LOS EPICUREOS.

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Epicuro aceptaba los placeres sexuales pero decía que este transformaba el espíritu, nos transforma en seres con pensamientos oscuros y pone la felicidad en el placer.

Para acercarnos más una vida espiritual debemos reducir nuestros placeres a los justos y necesarios, eso no significa que debamos impedirnos de un gran banquete o de ver un gran paisaje, lo que debemos evitar son placeres que traigan dolor por ejemplo: si bebes mucha cerveza vas a sentir un placer inmediato, pero al otro día te genera náuseas y dolor de cabeza, o si comes demasiada azúcar a largo plazo te podría dar diabetes.

Epicúreo nos narra la historia de una princesa muy rica y acaudalada que contrajo una extraña enfermedad, sus padres llevaron todos los médicos del reino pero ninguno dio con la respuesta, solo un viejo anciano le dijo que lo único que la podía curar era la camisa de un hombre feliz, los soldados de su reino salieron a buscar la camisa de un hombre feliz, pero nadie se sentía lo suficientemente feliz , sentían alguna insatisfacción, un día encontraron un campesino que les dijo donde podrían encontrar un hombre feliz, cuando fueron encontraron un hombre que vivía en una cueva aislado de la sociedad, cuando los soldados le pidieron la camisa al hombre feliz, él les contesto que no tenía una camisa porque nunca la había necesitado, y la princesa murió.

Epicuro cree que ahí es donde se encuentra la verdadera felicidad en no necesitar nada para ser feliz.

Conclusión: nosotros debemos llevar una vida sin miedos no hay razones para tenerlo, debemos dejar a un lado las inseguridades, el materialismo y orgullo solo así lograremos una vida en paz y solo llegaremos a la felicidad. Porque recuerda “es tan sencillo ser feliz, pero es tan difícil ser sencillo”

Debemos buscar el pleno placer en la tranquilidad y basar nuestro placer en la alegría pues de otra manera nos estaríamos equivocando, hay reducir nuestros deseos para alcanzar un placer duradero que no nos traiga dolor.

Debemos buscar el amar pero no tener amor, porque este nos trae intranquilidades y dolores de cabeza en cambio la amistad es más neutral y duradera.

Epicuro vivió gran parte de su vida alejado de la sociedad para poder ser feliz, pero yo pienso que tal vez si comenzáramos haciendo pequeños cambios, cada uno de nosotros y lográramos transformar nuestra sociedad, pudiéramos todos vivir sin envidias ni rencores ni materialismo y aprendiéramos a apreciar lo bueno y despreciar lo malo, y por ultimo aprendiéramos a perdonar y dejar el rencor a un lado, haríamos de este un mundo más vivible y solo faltaría que cada uno buscara en el fondo de su corazón la verdadera felicidad, porque la ira solo nos desvía de nuestro camino y nos hace perder amistades y tiempo, y el rencor solo enceguece el alma y mórfica la conciencia lo cual nos hace perder la paz .

Las personas que complacen sus placeres materiales y siente necesidad de más no están haciendo más que llenar un vacío.

“La verdadera felicidad no es más que la paz y la dicha del buen vivir, nace dentro de nosotros hacia afuera, no depende de ninguna otra persona ni de que cambies las situaciones. Disfrútalo, está en ti”.

El verdadero placer del alma es lo que cuenta con que estés conforme y feliz con lo que tienes es suficiente no necesitas nada más.