Ladrona para Sobrevivir

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Durante cuatro meses, Don José se hizo cargo de Carmen. Se encargo de llevarla a las citas, comprarle sus medicamentos, etc. Gracias a Don José su madre comenzó a estabilizarse. Mientras eso sucedía, Ana aun seguía sin dinero para alimentar a su hija Alondra. Es ahí donde decide robarle a Don José. Ella sabia que Don José era un señor de mucho dinero y que si le tomaba un poco de sus ahorros el no se daría cuenta. Ana estaba consciente de que eso que iba hacer no estaba bien, pero no tenia mas remedio, necesitaba alimentar a su hija. Todas las noches entraba por la puerta trasera de la casa de Don José y se dirigía silenciosamente hacia la oficina. Allí estaba la caja fuerte y por suerte, Don José siempre la dejaba abierta. Volvió a repetir esto por todo un mes.

Al cabo del mes, Don José decide, por casualidad, contar el dinero que tenia ahorradp. Mientras lo contaba se dio cuenta que alguien le estaba robando. Se le hacia muy extraño por que sus empelados eran de mucha confianza y el sabia que no harían una cosa así. Fue ahí donde Don José comenzó a sospechar que era Ana. El sabia que ella no tenia trabajo y que estaba en busca de dinero. Don José decidió dejar que el tiempo pasara para ver si volvía a repetirse la situación. Efectivamente, supo que era Ana, la situación volvió a ocurrir. Don José no sabia como actuar ante esta situación. El tenia muy claro que robar era un delito, pero el no tenia el valor de denunciar a Ana.

Durante toda esta situación Carmen la madre de Ana estaba empeorando drásticamente. Los médicos decían que su única solución era recibir un tratamiento mas fuerte, pero era mas costos. Ana seguía sin dinero, no podía pagar el tratamiento de su madre. Cada día que pasaba Carmen seguía empeorando. Ella era una mujer muy fuerte, no se daba por vencida. Tenia una fe muy grande, decía que saldría de esa enfermedad y estaría bien. Ana confiaba en las palabras de su madre y sabia que tenia que estar mas fuerte que nunca para poder apoyar a su madre.

Ana no tenia otra solución, solo seguirle robando a Don José. Esta vez decidió robarle las prendas de su difunta esposa, que por cierto eran muy valiosas. Sabia que si las vendía le pagarían un buen dinero y podría salvar a su madre. Así lo hizo, esa misma noche tomo las prendas y las vendió. Al llegar a su hogar con tanto dinero su mamá se asusto. A Carmen lo único que le paso por la mente fue que Ana se estuviera prostituyendo. Por consiguiente, le pregunto de donde saco tanto dinero y Ana, muy nerviosa, casi temblando le respondía que eso era de parte del padre de su hija. Carmen por supuesto que no lo creyó en lo absoluto. Ella sabia que ese joven lo la ayudaba.

Escuela Adela Rolon Fuentes

Toa Alta, Puerto Rico

Cuento: Ladrona para sobrevivir.

Yareishlee Ann Díaz Falcón

Sra. Soto

Español

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Mientras esto sucedía, Don José estaba pensando si denunciar a Ana o brindarle su ayuda. A el le daba mucha pena la situación y no sabia que hacer. Además, el estaba sintiendo mas que una amistad por Carmen. Todas las noches pensaba en ella, se levantaba pensando en ella y siempre estaba junto a ella. El sabia que decirle esto a Carmen o denunciar a Ana le haría mucho daño y tomo la decisión de hablar con Ana. Ella, muerta de la vergüenza, admitió que le estuvo robando, pero lo hacia para alimentar a su hija y pagar el tratamiento de su madre.

Don José muy conmovido, le ofrece un trabajo a Ana en su hacienda como entrenadora de caballos. Para Ana fue la mejor noticia. Ella comenzó a trabajar allí y ganaba buen dinero. Lo mejor de todo es que se sentía bien ya que no tenia que estar robando. Pudo pagar el tratamiento de su mamá y alimentar correctamente a su hija Alondra. Durante ese mes Ana pensaba que ya había pasado esa horrible pesadilla en la estuvo viviendo.

Desafortunadamente, el cuerpo de Carmen estaba rechazando el tratamiento. Su cuerpo ya no reaccionaba a nada. Los doctores decían que ya no tenia solución y que iba a morir. Al enterarse Ana de esta noticia, sintió que le mundo de le venia encima. Sentía que la vida la estaba matando poco a poco. Fue lo peor que le podía sucederá Ana. Ella no tenia el valor ni mucho menos las fuerzas para pasar por lo mismo que paso con su padre y esta vez sola. No perdió la fe y siguió positiva, pensando que su madre no iba a morir.

Al pasar de tres días su madre Carmen ya estaba en un estado en el que no podía levantarse de la cama. Estaba muy débil, sin fuerzas, ya no podía comer. Ana decidió dejar su trabajo con Don José y dedicarse a su madre el resto de sus días. Para ella no era fácil, también tenía que cuidar de su hija Alondra. Al cabo de dos meses Carmen fallece. Ana sentía un dolor muy grande. Era inexplicable, su vida estaba descarrilada. No tenia dinero para costear el funeral de su madre. Decía que era su culpa y que el padre de su hija fue su perdición. También, sentía que la hizo sufrir demasiado con los problemas y inquietudes que le causo en su adolescencia. El día de despedir a su madre llego, fue el peor día de su vida. Lo único que sentía era un vacío y un dolor demasiado grande.

Con el tiempo, Ana logro superar todo su pasado. Ya era una mujer y su hija tenia cinco años. Conoció a un hombre que la ayudo con su hija y lo mas importante la hizo feliz. Se casaron y crearon una hermosa familia. Don José siempre fue como ese padre que perdió. El cariño que le tenia era demasiado grande. Nunca supo como agradecerle los grandes favores que hizo por ella y su madre. Pudo dejar el sufrimiento a un lado y aprendió que nada dura para siempre. Tuvo que aprender de la forma incorrecta que es muy importante escuchar a los padres. A veces se piensa que los padres solo hostigan pero en realidad lo hacen por que nos aman. Para ella la perdida de su madre fue un dolor muy grande y sus acciones incorrectas nunca las iba a poder olvidar. Se dedico plenamente en sus hijos, lo mas importante para ella era su hogar. Los educo de la forma correcta y su hija Alondra llego a ser una gran profesional. Siempre estuvo orgullosa de su madre, aunque nunca puedo conocer a su padre, ella sabia que Ana era todo para ella. Ana siempre tuvo en mente que las acciones tiene grandes consecuencias, siempre es mejor pensar y meditar las cosas antes de hacerlas.