Transfisica y postfisica
Enviado por Stella • 10 de Enero de 2019 • 3.903 Palabras (16 Páginas) • 396 Visitas
...
Cuando hablamos de lo divino, debemos entender en virtud de qué se le considera tal. Para Aristóteles -y por tanto para la post- física- lo divino es tal, debido a que es eterno (inalterable y fijo); y por esta misma razón, por abarcar todo el tiempo y la infinitud, es que se piensa en una presencia divina extendida en todo el universo. Puede describirse a eso divino como aquello en lo que lo eterno, lo inmutable y lo supremo convergen.
De lo anteriormente dicho podemos extraer que al no ser dios el creador y ordenador de este mundo, y por lo tanto de las criaturas que lo habitan, no podemos asegurar que tenga un interés o preocupación, por ejemplo, en las cuestiones humanas. El mundo se regula a sí mismo, se sustenta a sí mismo en su movimiento perpetuo, en un ciclo eterno donde todo es algo siempre; este ciclo no tiene ni principio ni fin, porque ambos implican la nada, y aquí se afirma que el ser ha sido siempre.
Este orden autosustentable previó verse y comprenderse, es por eso que el hombre posee la razón que abraza al mundo, y lo divino está en este orden, el cual está separado sólo en el sentido de que no está en una cosa, sino en el todo.
Y así, el mundo es sujeto (por ser auto-producido) y no objeto, porque lo divino es pensamiento que se piensa a sí mismo, pues constituye la totalidad.
Hemos expuesto hasta ahora las concepciones que en la post-física se tienen sobre lo divino y su relación con el mundo. Es momento de decir que este pensamiento no ha sido en general el más aceptado ni el más difundido, incluso se ha visto sumido -aunque no por eso aniquilado- en algunas épocas, sin embargo ha resurgido en algunas otras, y con ello ha dado paso a una gama más variada de posibilidades tanto en la filosofía como en el ámbito cultural en general.
Consecuencias.
Ya hemos dicho que el planteamiento divino presente en la post-física no ha sido el más aceptado ni el predominante, y sin embargo a partir de él ha surgido la necesidad de explicar el ser sobre otras bases, y esto a su vez ha sido causa de gran diversidad de ideas. A esto debemos la amplia gama de ideologías que tenemos en la actualidad.
Considerando que la búsqueda de este 'origen de todas las cosas' aún persiste, hemos de decir que el planteamiento de la post-física abre paso, pues recorrer caminos que no son afines a las creencias tradicionales puede acercarnos a la verdad.
Especialmente en filosofía, esta contraposición nos da mucho material para trabajar, pues a partir de dos supuestos contrarios las posibilidades son inagotables. Esto nos recuerda bellamente que la filosofía es un constante diálogo con la tradición.
Hemos de decir que siendo la noción contraria la que ha predominado, la post-física constituye siempre una alternativa de pensamiento. Tanto, que en el siglo XVII, donde se posibilita su aceptación, pone absolutamente en duda todo el sistema de pensamiento contrario, y además deriva posteriormente en corrientes quizá no imaginadas ni pretendidas, pues al no asumir a Dios como creador, se da paso al escepticismo y al ateísmo, por mencionar algunas. Estas dos corrientes mencionadas no deben ser consideradas como malas, ya que como decíamos, amplían la gama de posibilidades y nos invitan -y nos obligan- a la reflexión y evaluación de nuestras creencias, derivando beneficios en diferentes ámbitos. Por ejemplo, en el siglo XVIII, cuando a partir de un Dios no-creador puede cuestionarse su interés e intervención en los asuntos humanos, y con ello se ve surgir la necesidad de una ética que tenga como fundamento la razón y no los supuestos de la religión.
El planteamiento de la post-física nos permite tener otras nociones y concepciones diferentes a las que ofrece el dogma, y con ello nos aparta de las intenciones de éste. Esta posibilidad que nos brinda puede extenderse más allá de la filosofía, pues así como ya marcó una época, su difusión y acercamiento al 'conocimiento popular' (el cual, debemos decir, se ve dominado por las nociones contrarias a la post-física) podría, en el mejor de los casos, provocar de nuevo un cambio de intereses, o en nuestro, caso dado que la época en que vivimos se ve atestada de apatía e indiferencia, despertar estos intereses.
° Planteamiento religioso en la trans-física.
Para hablar del origen de la trans-física, debemos remontarnos al nacimiento y vida de Jesús de Nazaret y a la llegada del cristianismo, pues esto supone un acontecimiento esencial en la historia de la humanidad, que va a condicionar también el ámbito filosófico. El mensaje cristiano es emitido en un mundo cuya cultura de referencia es la griega, en este sentido nos encontramos con dos visiones del mundo muy diferentes: la indoeuropea (representada por Grecia) y la semítica (proveniente del mundo judío, representante de Jesús). Es evidente que esto produce un choque de culturas, se opone la razón frente a la fe, el politeísmo frente al monoteísmo, la concepción histórica cíclica frente a la lineal. De este modo los apóstoles cristianos se ven predicando en un mundo políticamente dominado por Roma, con una base cultural principalmente griega, muy diferente de la que surge en el cristianismo. El cristianismo era una corriente minoritaria que no poseía fuerza alguna, pero como decíamos, el dominio político de ese momento cobijaba a la esclavitud, y es ahí donde el cristianismo con su oferta de igualdad y dignidad de todos los hombres ante Dios, toma fuerza, cobrando importancia y ganando seguidores. Así, las religiones dominantes se vuelven hacia el cristianismo, produciendo un diálogo. Este diálogo se produce por muchas razones, la primera de ellas es que si quienes predican el cristianismo deben hacerlo en un mundo comandado por la filosofía griega, para ser entendidos deben valerse de categorías filosóficas propias de los griegos, sólo así podrán entablar un diálogo con aquellos a los que quieren convertir. Por otro lado, al cobrar fuerza, el cristianismo se ve atacado y para defenderse y contrarrestar los argumentos que contra él se vierten desde los ámbitos filosóficos, deben también recurrir a los conceptos y términos filosóficos, pues es precisamente con éstos que los atacan, además debemos pensar que pese a todo es un momento en el que el cristianismo está desarrollando su empresa, se está construyendo, y para formular su ortodoxia también se ve en la necesidad de echar mano de conceptos y categorías filosóficas. Por si esto fuera poco, la naciente religión también requiere de los elementos filosóficos propiamente griegos para aclarar ciertos dogmas de su propio sistema, lo que le resulta
...