La Parcela.
Enviado por Rimma • 13 de Diciembre de 2017 • 1.346 Palabras (6 Páginas) • 390 Visitas
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Otra elemento del realismo que posee la novela es la etopeya que consiste en la descripción de rasgos psicológicos o morales de una persona un ejemplo muy claro es el de la hija de Díaz “pues Ramona, lejos de ser imperiosa, hipócrita y taciturna, era de una suavidad extrema, sencilla y natural en el trato, alegre y comunicativa de palabras…cuando por excepción oía palabras duras contra alguna persona, salía luego a la defensa del ausente..”6; así como también el paralelo que es la comparación entre dos individuos siendo el más representativo el caso de los dos hacendados; el retrato sobre todo en los personajes más relevantes; la topografía, para la descripción de la parcela peleada, “Por todas partes, al pie de los vallados de piedra, a la orilla de los fosos, crecía el tepopote de hojas finísimas y tupidas. Las varas de San Francisco, de color morado, erguíanse aquí y allá sobre la hierba; la barbudilla extendía su ramaje profuso costeando la vereda…”7 Y algo también muy importante es la ausencia de sentimentalismo y voluntarismo sobre todo en los personajes principales ya que se dejan llevar por meras pasiones, y son dominados por ellas completamente en su deseo de venganza por parte de don Miguel y de justicia por don Pedro.
La Parcela es una novela donde se muestra una época donde los peones son tratados como si fueran una propiedad, es por esto que también se ven envueltos en los conflictos por la propiedad de el Monte, pues ya que los patrones al estar en una disputa estos mandaban a los peones a proteger la tierra de su propiedad, o en el caso de Díaz para llevar a cabo su venganza tratándose de aprovechar de las heridas de Pánfilo, y en el de Ruíz para obtener justicia; peleando por la vida de Roque. Durante esta época, además las mujeres también eran tratadas como una propiedad, y le pertenecían al padre o al marido; aunque hoy en día en algunas partes de México eso sigue formando parte de las costumbres; gustasele o no la mujer tenía que obedecer y de buenos modos sino podría ser castigada, “eres mi
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hija y tienes que hacer lo que yo te ordene. Mientras estés bajo mi patria potestad, habrás de obedecerme, quieras o no quieras.”8
Al final las cosas no son favorables hacia don Miguel, sus actos se le regresan y su consciencia no lo deja en paz, ni el remordimiento, que lastima que haya llegado a este punto gracias a una madre que de un momento a otro se volvió viuda y sus niños huérfanos. Se da cuenta de todo lo que ha perdido por la disputa de la parcela, por su envidia y su sed de venganza, “¿Qué necesidad había de entrar en tan atroces reyertas, sólo por disputarle un miserable pedazo de tierra? La verdad es que había obrado mal en todo; su consciencia se lo grita ahora, aunque tarde.”9
En esta obra José López Portillo y Rojas revela, por medio del lenguaje que utiliza, que el poder puede ser bien o mal utilizado y que por la lucha de éste las personas pueden perderse y dejarse llevar por míseras pasiones, también existe la posibilidad de perder el “buen” camino y adentrarse en el mundo de los vicios. Y aunque parezca que los que obran negativamente “ganan” o tienen una vida “mejor”, ¿qué vida es esa si no se tienen personas amadas con quien compartirla? Y también nos deja ver que lo que mueve a los campesinos, lo más importante para ellos tal vez el mismo nivel que la familia es la tierra, que impulsa a trabajar y a luchar por ella.
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