Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

LA EDUCACIÓN DE LOS ATIGUOS NAHUAS

Enviado por   •  7 de Febrero de 2018  •  2.095 Palabras (9 Páginas)  •  292 Visitas

Página 1 de 9

...

Todos los pipiltin se hacen tlamacazque, porque en el lugar de la enseñanza, en el calmecac, la gente es corregida, la gente es enseñada; era el lugar de vida casta, el lugar de reverencia, el lugar del conocimiento, el lugar de la sabiduría, el lugar de la bondad, el lugar de la virtud, el lugar sin suciedad, sin polvo. Nada reprensible hay en la vida de los tlamacazque, en la educación del calmecac.

Capitulo octavo, habla acerca de la forma de vida que se aguardaba en el calmecac, donde era su lugar de vivir, donde se enseñaban los tlenamacaque y los tlamacazque.

La primera cosa, allí en el calmecac duermen todos los tlamacazque.

La segunda, se hace por todo el mundo: barrer cuando aún es de noche.

La tercera, ya de día, los fuertecillos van entonces a buscar espinas, lo que se dice “cortaran las espinas”.

La cuarta, cuando ya son tlamacaztoton o cualquiera, cuando aún es de noche, o quizá cuando ya pasó la media noche, empiezan a ir al bosque. Cogen madera; cargan en las espaldas los llamados troncos. Los queman durante la noche en el calmecac para que vigilen los tlamazque.

La quinta, apenas deja el trabajo, van a conocer sus obligaciones religiosas, las obligaciones del calmecac, la penitencia.

La sexta, así dormían los tlamazque: ninguno se tendía junto a otros; todos aislados; ninguno se arropaba con otro.

La séptima, la comida sólo se hacía y la comían en conjunto. Comían lo que allí estaba como cosas comunes. Y si alguno de daban comida de su casa, no la comían como cosa propia.

La octava, a la media noche, cuando se dice “se hiende la noche”, todo mundo se levantaba, oraba. Se reúnen para castigar al que abandona su obligación por estar dormido, al que no se despierta luego: le sangraban las orejas, el pecho, las piernas, las espinillas. Con esto cunde el temor.

La novena, entonces ninguno se ensoberbecía, entonces ninguno se desvergonzaba. Se vivía ordenadamente. Si alguna vez llegaba a aparecer uno que bebía pulque, o que se entregaba a las mujeres, o que hacía algo grave, luego lo aprendían. No había compasión: era quemado, o quizá estrangulado, o era quemado vivo, o flechado. Al que peca levemente le sangraban las orejas, los costados, las piernas, con espinas o huesos.

La décima, así eran educados los niñitos para que no pecaran gravemente: sangraban sus orejas, o quizá los golpeaban con ortigas.

La decimoprimera, bajaban al agua a la media noche, y los tachcahuan se bañaban en el agua.

La decimosegunda, cuando era el ayuno, todos los guardaban; al llegar el medio día comían todos los niñitos. Y cuando era el ayuno que se dice “son comidos los tamales de agua”, no se probaban las cosas.

La decimotercera, era muy bien enseñados los buenos discursos. Al que no hablaba bien, al que no saludaba a la gente, luego lo sangraban.

La decimocuarta, eran muy bien enseñado los cantos, los llamados “cantos divinos”.

La decimoquinta, era voto de los tlamacazque la que continencia sexual, la vida limpia. En ningún lugar podían ver mujeres. Era su voto la sobriedad. Ninguno mentía. Eran muy dedicados a las cosas divinas; los sacerdotes eran muy respetuosos de los dioses.

La educación de los mercaderes

En este texto se habla de cómo eran los banquetes que organizaban los mercaderes, antes de ir a una expedición, y se trascribían los discursos que eran dirigidos a los ancianos que despedían a los viajeros, a los jefes del grupo, a los muchachos que por primera vez emprendían un viaje, y a los jóvenes ya experimentados que ayudarían a sus compañeros.

En el caso de los pochtecas es particularmente interesante.

Eran ellos los comerciantes; pero no los que accidentalmente o en forma secundaria ejercían una actividad de forma secundaría, sino los miembros de grupos humanos, bastante cerrados, dedicados al comercio profesionalmente. De ellos se ha creído, con base en buenos indicios, que pertenencia a un grupo étnico muy diferente al mexica, probablemente procedentente de la costa del Golfo. Vivian en barrios particulares, con cultos y ceremonias propias. Su organización interna era muy compleja, y al parecer existía una jerarquía que provocaba marcadas diferencias.

En lo exterior se mantenían unidos a grupos fraternos que organizaban una extensa red comercial, sobre buena parte del territorio mesoamericano, vinculado a sus actividades con otras organizaciones de comerciantes que cubrían áreas mucho más remotas.

Socialmente se distinguían de los nobles; pero sus privilegios los hacían sobresalir del plebeyo común, y políticamente se vieron favorecidos en un tiempo por los tlatoque mexicas, y fueron objetos de recelo, y aun de persecución, en la época de Motecuhxoma.

En el aspecto educativo, los pochetas tuvieron que buscar soluciones particulares a su condición.

Como los artesanos, sus actividades económicas hacían necesaria una preparación muy especializada. No sólo era el conocimiento de las mercaderías y sus valores, sino la geografía de las rutas de comercio; las costumbres y lenguas de los pueblos que atravesaban, las artes marciales que les permitirían subsistir ante los frecuentes ataques de salteadores y militares enemigos, y los modos cortesanos necesarios para el desempeño de las embajadas.

Esto hacía necesario que, como en el caso de los jóvenes que salían por primera vez a la guerra, los comerciantes noveles fuesen encomendados a un adulto experimentado; pero, a diferencia de las expediciones militares, las comerciales eran muy prolongadas, de años enteros, por lo que el sentido de pertenencia de los jovenes a templos- escuelas debió de haber sido muy limitado.

Salutación y suplica que hacía un principal al tlatoni recién electo

Los huehuetlatolli, “discurso de los antiguos”, se encuentran en los linderos de la educación formal e informal. Si bien no están ligados a las escuelas, la solemnidad con que eran pronunciados en muy particulares ocasiones, la puntualidad en el uso de las metáforas y la importancia que se les concedía en la formación delos miembros de la sociedad, hace que tenga que distinguírseles de todas aquellas formas de expresión en

...

Descargar como  txt (13 Kb)   pdf (52.8 Kb)   docx (17.4 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club