Obra de teatro "nosotros somos dioses"

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El Coronel Paéz llegó en ese momento a su casa, Don Justo le ordenó a Octavio esconderse, el coronel le dijo que su hijo se encontraba en esa revuelta y estaba arrestado.

Don Justo pide hablar con su hijo, y después de una fuerte discusión entre los dos, Carlos finalmente le dijo que el moriría por defender sus causas e ideales…

Carlos: Entonces, ¿Quién debe resolver las injusticias del mundo?

Don Justo: ¡Solo Dios! ¡Solo Dios puede resolver las injusticias!

Carlos: Para resolver los males de este mundo, ¡Nosotros somos Dios!

Don Justo al verse en la encrucijada en la que se encontraba, por un lado saber que si delataba a Octavio se ganaría el odio de su hija , también si dejaba que se llevasen a su hijo estaba seguro de que lo fusilarían, y por el otro lado su deber como Ministro. Finalmente decidió encargar que escoltaran en su auto a los dos muchachos hasta puebla, encargándole personalmente el trabajo al Coronel Paéz.

Segundo Acto- Cuadro I

Es 7 de noviembre de 1914, ocho de la noche, Laura y Octavio llevan dos mese de casados y ese día cumplen 2 meses. Ahora Octavio es Subsecretario de Justicia y en la casa que antes era de Don Justo y ahora era suya recibe la visita del capitán Aguirre.

Don Justo entra a su casa por la terraza, se observa a leguas que se encuentra en mal estado y después de observar su casa, escucha ruidos y se esconde en la biblioteca.

Primero comienza a interrogarlo sobre el día en el que se fue del país, Octavio se fue de México, hacia Cuba y tiempo después se unió a las filas del ejército constitucionalista. Sin embargo el capitán Aguirre le confiesa sus verdaderas razones por la investigación y les confiesa que Octavio está acusado de tener armas para el regreso del ejército huertista y proteger en su casa al ya prófugo de 3 meses, Don Justo Álvarez del Prado.

Ahora Carlos es Teniente, en ese momento llega a su casa y saluda a su viejo amigo el Capitán Aguirre, después de una fuerte discusión tanto Octavio como Carlos niegan tener algo que ver con Don Justo a pesar de que cada uno tendría sus razones para protegerlo. Por un lado Octavio le debe la vida y por el otro Carlos es su hijo.

Carlos promete entonces que si llega a saber sobre el paradero de su padre, lo denunciará.

De pronto, cuando Octavio se encontraba solo en la sala, Don Justo salió de su escondite, y le pide a Octavio que le dé un salvoconducto para poder llegar a Chiapas y reunirse con la resistencia Huertista por que le debe la vida.

Octavio al no saber qué hacer va por toda la familia, Clara, Laura y Carlos, tanto Clara como Laura le ruegan a Octavio que ayude a Don Justo, sin embargo Carlos intenta varias veces tomar el teléfono para denunciarlo, y después de que lograron persuadirlo para poder decidir todos juntos que hacer.

Segundo Acto- Cuadro II

Es el día 8 de Noviembre de 1914 en la mañana, Octavio se encuentra en la sala por que no pudo dormir.

Clara llega entonces con Octavio y comienza a pedirle por la vida de su esposo, le dice que ninguna muerte es justificada y que al saber ella que su esposo mataba a tantas personas, pidió misericordia por ellos, sin embargo él siempre tuvo la firme creencia que si dejaba a uno vivo, tal vez esa persona seria quién lo asesinase. Le pidió que no fuera así, Octavio al ser la única persona a la cual Don Justo salvó, no podía dejarlo entregarlo y dejar que lo fusilaran.

Después Laura entró a la sala y habló con su marido, le confesó que estaba embarazada, pero que si delataba a su papá y no lo ayudaba, ella lo abandonaría.

Octavio se vio en una encrucijada, su deber como político era delatar a Don Justo, quién tanto daño le hizo a la nación, y luego estaba su deber como hombre, le debía la vida a Don Justo y ahora era su suegro.

Octavio le pidió a Don justo que abandonará sus planes de ayudar a la resistencia y que él lo ayudaría a salir del país, y discutieron hasta que Don Justo finalmente no cambió de opinión, el no traicionaría a su gente ni a su ideología.

Carlos llega y le pide a Carlos que le entregue el salvoconducto a su papá, Octavio acepta y va a la biblioteca par a hacerlo.

Carlos habla con su papá, le dice que aunque lo ayuden, se dio cuenta que los huertistas ya no eran un peligro, sin embargo le pide y le ruega que no los dañe más pidiendo ayuda y que se niegue a aceptar el salvoconducto. Octavio sería descubierto por el sospechoso salvoconducto y al ser un hombre honesto confesaría las razones del salvo conducto, y lo fusilarían, destruiría a la familia de su hija Laura y dejaría a su nieto sin padre.

Don Justo no cambia de opinión, dice que a pesar de las ideologías que tenía cuando era joven, ahora creía firmemente en que la paz que tanto necesita el país necesitaba de un gobierno como el de Huerta. Y que por más que intente disuadirlo, no cambiará de opinión ni traicionará a su gente.

Carlos se va disgustado a reunir a su familia, entonces Don Justo se sienta en la mesa y comienza a escribir una carta, toma la foto de su hija y toma el teléfono para hacer una denuncia anónima sobre sí mismo con el Capitán Aguirre.

Se despide de su familia como si en realidad se fuese a Chiapas por el salvoconducto, y finalmente le entrega a Carlos la carta diciendo que se la diera a Octavio.

Después de que Don Justo se sale de la casa, llega Octavio con el salvoconducto en la mano y todos se dan cuenta de que Don Justo no pudo aceptarlo.

Al no poder alcanzarlo, Octavio comenzó a leer la carta:

“Octavio, por fin he visto la tiranía que he ejercido, los males que he causado y de los cuales he sido participe.

En ti me vi reflejado como aquel muchacho con esperanzas que luchaba por la libertad.

Hoy buscó mi muerte para que México libre y fuerte pueda ser.”

En ese momento fuera de la casa llegó el capitán Aguirre y al pensar que Don Justo estaba armado le dispararon múltiples veces en el pecho.

Personajes

Principal- Protagonista:

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