LA ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO.

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Uno de los hábitos menos saludables es el trabajo bajo presión, ya que puede causar afecciones a la salud, por lo que se puede decir que la adicción a la adrenalina es uno de los hábitos laborales más perjudiciales y una de las razones para tratar de habituarnos a realizar una administración inteligente del tiempo.

La administración ejecutiva y gerencial presenta facetas para la administración del tiempo (propuesta por Alan Lakein):

- Definir objetivos a corto, mediano y largo plazo, clasificarlos de acuerdo a importancia

- Elaborar una lista de cosas por hacer

- Empezar con las asuntos de principal importancia

- Manejo adecuado de cada documento

- Hacer pendientes inmediatos

- Preguntarse ¿Cuál es el mejor uso de mi tiempo en este momento?

El mal uso del tiempo enferma a las personas. El tiempo puede estar mal empleado por falta de actividad (vaciedad) o sobreactividad (congestión). Cuando se hace mal uso por vaciedad las personas viven sin objetivos, sin ideales, matando el tiempo, exponiéndose a efectos psicológicos poco visibles en los jóvenes pero haciendo crisis en la segunda mitad de la vida. El mal uso del tiempo por congestión es el peligro en que se encuentran los líderes, los organizadores, entre otros, acosados por presiones, agendas saturadas, etc. En ambos casos, lo primero en presentarse es el estrés.

El buen uso del tiempo es fuente de: orden, serenidad, eficiencia, seguridad, satisfacción, salud física y mental. Tenemos diversos zonas de confort para los diversos tipos de comportamiento, que nos indican cosas como qué nivel de autoridad somos capaces de asumir, cuantos asuntos podemos atender, etc. Una de las principales dificultades para la buena administración del tiempo es el deseo de permanecer en la zona de confort.

Para cambiar los malos hábitos, debemos:

- Anotar el hábito que se desea eliminar

- Anotar la meta en forma de logro

- Hacer mesurables los resultados

- Relacionar todos los problemas que ocasionan dichos hábitos

- No permitir retrocesos

- Usar proposiciones afirmativas

- Visualizar el nuevo comportamiento

- Ser positivos y optimistas

- EL SENTIDO DE LA OPORTUNIDAD.

La oportunidad se entiende como la posibilidad de precisar el momento y el lugar para hacer las cosas. Esto implica estar organizado y disponer del tiempo para que cuando se presente la oportunidad, se reconozcan y se puedan tomar decisiones en forma adecuada y oportuna.

Se debe desarrollar el sentido para la identificación de las oportunidades, por eso es ineludible el planear. Los directores hábiles asumen el control de su tiempo y lo planifican cuidadosamente; en consecuencia administran su agenda para no sobrecargarla, pues es necesario incluir una cantidad razonable de tiempo para ocuparse de las contingencias.