Minicuentos.

...

Cuatro cosas hay que nunca vuelven más.

Siempre supe que mi talento, habilidades e inteligencia eran muy superiores al promedio, una persona que siempre debería destacar, pero conforme transcurría el tiempo, mi inseguridad conformismo y timidez me llevo a no resaltar como debiera haberlo hecho, por lo que no pude tener las notas más altas, y es ahí donde se desaprovecho mi vida académica, en mi vida amorosa siempre me comenzaba yendo bien, pues mi personalidad única lograba que mi pareja se enamorara perdidamente de mí, pero mi soberbia y mis palabras siempre fueron hirientes logrando que se alejaran de mi mis amores, en mi vida laboral destacaba, pero mi inseguridad se volvía a hacer presente perdiendo aquellas oportunidades en las que se reflejaba un futuro prometedor, toda esta reflexión me llevo a tomar una fatal decisión…

Percepción con mucha y poca visibilidad.

Y ahí estaba contemplando el sol la tierra, sus habitantes, como aprovechaban cuando este despertaba alumbrando todo con su presencia, veía personas trabajadoras, amistosas y de buen corazón, unas con otras, pero había una persona que no le simpatizaba, puesto que siempre se ocultaba de él y solo en repetidas ocasiones se entre cruzaban frente a frente, hasta que en una de esas ocasiones decidió hablarle: “Luna, dime ¿Por qué solo sales cuando descanso? Brillas con tu tenue luz en mi ausencia y te he oído quejar de estos seres a los que yo solo les veo felicidad y armonía? –Sol cuando tu estas dormitando, al brillo de mi tenue luz como tú dices, estas personas aprovechan tu ausencia para hacer el mal y dañarse los unos a los otros, por ello mi llanto es aquel que mueve las olas de tristeza al saber que estas en un error por incredulidad y por ello no comparto tu forma de pensar.