El ser de las cosas

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Platón propone además el concepto de “Alma” (Recordando que esta según el habita en el mundo inteligible) diciendo que esta nunca nace, nunca muere y por lo tanto es y será eterna, inmortal, ya que la inmortalidad del alma se relaciona con la justicia, en caso contrario, la mortalidad del alma es igual a injusticia.

Existe la reminiscencia dentro del alma, es decir, el alma suele recordar lo que conocía anteriormente, por lo tanto, el conocimiento cae en un olvido temporal, que, dependiendo de las cualidades de la persona, se recordaran o no. Dando paso a las partes del alma, donde Platón las divide en tres partes, independientes y cada una reflejando ciertas características de la persona.

El alma racional, corresponde a la racionalidad y al conocimiento. Según esto, según Platón, la gente con alma racional desarrollada debería gobernar, ya que, estos poseen más entendimiento en la materia de la gestión que las otras personas con otras almas desarrolladas.

El alma Irascible reflejaba fuera, nobleza, lucha y justicia, por lo tanto, era el alma predominante que necesitaban los guardianes de una ciudad, para de esta forma facilitar el trabajo del gobierno racional.

Por último, el alma Concupiscible o Apetitiva, mostraba los deseos y apetitos, que para Platón se reflejaban en el área de la productividad dentro de una ciudad.

Todo esto se ve reflejado en el mito del carro alado, donde se tiene un alma racional dirigiendo el carro, junto a dos caballos, uno obediente, fuerte y noble y el otro desobediente y rebelde. Ahora bien, si predominaba el conductor (Racional, el camino era seguro y acertado) si predominaba el caballo obediente, significaba que el carro se desviaría, pero finalmente llegaría a su destino, no así con el caballo rebelde, el cual desviaría por completo el carro. En otras palabras, el mito habla del desarrollo de almas, es decir, la posibilidad de que un alma se encuentre más desarrollada que las otras, a raíz de este pensamiento, se puede decir que no todos somos iguales.

En cuanto a los pensamientos políticos que influenciaron a Platón, se tiene el hecho de que estaba en contra de la democracia (Todos iguales) apoyando el desarrollo del alma de cada uno. Además, esto se relaciona con el gobierno donde propone a los filósofos como líderes, dentro de un gobierno sin institución familiar, es decir, una educación totalmente impartida por el estado, de modo que cada alumno se dedicaría de acuerdo a su alma desarrollada, además de la inexistencia de propiedad privada y por lo tanto, riqueza y pobreza inexistentes.

Con esto se daría paso al pensamiento de su alumno más destacado, Aristóteles, quien tuvo ciertas discrepancias con el pensamiento de Platón, formo su propia escuela, donde como dato curioso, formó al mismísimo Alejandro Magno.

El pensamiento filosófico de Aristóteles era un derivado del pensamiento de Platón, sin embargo, este no era igual. Aristóteles buscaba acabar con la polémica Heráclito (Todo cambia) – Parménides (Cambio Imposible), es decir, las formas de ser, que Aristóteles separaba en dos categorías, la sustancia, donde estaba el ser autentico y los accidentes, que correspondían al tiempo, lugar, cualidad, cantidad, posición,etc.

Además, existían 2 tipos de cambio, ya sea la sustancia la afectada o el accidente el afectado, sin embargo, aquí regía el principio de la contradicción, es decir… nada puede ser y no ser al mismo tiempo, solo puede existir un cambio a la vez y en caso de ser del lado de la sustancia, eso significaría el nacimiento o muerte de esta.

La sustancia era capaz de existir por sí sola, ser en sí mismo, este para Aristóteles era el auténtico ser, compuesto de materia y forma que bajo los accidentes se veían condicionados, accidentes como lugar, tiempo, acción y pasión.

En simples palabras y comparando con su maestro, Aristoteles no creía que la realidad se encontraba en un mundo inteligible, se encontraba en el mundo sensible en forma de materia y este, es uno de sus cuatro fundamentos de la metafísica, componiéndose por materia, forma, causa eficiente y causa final. Los primeros dos corresponden a hilemorfismo.

La forma que se adapta la materia, que crea la esencia de un individuo, por lo tanto, van de la mano.