Congo de Leopodo 2

El Congo de Leopoldo II

“Es una gran injusticia histórica que Leopoldo II, el rey de los belgas, que murió en 1909, no figure, con Hitler y Stalin, como uno de los criminales políticos más sanguinarios del siglo XX. Porque lo que hizo en África, durante los veintiún años que duro el llamado Estado Libre del Congo (1885-1906) fraguado por él, equivale, en salvajismo genocida e inhumanidad, a los horrores del Holocausto^[1] y del Gulag^[2].” (Hochschild, 2002, pág. 7)^[3] [Notas de Holocausto y Gulag son mías]

La intervención de Leopoldo II tiene que ver con la entrada de Alemania y Bélgica al territorio africano, esto a partir del reparto en la conferencia de Berlín: “La apropiación ilícita y criminal de las tierras de África en gran escala recibió un gran impulso con la iniciativa de Leopoldo II de Bélgica (1835-1909), quien se apodero del inmenso territorio del Congo y lo mantuvo como una propiedad personal, que posteriormente – cuando el rey se lo entrego en herencia al Estado en 1906 – habría de llamarse Congo belga.” (Sebastián, 2007, pág. 73).

Antes de aparecer en escena Leopoldo II las pretensiones en el África eran otras; algunos países como Inglaterra, Francia, Portugal y Alemania se establecían en las costas con fines comerciales y bases para la exploración de los misioneros en el continente, así mismo como embarque de esclavos. Había cierto temor o desconfianza por el financiamiento que debía hacerse para un asentamiento más denso en ese territorio. En otras palabras, no se pensaba la posibilidad de apoderarse o colonizar ningún territorio interior (salvo excepciones como los franceses en Argelia y los ingleses en Colonia del Cabo), los puestos solo servían para eso, como plataformas seguras para comerciantes.

Pero Leopoldo mantenía una obsesión colonial para colocar el excedente de población que había en su país, ya que el país que dominaba era de territorio pequeño y la población era bastante, Bélgica era el país con mayor densidad de población europea y mayormente pobres. Intento en varias zonas del mundo pero la que más le llamo la atención surge a partir de las narraciones de los misioneros y/o exploradores dentro del territorio africano, exploraciones hechas por Verney Cameron y Henry Morton Stanley.

Una vez decidida la intervención dentro del territorio del Congo por parte de Leopoldo II, como ya se mencionó, no solo tenía pretensiones comerciales en las costas, sino a diferencia de otros países, este se adentró en lo profundo del territorio. Y sin haber tenido el consentimiento de la opinión pública internacional se proclama rey soberano de aquel territorio nombrándolo “Estado independiente (o Estado Libre) del Congo”, así mismo como propietario de los pobladores y sus riquezas. Se había adueñado de un territorio incluso decenas de veces superior al de Bélgica. Todo esto a partir del estudio y descripción realizado en esa zona por Stanley: decía que ahí no existía una numerosa resistencia militar y también había una inexistencia de imperio fuerte. Esta intervención fue diferente a las otras, no hubo muchas batallas contra los nativos puesto que estos no estaban suficientemente organizados:

“No fue una conquista, como la de los españoles, franceses e ingleses en América, sino una sistemática, gradual, astuta y dolosa penetración de un pequeño grupo de comerciantes, apoyados con una eficaz fuerza represiva, La Force Publique, en una extensa zona del territorio, sin un gobierno unificado (ni consciente de las riquezas que poseía).” (Sebastián, 2007, pág. 75).

En un inicio Leopoldo II no se mostró con interés económico y colonial, al contrario, opto por una postura filantrópica donde pretendía ayudar contra el comercio de esclavos y promover la modernización de África: toda una mentira. Busco establecer puestos de costa a costa con fines de ayuda científicos, de pacificación y como medios para terminar con la esclavitud. Inclusive fundo la International African Association que se encargaría de la administración de los esclavos y como emblema tenía una bandera de fondo azul con una estrella amarilla; que posteriormente pasaría a llamarse Asociación Internacional del Congo, esto en reacción a las sospechas q surgieron de algunos países sobre las ideas engañosas de filantropía por parte de Leopoldo II en el territorio africano. Y que ahora esta asociación aparecía como independiente de los países que habían suscrito inicialmente la carta de la International African Association: “El nuevo organismo ni era internacional, ni siquiera una asociación, sino la tapadera para la empresa privada de un solo hombre (Leopoldo Incorporated), que era también rey de Bélgica.” (Sebastián, 2007).

Ahora lo que había de realizar por parte de Leopoldo II es el reconocimiento oficial por parte de las potencias. En su estratégico plan lo primero que realizo fue pedir el apoyo y consentimiento de Estados Unidos, donde fue respaldado por el senador John Tyler Morgan y de un predicador negro llamado George W. Williams, estos dos con la idea de la posible devolución de los afro-americanos al continente africano. Y así consiguió que el presidente en turno (Arthur) diera, en un mensaje a la nación,  su consentimiento en favor de la causa de Leopoldo II: “El congreso de los Estados Unidos reconoció el 22 de Abril de 1884 la soberanía de la Asociación Internacional por África sobre la cuenca del rio Congo y su bandera como la de un Estado soberano.” (Sebastián, 2007, pág. 81).

Posteriormente su objetivo era convencer a Francia, ya que estos no veían fructífera la propuesta de Leopoldo II en el continente africano, ellos pronosticaban un posible y evidente fracaso de su plan; sin embargo, los franceses, temían que al perder Bélgica control de ese territorio los ingleses se apoderaran de él. De eso se aprovechó Leopoldo II para persuadir a Francia otorgándole la primera opción de compra si es que llegaba a fallar el plan que tenía en el Congo: “impulsada por el miedo a Inglaterra, Francia reconoció la soberanía de Leopoldo II sobre el Congo…” (Sebastián, 2007), para esto Leopoldo II hizo una promesa formal a los franceses de no vender ese territorio a ningún otra potencia y ellos, los franceses, en primer lugar cuando esto llegara a suceder, firmando un tratado de “primera compra” en 1884.

Con la el pacto realizado entre Francia y el rey Leopoldo II los ingleses fueron los primeros alarmados y conceden apoyo a este y sus fines en el Congo, ya que no querían que este fracasara y así Francia se hiciera de ese territorio. Y así fue como ya estando en el poder se lograra legitimar la soberanía Leopoldo II en el Congo. Y en el mes de mayo de 1885 Leopoldo II ya tenia la aprobación internacional para gobernar el Congo, un territorio:

“con 2700 kilómetros de ríos navegables y una gran riqueza de recursos: marfil, que fue el primer objeto de la avaricia del rey de los belgas; caucho, que seria por muchos años la principal fuente de enriquecimiento del rey, y también la fuente de trabajo mas inhumano y mas criminal para los nativos; aceite de coco, madera y cobre. Hoy, naturalmente existen, otros minerales: el coltán es el más apreciado por su aplicación en las nuevas tecnologías de las comunicaciones, hay petróleo y se han encontrado piedras preciosas y oro.” (Sebastián, 2007, pág. 86).