Obra de teatro La calle del milagro
Enviado por Eric • 16 de Enero de 2018 • 1.296 Palabras (6 Páginas) • 385 Visitas
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Niña: Gracias, pero tome en cuenta que usted no me ayudo a mí, si no yo a usted.
Ramón: (Algo molesto) Tú no me has de ver ayudado en nada.
Niña: Si señor así ha sido.
Ramón: Te equivocas niña. ¿Qué vas a saber tú de ayudar?
Niña: Más de lo que usted sabe, se lo aseguro.
Ramón: No discutiré eso contigo (Sale de escena)
Narrador: Así fue como dejo una lección más a otra persona pero el día aun no terminaba, el sol aún se mantenía fuerte cuando por la calle del milagro pasaba una persona más, Diego, un muchacho que desde pequeño se dedicó a robar simplemente para darse lujos que un día no tuvo.
Niña: Hola muchacho buenas tardes, si me ayuda con una pequeña cooperación
Diego: mientras no te acerques a mí, te doy todo lo que tengo en mi bolsillo.
Niña: mientras no sea robado como todo lo que porta se lo acepto.
Diego: no sé de qué me hablas.
Niña: Claro que sabe de qué hablo.
Diego: Todo lo que yo porto no es robado es producto de un buen trabajo.
Niña: ¿No sería mejor portar un buen trabajo que objetos robados?
Diego: ¿Qué tonterías dices?
Niña: Todos por aquí saben a qué se dedica a usted
Diego: Muchas veces la necesidad nos obliga a muchas cosas.
Niña: ¿Necesidad? ¿Usted habla de necesidad? Cuando ni siquiera la ha vivido.
Diego: Claro que la he vivido.
Niña: Usted llevaba una vida mejor que la de muchas personas.
Diego: No conoces mi vida.
Niña: Usted tenía casa, tenía estudios, tenía comida, una familia.
Diego: Todo eso muchas veces no es suficiente.
Niña: ¿Qué sabe usted sobre lo que es suficiente o no?
Diego: muchas veces esas cosas no sirven de nada
Niña: ¿No sirven de nada? ¿Y robar si?
Diego: Robar me lo da todo. Mientras... (Es interrumpido)
Niña: (Interrumpe) Te lo quita todo.
Diego: Me lo ha dado todo.
Niña: ¿y tu familia? ¿Tus amigos? ¿Tus valores?
Diego: Los valores ya no existen
Niña: ¿Sera por qué nadie los usa?
Diego: Si nadie los usa ¿Por qué yo sí?
Niña: Si sabemos que un grano de arena hace un ladrillo y un ladrillo hace un catillo, entonces, ¿Por qué tu no?
Diego: No porque yo lo haga signifique que todos lo harán.
Niña: No porque todos no lo hagan signifique que usted no lo hará.
Diego: Ya basta, deja de hacer un juego de palabras con mis palabras.
Niña: Pero yo no estoy haciendo nada solo lo estoy ayudando para que usted me ayude a mí.
Diego: Como en vez de ayudarme me estas molestando no te ayudare con nada
Niña: No porque lo quiera ayudar significa que lo quiera molestar. Yo solo le digo que la vida perfecta no está rodeada de lujos ni de riquezas más bien de la satisfacción de saber que has logrado todo con esfuerzo no siendo un ratero como tú o as de ser.
Diego: ¿Esfuerzo? ¿Satisfacción? Pff, no me hagas reír, eso requiere esfuerzo y todos sabemos que el que no transa no avanza.
Niña: si todos aprendiéramos a no pensar como usted todo sería diferente, nadie a dicho que todo es fácil.
Diego: (Molesto) Te he dicho que dejes de molestarme.
Niña: ¿Molestarlo? Solo por decirle la verdad, yo no le voy a mentir yo si tengo algo llamado honestidad que va incluido en los valores.
Diego: (molesto) He dicho que me dejes en paz.
Niña: ¿Qué podría hacerme si no? No poseo nada valioso, y si lo tuviera, no creo que usted quiera estudiar.
Diego: ¿Estudiar? Estudiar no sirve de nada.
Niña: Sirve para aprender a no ser una persona como usted.
Diego: Basta he de dejarme en paz, toma (Le da dinero) pero déjame.
Narrador: El resto del día continuo muy normal para la pequeña pero a esas personas que las palabras de la pequeña niña resultó muy conmovedoras su día fue muy extraño ya que solo pensaban una forma de remediar sus errores.
Moraleja: Cambiar al mundo no consiste en cambiar su figura redonda sino en saber cómo hacerlo figurar un cuadrado perfecto.
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