El Crack de 1929
Enviado por Rebecca • 22 de Noviembre de 2018 • 6.440 Palabras (26 Páginas) • 317 Visitas
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5. Conclusiones…………………………………………………………….29
6. Bibliografía………………………………………………………………..30
Cronograma de Trabajo………………………………………………………..32
1. ANTECEDENTES
1.1 Primer Guerra Mundial
Con el estallido de la Primer Guerra mundial, el capital británico dejó de tener el nivel de exportación internacional que manejaba hasta entonces, por lo cual EEUU empezó a manejar las exportaciones de capital en forma de préstamos principalmente para los Aliados, esto se dio en diferentes etapas. Entre 1915 y 1917 los préstamos internacionales se basaron en capitales privados de los Estados Unidos y todos estos iban en aumento según fuese creciendo la necesidad de armas y municiones, la magnitud de este endeudamiento fue tan grande que en esta época el 97% de los préstamos totales de Estados Unidos eran para los Aliados y solo el 2% hacia América Latina; el 90% de los préstamos a los aliados fueron a corto plazo.
La Segunda etapa se dio entre 1917 y 1922, con la entrada de Estados Unidos al conflicto armado, los créditos se redujeron y pasaron a tener una autorización máxima de US$10.000 millones teniendo unas condiciones más liberales que las de los créditos del sector privado. Al final de las hostilidades la suma autorizada fue copada casi en su totalidad, dando esto una suma de US$9400 millones de los cuales Gran Bretaña y Francia recibieron el 44% y el 31 % respectivamente y así estas obligaciones, se convirtieron en deudas a largo plazo por un periodo de 62 años, dando al final una suma de US$11.700 millones[1]
1.2 El Tratado de Versalles
El tratado de Versalles estipulo las reparaciones de guerra que tenían que pagar los países vencidos, en especial Alemania, que vio hipotecada su economía durante décadas. Durante la Primera Guerra Mundial, los estados beligerantes postergaron la producción de bienes de consumo en favor de la industria de armamento. Esto provocó la pérdida de mercados europeos en el mundo, y países como Canadá, Australia y Japón desarrollaron su industria para satisfacer dichos mercados. El mayor beneficiado fue EE.UU., que se convirtió en la primera potencia industrial del mundo, con el 42% de la actividad industrial mundial. La gran mayoría de los países debían dinero a EE.UU., y Nueva York se convirtió en el centro financiero mundial, sustituyendo a Londres.
Los países beligerantes encuentran dificultades para transformar una economía de guerra en una de paz. Pese a los problemas generados por la economía mundial, está experimentó un crecimiento en 1919, sin embargo, del año 20 al 21 sobrevino una grave recesión debido a dos factores:
- La restricción de créditos de EE.UU. a Europa.
- La restricción de créditos de EE.UU. coincidió con un descenso de la demanda una vez satisfechas las necesidades básicas tras la guerra.
La crisis del 20 al 21 afectó a los países de diferente forma. En EE.UU., Gran Bretaña y Francia vieron disminuida su actividad productiva y aumento del desempleo. Alemania sufrió una hiperinflación. Italia sufrió quiebras de empresas y de bancos, así como aumentos del desempleo y de la inflación, todo esto provocó en Italia una grave crisis social que provocó el ascenso del fascismo en 1922. Tras esta crisis, se logra la estabilización monetaria.[2]
En 1922 tiene lugar la Conferencia Internacional en Génova, donde se toman varias medidas:
- Se acuerda el aumento en la concesión de créditos, pero tomando medidas rigurosas en lo relativo a quién se les concede.
- Se acuerda revisar las reparaciones de guerra.
- EE.UU. aceptó la reducción de la deuda de los países europeos.
1.3 Tabla de Balance Internacional de los Estados Unidos[pic 1]
[pic 2]
1.3.1 Análisis Tabla
La condición de nación deudora se puede ver representada por el signo negativo dado en los activos netos del país hasta 1914; 5 años más tarde podemos ver el cambio a nación acreedora que puede explicarse no sólo por el incremento de activos – inversiones directas y préstamos a los gobiernos aliados- sino también por la liquidación de activos en manos de inversionistas foráneos y la repatriación de valores financieros durante la guerra.
De la lectura de la Tabla pueden extraerse una conclusión inequívoca. En primer término, la condición acreedora de los Estados Unidos ya era clara al final de la guerra, aún sin considerar los préstamos gubernamentales.
2. Ascenso de New York como Centro Financiero Dominante
En la década siguiente de la gran guerra se produjo un fuerte cambio en los centros financieros internacionales. La nueva oleada de financiamiento internacional fue acompañada por un cambio crucial en la identidad de los inversionistas. Cerca de US$16.000 millones en emisiones nuevas de capital (o sea, excluyendo operaciones de refinanciamiento) sobre inversiones foráneas fueron ofrecidos públicamente en Londres y Nueva York entre 1920 y 1930.[3]
El crédito Dawes vinculó a los inversionistas privados de los Estados Unidos con la reconstrucción europea, en forma similar a como ya lo habían hecho los préstamos de las leyes del Crédito de la Libertad. Bajo estos últimos existió un vínculo indirecto mediante el cual las compras de bonos de gobiernos extranjeros por parte de la administración norteamericana fueron financiadas a través de la colocación de bonos denominados en dólares en el mercado interno de capitales. El empréstito Dawes no sólo estableció un vínculo directo, sino que enriqueció el radio de oportunidades de inversiones de portafolio. Lo que debe subrayarse en este punto es que la internacionalización de las inversiones privadas de los Estados Unidos rebasaría las fronteras alemanas y europeas formando oleadas crediticias sin precedentes, las cuales alcanzarían las costas de América Latina, Australia y el Japón
La redistribución de los préstamos internacionales se revela en el hecho según el cual por encima del 60% de dichas emisiones fue colocado en Nueva York; y durante el auge de préstamos
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