Espacios de poder: la gubernamentalidad

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Volviendo al texto de La Perrière, este describe que el gobernante debe gozar de tres cualidades que son la paciencia, la prudencia y la diligencia. La primera entendida como la capacidad del gobernante de hacer correcto uso del castigo sin importar sus deseos o impulsos; la segunda se refiere al conocimiento de las cosas como los objetivos probables y de los mecanismos para alcanzarlos; y por último, la diligencia entendida como la posibilidad de que quien gobierna lo haga solo cuando es en servicio de los otros. Así que, de un lado el gobierno trascendente y exterior (según Maquiavelo), y del otro inmanente e interior al seno de lo que es gobernado (La Perrière).

Por lo que “[…] el Estado se gobierna por reglas racionales que le son propias a este […] el arte de gobernar deberá encontrar los fundamentos de su racionalidad en lo que constituye la realidad específica del Estado” (Foucault, 1981). Entonces, se logra identificar una disonancia entre la teoría de la soberanía y el arte de gobernar, ya que el ejercicio del poder se le atribuye directamente como un ejercicio propio de la soberanía. Y por esta razón fue de vital importancia hallar una vía que permitiera la conciliación entre estas teorías, teniendo como resultado una teoría del contrato que permite que la relación entre el soberano y los súbditos se transformara en un molde teórico que servirá como vía para lograr los principios directivos de un arte de gobierno.

Aunque se logre esta teoría renovada, el arte de gobernar no se desbloquea hasta que se plantea la problemática de la población, que permitió considerar que desde el modelo de familia la población será principalmente el fin último del gobierno. Pero, esto se debe a que el objetivo es lograr una mejora económica, social, cultural, física y trascendental de la población; en donde esta será consustancial a los mecanismos e instrumentos que permitirán estos logros (será sujeto de necesidades y objeto de intervención estatal). Papel fundamental Y esto fue posible gracias a la estadística ya que permitirá desplazar el modelo económico en base a la familia para centrarlo en la población, por lo que se acabará la familia como modelo de gobierno.

Así mismo, la disciplina es una variable vital debido a que permite gestionar en profundidad la población, ya que con la idea de un gobierno de la población aumenta la necesidad e importancia del desarrollo eficaz de disciplinas.

Teniendo como resultado lo que el autor denomina un triángulo entre soberanía - disciplina - gestión de gobierno cuyo objeto es la población y sus mecanismos esenciales son los dispositivos de seguridad.

Foucault busca responder a un interrogante a partir del estudio de literatura, centrándose en el análisis de El príncipe de Maquiavelo. El intenta sabe cuál es el fundamento y cuál es el papel de la soberanía en la era de la gubernamentalidad, y para eso analiza el texto de Nicolas Maquiavelo no como un manual sobre el arte de gobernar (como se había pensado históricamente) sino como un tratado sobre la soberanía. Sin embargo, esta cuestión que se plantea el autor sigue sin resolverse debido a que aun en la era de la gubernamentalidad el problema de la soberanía sigue persistiendo.

Pero, diferentes teóricos han alabado y criticado la teoría desarrollada por Foucault, en donde tiene gran fuerza la de Rafael Silva Vega, quien logra identificar ciertas falencias en el análisis realizado por el teórico francés debido a que, si bien el tomo como punto de referencia El príncipe, omitió importantes rasgos que podrían cambiar su concepción sobre la eufemización del problema de la soberanía mediante la teoría del contrato. El autor no consideró que Maquiavelo jamás se refirió a las nociones de soberano y soberanía, sino que esboza el problema de la dominación en la lógica de las relaciones de poder que están históricamente situadas, y la teoría del contrato como la de Thomas Hobbes en realidad intentan suprimir el historicismo político.

Finalmente, dejando aparte las diferentes opiniones sobre la teoría que desarrolla Foucault desde del análisis literario, se logra evidenciar que este resalta importante disonancias entre conceptos que persisten como lo son el de arte de gobierno (que actualmente es tomado como gubernamentalidad) y soberanía.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Foucault, M. (1981). Espacios de poder: la gubernamentalidad. Recuperado el 14 febrero 2016, de La piqueta Sitio web: file:///C:/Users/desti_000/AppData/Local/Packages/microsoft.windowscommunicationsapps_8wekyb3d8bbwe/LocalState/Files/601/492/EspaciosdePoder-LaGubernamentalidad%20[2492].pdf

Silva, R. (2014). La lectura de Foucault sobre El Príncipe de Maquiavelo. O el problema de la soberanía en la era de la gubernamentalidad. Recuperado el 14 de febrero del 2016, de Revista Estudios Políticos Sitio web: http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/estudiospoliticos/article/view/19530/16450