Obra de teatro Bioetica

...

Dr. Coronado: Buenas tardes. (Termina de anotar en el expediente y les observa tomar asiento)

(El médico se dirige a tomar asiento en una silla de madera)

De repente hay un silencio total en aquel cuarto.

Nadie dice nada, solo se aprecia el sonido de los pulmones trabajando.

Ambos nuevos personajes miran al hombre acostado en la camilla, mientras que el doctor les observa detenidamente, intentando encontrar una buena manera de dejar salir las palabras que revolotean en su cabeza.

Dr. Coronado: ¿Cómo está su hijo, Karen? (Pregunta de la nada, con un tono entre cálido y serio)

Karen: Muy bien, no ha podido venir hoy por sus prácticas de fútbol.

Están en buena temporada, este es su año, estoy segura que la ganarán. (Responde con una sonrisa)

Dr. Coronado: Me da gusto escuchar eso. (Cruza una pierna, deja los papeles en la parte vacía del sillón) Carlos es un joven talentoso, y estoy seguro que aún le faltan más éxitos por tener.

(El doctor sonríe intentando verse feliz)

José: Bueno, basta de charla amena. (Su semblante es serio y su voz es dura) ¿Quiere dejar de irse por las ramas y preguntar por nuestra decisión de una vez? (Mira al doctor sin expresión alguna)

(La mujer se paraliza sorprendida, Coronado suspira cansado.)

Dr. Coronado: Bien. (Su sonrisa se borra, toda su cara se pone sería) ¿Han tomado una decisión sobre lo que hablamos la última vez que estuvieron aquí?....¿Terminarán la función de una vez o esperarán a que el show continúe después de tres años de pausa?

El ambiente es tenso. Tanto que el aire que entra a los pulmones pesa más que la piel y todos los órganos sobre este.

José: (Se inclina de su asiento) Por supuesto que hemos tomado una decisión, Doctor. (Sonríe fríamente, como si la culpa de todo fuera del hombre de bata blanca) El show se acabó.

Karen: ¡José! É-Él es...es tu h-hermano...No...Y-Yo no...No quiero q-que mi esposo..¡Oscar aún está vivo!...No po-podemos m-matar-matarle...no-

(Tartamudea y su voz se rompe)

José: (Se levanta exaltado y comienza a caminar en círculos) ¡Qué cosas dices, karen! ¡Oscar es mi hermano, eso ya lo tengo muy claro!

¡Es mi mejor amigo.(Su voz tiembla un momento)..!

¡¿CRES QUE NO ME DUELE Y NO ME HA DOLIDO EL ALMA VERLO TRES MALDITOS AÑOS DORMIDO EN UNA CAMA?!

Karen: (Se levanta y se para frente a él con lágrimas en los ojos) ¡¿Y SI LE MATAMOS ANTES QUE ÉL VOLVIESE EN SI?!

¿LO HAS PENSADO?!

José: ¡No has estado escuchando lo que el doctor ha dicho desde hace dos años!? (Apunta al médico con el dedo) ¡SU CERBRO NO HA MEJORADO NI UN POCO EN DOS AÑOS!...(Sin poderlo evitar más, José llora) Si Oscar llegase a despertar algún día...¿Qué caso tendría?...

Karen: Todo! No te-

José: (Le interrumpe) Han pasado tres años. ¿Si despierta en cinco años?... Carlos habrá terminado la universidad, incluso puede que ya hasta se haya casado, o incluso puede que la deje y trabaje solo para mantener el hospital de su padre...(Jadea ) Karen, tú no sabes lo mucho que desgasta y lastima vivir con una persona enferma que no tiene futuro.

Karen: ¡Pero Oscar esta bien! (Grita con volumen bajo)

José: No, No. Él está vivo pero no volverá a ser el mismo. (Se acerca a la mujer y sostiene su rostro con sus manos) Sé lo mucho que te amaba, lo mucho que le amas. Pero entiende que si llegase a despertar, Oscar más que humano...sería un vegetal. (Acaricia su cabello con cuidado y seca sus lágrimas)

Karen: No quiero perderle...(Niega con la cabeza)

José: Él estará siempre con nosotros. (La abraza) Sabes que no le gustaría ser una lechuga viviente. O si? (Ella niega) Bien, entonces démosle un descanso de nuestros deseos egoístas de mantenerlo con nosotros. (Besa su cabeza)

(Karen asiente y mira con una sonrisa rota al Doctor Coronado que ha estado todo el tiempo al margen)

Dr. Coronado: Llamaré a mis superiores para darles aviso de la decisión, así ellos me darán el día y hora para hacerlo. (Se levanta y se acerca a los familiares) No se preocupen, Oscar no sentirá dolor.

(Sonríe sinceramente, masajea los hombros de cada uno y anota en sus apuntes: Si a la eutanasia.)

Mientras los familiares de su paciente Oscar lloraban, el Doctor Coronado no dejaba de pensar todo lo que la vida era y cómo era.

Y todo lo que una vida, sólo una sola vida conlleva.

Después de todo, respirar no siempre significa estar vivo.

Asi que..¿Vale la pena respirar sin vivir?

Acto 1, Escena 3.

Un enfermero toca la puerta de la habitación 28.

Está cansado del día tan movido que ha tenido, pero aun así aceptó el favor que su jefe le había pedido.

Matías abre la puerta con sorpresa. No espera la visita de Edson, sino del Doctor Coronado. (Le deja entrar y camina hacia la chica recostada en la camilla.)

El sentimiento de sorpresa es mutuo, pues Natalia era la primera paciente de Matías desde siempre. ¿Que hace Matías en su habitación a esas horas?

Edson: El Doctor Coronado me ha pedido venir a hacer los chequeos básicos, en lo que él viene (Entra a la habitación con una sonrisa cansada) (Se coloca junto a la paciente, de fríete de su compañero)

Matias: Muy bien...aunque no tiene mucho que las hice. (Se rasca la cabeza mientras sonríe) Él puede tomar las mías y así tú te vas a casa, puedo ver que estás cansado. (Sugiere intentando persuadirle)

(Edson sonríe no del todo convencido)

Edson: (Mira a