La obra presentada nos lleva a dar un paseo por un interesante recorrido.

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Queda exento de reconocimiento, participación e idolatría dentro del proceso, cualquier otro grupo de un sector social no criollo, como los mestizos acusados de fomentar el odio étnico. Los nativos y esclavos, quienes fueron escondidos o barrados y tomados como seres incapaces de llevar adelante un levantamiento o revolución debido a que no poseían los pensamientos e ideales necesarios para llevarlos adelante y triunfar.

Tampoco se nombra la lucha existente entre San Martin y el poder central de Buenos Aires, quien buscaba que el general se enfrente en batalla a sus enemigos (las provincias del interior). A lo cual este se niega a realizar dicha orden y continúa con su misión libertadora. ya que para él sus enemigos eran los colonizadores europeos y no sus propios hermanos y sangre de un mismo país.

Bajo mi opinión es entendible el abordaje del autor a ciertos sectores sociales y a resaltar la figura de los próceres ya que desde el vamos su intención primordial fue crear el mito nacional y lograr una unificación en los habitantes. Pero, al mismo tiempo veo como una exageración la gran y desmedida exaltación de la figura de los llamados próceres o héroes de la patria, Obviamente sin menospreciar sus hazañas ni la figura de San Martin, Bolívar entre otros.

Siguiendo la misma línea, también es criticable el poco o directamente nulo reconocimiento hacia los sectores sociales más bajos marcados negativamente en toda la obra y no solo ellos sino también hay una completa falta de reconocimiento al género femenino y al rol de la mujer en tal proceso histórico.