La Reseña Farenheit 451

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En compañía del anciano y del texto bíblico, Montag reflexiona conjuntamente sobre lo absurdo de la vida, el abismo que le espera a la sociedad que conduce sobre una autopista de perdición y que irremediablemente terminará cayendo para nunca volver a renacer, todo producto de la manipulación a gran escala, desde arriba la élite elije la vida de cada persona y juegan con su destino como si de marionetas se tratara. Aunque Faber comparte la mayoría de las posturas y pensamientos expresados por el bombero, la propuesta que le hace Montag no le suena del todo tentadora, y es que sí, quemar toda la estación de bomberos sonaría a justicia poética y remediaría o al menos, apaciguaría un poco el destino destructivo que les aguarda, el arriesgar su bienestar propio siguiendo los ideales de otro sonaba prácticamente a suicidio. A pesar de las dudas, el anciano decide apoyar la utopía y le entrega un chip a Montag con el cual mantendrán contacto aun si se encuentran distantes.

El entorno laboral y familiar de Montag no tiene salvación, su capitán sospecha de sus conductas y sabe que ha estado en contacto con muchos libros, lo cual podría referirse a traición, comparable a ser un infiltrado en el bando enemigo, si de entornos bélicos tratáramos; y por otra parte, su mujer decide abandonarlo, creyendo que su marido ha perdido la conciencia y los libros lo han transformado en un ser tóxico, tanto ella como Montag reconocen que no hay vuelta atrás y saben que el lugar donde habían vivido por mucho tiempo, arderá y quemará todo rastro de rebeldía.

El capitán le comunica a Montag que es su deber hacerse cargo de la quema de su propia casa y que al terminar el trabajo será arrestado y acusado por los delitos cometidos; mientras tanto, por medio del auricular Faber le aconseja que huya para no afrontar la situación, pero todo entra en caos debido a la intuición de Beatty quien sospechaba desde un principio y de un golpe tumba a Montag y recoge el auricular. La escena cambia drásticamente pues por medio de un golpe de suerte Montag se recupera y sentencia con un lanzallamas a su capitán y emprende la huida.

Perseguido por helicópteros y un sabueso mecánico capaz de distinguir hasta los olores más mínimos e imposibles de detectar, Montag llega a la casa de Faber quien brevemente le instruye sobre lo que debería hacer, debería cruzar el río y llegar hasta unos rieles en donde será imposible detectarlo y donde quizá se tope con vagabundos egresados de Harvard quien lo ayudarán en travesía. Es así como el bombero Montag siguiendo los consejos del anciano logra escapar del sabueso y bajo una fogata divisa a un grupo de hombres, todos graduados de las más prestigiosas universidades del país, los cuales recitan de memoria miles de obras que se creen extintas, encuentra esperanza, la pequeña esperanza de que en un futuro próximo las cosas serán distintas.

La obra invita al lector a hacer reflexión respecto al contexto sociocultural en el que se encuentra, propone un cuestionamiento a fondo respecto a si está libre o prisionero del sistema, o peor aún, si encuentra este tipo de temas ajenos a su ser. Con muchas décadas de atraso, Ray profetizó nuestra sociedad actual, consumida por la tecnología y llevada hacia una esquina sin escapatoria donde solo encontrará perdición.

La fuerte crítica presente en la obra es la censura por parte del gobierno, que se vale de su poder para silenciar a todo aquél que se cuestione la más mínima circunstancia, es así como nos topamos con las crónicas de una distopía que se asemeja fuertemente a lo que vivimos en la actualidad.