LA CONTEXTUALIZACIÓN DEL PLATÓN

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la tal decadencia en el gobierno ateniense se vio obligado a reconocer que solamente a partir de la Filosofía se puede distinguir lo justo. Por esta razón, los que ejerzan el poder en las ciudades deben ser filósofos y no humanos ignorantes.

Tras la muerte de Sócrates, Platón, abandona su ciudad natal y viaja a Megara, Egipto y otros emplazamientos del norte africano e Italia. Aquí es donde entró en contacto con pitagóricos, con quienes compartió su afinidad por los números. Asimismo, interacciona con las ideas de los eléatas seguidores de Parménides (de hecho, existe una gran similitud entre la concepción de “ser” de Parménides y la platónica Teoría de las Ideas. De la misma forma, existen escisiones entre ambas filosofías. A diferencia de Parménides, quien negó la realidad del cambio/ movimiento, Platón acepta la existencia de la esfera cambiante y perecedera del mundo sensible, mas la considera realidad imperfecta, sombra de la auténtica realidad)

Tras sus tres intentos fallidos de instaurar en Siracusa un proyecto político dirigido por filósofos que garanticen la justicia, el filósofo retorna a Atenas, en donde funda la Academia (institución educativa que constituye la antítesis de la educación sofista). Entre primer y segundo viaje a la isla, Platón escribe su obra La República (compilado en donde unifica una serie de diálogos para exponer algunos problemas fundamentales de su pensamiento en forma más completa. La obra expone el Estado ideal de Platón, lo que debería ser para que el hombre encuentre felicidad y desarrolle su moralidad)

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Platón renuncia pues a la democracia como forma de gobierno adecuada y en su lugar propone una monarquía o bien un aristocracia de sabios. En definitiva, una élite de gobernantes fundados en valores educativos (utopía política) que dispondría las leyes y las acciones basándose en su conocimiento infalible de las cosas. Este modelo ha sido criticado por filósofos como por ejemplo Popper, quien afirma que dentro de esta sociedad hermética se impide la mejora de la intelectualidad humana

Desde luego, visto desde nuestra época, el pensamiento político de Platón resulta reaccionario y trasnochado, pero no tiene sentido enjuiciar sus opiniones sin entender las citadas circunstancias así como el convencimiento platónico de que la “libertad de hacer” como único valor que se amplía con la llegada democrática es insuficiente (pues como consecuencia final el sentido de aspiración personal e individual es lo único logrado)