectiva en la que existen hechos sociales. Un hecho social se distingue por ser externo (el individuo no lo genera por sí solo) y coercitivo (obliga al sujeto a actuar de alguna forma). Basándome en lo anterior, logré identificar este tipo de fenómenos en los tres partidos a los que fui. En todos los juegos de futbol, los aficionados muestran su empatía con su equipo, el enojo con el árbitro y el disgusto por los jugadores rivales; no es un acto en el que exista un líder que organice a las miles de personas para gritar, cantar o saltar, sino que el propio ambiente lleva a los aficionados a desenvolverse durante los 90 minutos. Como ejemplos más específicos, encontramos la famosa “Ola” y el grito (para algunos, homofóbico) hacia el arquero contrario cuando éste despeja el balón.

En la planeación y la ejecución de este trabajo, planteé modelos hipotéticos para conocer mejor la realidad de las personas y el fenómeno del balompié, o como Max Weber los llama: tipos ideales. Estos fueron, prácticamente, la base de la investigación, ya que pueden tomarse en cuenta como algunos ejemplos de aficionados existentes. De ello resulta que, mis tipos ideales originales fueron:

- El aficionado que sigue a un equipo por tradición familiar

- El aficionado que sigue a un equipo por gusto propio

- El aficionado que gasta cantidades exageradas de dinero (comprar mercancía, membresías, etc.)

- El aficionado que busca un beneficio económico, como las apuestas

- El aficionado que permite que el futbol afecte sus relaciones personales

Finalmente, utilicé la teoría interaccionista de George Mead. Ésta explica que la interacción sucede forzosamente al interior de grupos y son ellos mismos quienes, precisamente, generan y moldean la personalidad social de un individuo. La concepción que tiene un actor de sí mismo procede de la imagen que cree que los otros tienen sobre él. Se deriva la noción del “yo-espejo” y se deduce que el “yo” se moldea a través de la interacción social diaria. Este argumento se ve reflejado en las llamadas “barras bravas” o porras de cada equipo; en éstas se llevan a cabo algunos rituales antes del partido, suelen ser la sección más agresiva y apasionada de los estadios, por lo que han decidido separarlos del resto de la afición. Si alguien desea formar parte de este grupo, tiene que cumplir con ciertos requisitos: conocer la historia del club, ir a todos los partidos, y demás. Las personas que consiguen ingresar, se vuelven más apegados hacia lo que representan los colores.

Resultados

A lo largo del desarrollo de este proyecto, conseguí conocer más a fondo las personalidades de los seguidores futboleros, así como sus costumbres, motivaciones y lo que significa este deporte para ellos. Con los resultados obtenidos, noté que un mayor porcentaje de aficionados pertenece al tipo entusiasta; también, que el apego hacia un equipo, proviene de tradición familiar. Resalto, además que la clase social no juega un papel importante en el comportamiento de las personas que asisten a los estadios.

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CONCLUSIONES

Luego de analizar, detenidamente, los resultados conseguidos mediante la observación y la participación, y con ayuda de las entrevistas realizadas, se comprueba mi hipótesis debido a que cada aficionado mostraba una conducta determinada por su entorno social y personal. Aunado a esto, es importante hacer énfasis en que este entorno en el que se desenvuelve el individuo, es definido por distintas motivaciones, ya sean morales, económicas, familiares o psicológicas.

Más que una generación de conocimiento, yo diría que se reforzó el saber previo a la investigación. Todo gracias al soporte proporcionado por las teorías sociológicas de los diferentes autores, ya que me permitieron establecer vínculos con situaciones reales y, al mismo tiempo, encontrar causas que quizá no estaban explícitas a primera instancia.

Sería interesante, y de gran utilidad, tratar de estudiar el impacto social de otros deportes, utilizando teorías sociológicas que (por ahora) no logramos explotar en este caso, pues es importante (y provechoso) analizar un fenómeno tan grande como es el deporte y hacer conciencia en las repercusiones que éste genera en el mundo.

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Encuesta

- ¿El futbol es tu deporte favorito?

- ¿Qué otros deportes te gustan?

- ¿Por qué eres aficionado de este equipo?

- ¿Desde cuándo eres fanático?

- ¿Vas a todos los partidos de tu equipo?

- ¿Te gusta apostar por tu equipo?

- ¿Vale la pena gastar mucho dinero por apoyar a tu equipo?

- ¿Has tenido algún enfrentamiento físico por un partido de futbol?

- ¿El resultado de tu equipo influye en tu estado anímico?

- ¿El futbol ha afectado tus relaciones personales?

GRÁFICAS

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