CONSPIRACIÓN E INDEPENDENCIA DE MEXICO

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IGNACIO PÉREZ: (acercándose a la puerta para escuchar y hablando en un tono bajo) Dígame señora ¿en qué puedo servirle? ¿Qué pasa?

JOSEFA ORTIZ DE DOMÍNGUEZ: (hablando rápido y desesperada, pasando por debajo de la puerta una nota) La conspiración ha sido descubierta tienes que llevar esta nota donde explico todo al capitán Allende, por favor te pido que se la entregues personalmente, pues de esto depende el futuro de la Nueva España.

IGNACIO PÉREZ: (tomando la nota y guardándola en la bolsa de su pantalón) Si no se preocupe, yo personalmente la llevaré al capitán, (yéndose rápidamente) hasta pronto Doña Josefa, ¡cumpliré con lo encomendado!

TERCERA ESCENA: El grito de dolores.

NARRADORA: Así fue, Ignacio Pérez viajó toda esa noche, todo el día 14 de septiembre y la noche de éste. Llegó a San Miguel el Grande la madrugada del 15 dirigiéndose inmediatamente a buscar a Don Ignacio Allende, éste no se encontraba en la población había salido para Dolores, entonces se dirigió en busca de Aldama y le dio a conocer lo sucedido.

IGNACIO PÉREZ: (con voz entrecortada y sin aliento) Señor la conspiración ha sido descubierta, (mostrando la carta y dándosela a Aldama) la corregidora le manda esta carta para el capitán Allende, pero en vista de que no se encuentra la dejo en sus manos.

JUAN ALDAMA: (Tomando la carta en sus manos y saliendo rumbo a Dolores) Está bien yo la llevaré a Dolores para decidir qué rumbo tomaremos, gracias y hasta pronto.

NARRADORA: Aldama llegó a Dolores e informó al capitán Allende y a Hidalgo.

JUAN ALDAMA: (llegando a casa de Hidalgo y entregando la carta a Allende) Se debe apresurar el inicio del movimiento, puesto que ha sido descubierto y en poco tiempo vendrán a aprehendernos

(Ambos entran a la casa donde se encuentra Hidalgo)

IGNACIO ALLENDE: Tenemos que pensar bien las cosas pero debemos apresurarnos antes de que sea demasiado tarde.

MIGUEL HIDALGO: Si pero primero tomemos una tasa de chocolate caliente, (pidiendo a la sirvienta) muchacha trae una tasa de chocolate para cada quien por favor.

(La muchacha trae el chocolate y todos lo toman para calmarse un poco)

JUAN ALDAMA: Pero ¿Qué vamos a hacer? No estamos preparados aún.

MIGUEL HIDALGO: Es ahora o nunca así que ¡vamos a sacar a los presos de la cárcel y a encerrar a lo gachupines!

(Salen de la casa y van rumbo a la cárcel y a la parroquia de Dolores)

NARRADORA: Se fueron a realizar lo dicho y a las 5 de la mañana del 16 de septiembre se convocó a misa a todo el pueblo.

MIGUEL HIDALGO: (Gritando para hacer entrar en razón a los campesinos) Estamos reunidos aquí para pelear contra el mal gobierno, para hacer valer nuestros derechos y luchar por nuestra libertad, ¡muera el mal gobierno!

(Todos con antorchas en las manos gritan)

TODOS; ¡Muera!

MIGUEL HIDALGO: ¡viva Fernando VII!

TODOS: ¡Viva!

MIGUEL HIDALGO: ¡Viva la Virgen Santísima de Guadalupe!

TODOS: ¡Viva!

MIGUEL HIDALGO: ¡Mueran los gachupines!

TODOS: ¡Mueran!

MIGUEL HIDALGO: ¡Viva la independencia de la Nueva España!

TODOS: ¡Viva!

CUARTA ESCENA: Participación de Leona Vicario en el movimiento de independencia.

NARRADORA: Una vez iniciada la lucha de independencia Leona Vicario colaboraba con los insurgentes donando dinero y medicinas además de informar hechos importantes.

LEONA VICARIO: (despidiéndose de su marido Andrés Quintana Roo) Iré a convencer a los armeros vizcaínos del virreinato para que hagan fusiles y cañones para la causa insurgente.

ANDRES QUINTANA ROO: (sugiriendo preocupado) Es muy peligroso, ¡vas a arriesgar tu vida!, pero si estas decidida no puedo detenerte sólo cuídate mucho y hasta pronto)

LEONA VICARIO: Hasta pronto querido y recuerda que esto lo hago por todos los oprimidos de la Nueva España. (Se va a Tlalpujahua Michoacán)

(Una vez en tlalpujahua Leona Vicario Habla con los armeros Vizcaínos y los convence)

REPRESENTANTE DE LOS ARMEROS VIZCAINOS: ¿En qué podemos ayudarle señora?

LEONA VICARIO: (muy emotivamente y suplicando) Necesito que hagan cañones y fusiles para los insurgentes, se lo suplico, mire que el futuro de la Nueva España está en juego, la desigualdad social es cada vez mayor, es hora de levantar la voz, ustedes también son parte de este pueblo, miren a su alrededor el sufrimiento causado por los realistas, ¡ayúdenos por favor!

(Después de un largo rato de charla)

REPRESENTANTE DE LOS ARMEROS VIZCAÍNOS: Esta bien señora en vista de lo valiente que ha sido al venir, y de su noble causa, aceptamos colaborar con ustedes los insurgentes, cuente con nosotros.

LEONA VICARIO: (Dando la mano al representante y despidiéndose) Muchas gracias y no se preocupe yo correré con todos los gastos, hasta pronto.

NARRADORA: Esto fue algo de lo más importante que hizo Leona Vicario pero siguió ayudando hasta mucho tiempo después.

QUINTA ESCENA: Participación de Gertrudis Bocanegra en el movimiento de independencia.

NARRADORA: Mientras tanto en Pátzcuaro Gertrudis Bocanegra fungía como correo de los insurgentes junto con su esposo Pedro Advíncula de La Vega.

PEDRO ADVÍNCULA DE LA VEGA: (se despide de su esposa dándole un beso en la frente) Me voy a pelear por nuestra libertad, me llevo a nuestro hijo, cuídate mucho y nos vemos pronto.

GERTRUDIS BOCANEGRA: (con voz entrecortada y desconsolada abraza a su esposo) Está bien pero cuídense mucho, yo estaré ayudando desde aquí mandando información importante al cura Hidalgo sobre los movimientos de los realistas.

NARRADORA: Gertrudis convocaba a los campesinos para unirse al movimiento en los lugares y haciendas cercanas.

(En una hacienda cercana)

GERTRUDIS BOCANEGRA: (Tratando de convencer a los campesinos, haciéndoles