Ensayo de "La Metamorfosis" Franz Kafka
Enviado por John0099 • 3 de Febrero de 2018 • 2.019 Palabras (9 Páginas) • 5.989 Visitas
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He contado todo esto para dar una idea de las distintas ocasiones en lo cuales alguien pude llegar a sufrir una “metamorfosis” y así defender mi idea de que la obra no es “autobiográfica”, sino “mundo-biográfica”.
Mucho se discute sobre el insecto que era Gregorio, esto para mi no tiene importancia, pero si me preguntan mi punto de vista, debo confesar que para mi el fue un escarabajo; tenia cuerpo convexo, un caparazón duro y una fuerte mandíbula; indudablemente una cucaracha no lo fue.
Gregorio se levanta no controla su cuerpo, no reconoce su voz, piensa que es un sueño pero al observar todo alrededor de sí, se da cuenta de que todo está en su lugar, con las propociones correctas, todo era tan real, entonces no sería un sueño; no obstante Gregorio decide volver a dormir, “quizás más tarde me volveré a despertar mejor y normal”, pesó. Y he aquí otra enseñanza más que he adquirido de esta novela; muchas veces los seres humanos hacen frente a la adversidad durmiendo, es decir, no haciendo nada; hay que levantarse, hay que salir a buscar solución. Estoy seguro de que si Gregorio decidía levantarse y analizar su situación, iba a encontrarse con que él era un escarabajo, un escarabajo con alas, ¡era libre!, podía ir donde quisiese y alejarse de aquellas personas que viven como parásitos aprovechándose de él, habría sido capaz de levantarse de la cama sin lastimarse, tan solo con agitar sus pequeñas alas. Pero no lo hizo, Gregorio espero a que todo sea un caos en su casa para decidirse levantarse, espero a que llegase su jefe y tomar una decisión apresurada; se levantó de golpe, se lacero su parte lateral, con sus mandíbulas logró abrir la puerta de su habitación e hizo presencia en el mundo exterior. Todo fue un desastre, el jefe salio huyendo mientras que Gregorio lo seguía sin lograr alcanzarlo, su madre se había desmayado, su padre sin saber que hacer empezó a ahuyentar a Gregorio hacia su habitación con su bastón y periódico en mano.
Era Gregorio, hijo y hermano, trabajador y puntual, sacrificado por su familia; ¿Era mucho pedir un poco de comprensión?, al parecer su familia no sabia que lo importante es invisible a los ojos, se tiene que mirar con el corazón. ¡Hey, los insectos también tienen corazón!, sin embargo la familia Samsa parecía no saberlo. Pobre ser viviendo en medio de egoístas, pobre de nosotros en este mundo hostil. Rápidamente todos olvidaron todos los años en los que Gregorio viajaba de lugar en lugar, sin descansar. Al mundo no le importa cuanto nos sacrifiquemos, siempre y cuando obtenga lo que necesita de nosotros.
Para Gregorio su ecosistema eran cuatro tristes paredes, ese era su mundo iba y venia, conocía cada parte de su pequeño continente, su habitación. En tres ocasiones Gregorio trató de salir de su habitación; la primera fue la escena en la que su jefe sale huyendo, la segunda hace que su madre se vuelva a desmayar y su padre lo persigue lanzándole manzanas, llegándolo a herir gravemente con una; y la tercera fue mientras su hermana tocaba el violín para tres huéspedes a quienes no les llamaba la atención la música de una principiante, pero Gregorio era el único que apreciaba realmente la música de hermana; así que sale al encuentro de ella, dejándose llevar por su música; Gregorio causa otra vez un caos, los huéspedes se sienten insultados al enterarse de que están viviendo con un insecto, pero repito, él también tenia corazón, ¿acaso a nadie le importaba eso?
Cuando se empieza a leer esta novela se puede llegar a pensar que la hermana de Gregorio, Grete, es la más sensible de la familia, alguien que realmente se preocupa algo por Gregorio, pero al continuar con el relato termina siendo la más cruel de todos. Es ella quien se encarga de alimentar a Gregorio, de hacerse cargo de él; pero en lo poco que hacia se sintió cansada, frustrada e indiferente ante él, su hermano; quien planeaba hacerla estudiar música en un conservatorio, pero claro, ahora es un insecto. Grete, pone en duda que aquel insecto sea su hermano, argumentando que Gregorio sabría que no pueden convivir los insectos con los humanos y se habría marchado, y propone a la familia deshacerse de él aun en vida. Finalmente deciden contratar a una empleada que se encargue del pobre Gregorio.
Una tarde la empleada ingresa al cuarto de Gregorio y lo encuentra inmóvil, lo encuentra sin vida. Ella lanza un grito como de alegría, la familia se reúne, lo ve allí tirado, ve su cadáver delgado a causa de que no comía más. La depresión lo mato, lo mato la indiferencia y capaz la soledad también. La familla decide dar un paseo, “se lo merecían por todo el trabajo duro, habían vivido con un insecto tanto tiempo”, argumentaban ellos; pero olvidaban algo, ese insecto llevaba su misma sangre, era ese insecto quien vivía por ellos, era el hijo que había asumido las deudas de su padre y considerado a su madre al contratar una criada, era el hermano que había soñado por su hermana, la que soñaba con ser violinista. Pero, ¿qué podemos esperar de aquellos que olvidan?
Conclusión:
La vida nos da la bofetada cuando la aceptamos tal cual es, nosotros decidimos vivirla como queremos. Cuando sintamos que nos convertimos en insectos, recordemos que tenemos alas y que nadie va a venir a decírnoslo, recordemos que todo es pasajero, que hoy me sentiré un insecto, pero mañana me sentiré un rey si decido hacer lo que el corazón me pide hacer.
La vida es una constante metamorfosis.
Nosotros decidimos en que nos queremos transformar.
Bibliografía:
- Kafka Franz (1915). “La Metamorfosis”. Editorial: Cara & Cruz. (Bogota – Colombia)
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