Petlalcingo
Enviado por Ensa05 • 10 de Junio de 2018 • 1.694 Palabras (7 Páginas) • 285 Visitas
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Se acostumbra rendir culto a los muertos el 1º y 2 de Noviembre. Para las festividades de todos Santos y fieles difuntos se acostumbra colocar un altar en el lugar principal de las casas, en algunos barrios se va al panteón de noche y se ornamentan las tumbas con flores y velas, es común que la gente pase la noche hasta que se apaga la luz de las veladoras y las familias platican, se reúnen e incluso llegan a llevar músicos. Fuera del panteón hay muchos puestos de comida típica, tamales, pozole y chalupas, además de un caliente ponche o atole con los tradicionales panes de dulce.[pic 4]
Para la fiesta de navidad, cada barrio hace una procesión en donde llevan a un “niño dios” con las personas caracterizadas con trajes y máscaras de “viejitos”, la precesión camina por todo el pueblo y el cerro hasta llegar a la iglesia, escuchar misa y luego el “padrino” (la persona que ofrece su casa para entregar al “niño dios” ofrece una comida y aguinaldos en donde al final llega la banda y las personas disfrazadas bailan animadas por un buen rato.
La literatura
En puebla han surgido grandes escritores y poetas, pero los más aproximados a ser cronistas fueron frailes que en el virreinato y luego posteriormente se encargaron de recopilar algunas escrituras y literaturas orales contadas entre los nativos. Lamentablemente no se encuentran registros en lo que podamos consultar aquellas recopilaciones o saber las identidades de los rsponsables, sin embargo destacan autores como Gaspar Pérez de Villagrá, nacido en Puebla de los Ángeles en 1555 y autor del poema épico Historia de la Nueva México. Durante el siglo siguiente, crece el número de poetas novohispanos y también se engrandece la calidad de sus entregas. Con justicia figuran entre los más admirables Francisco Ruiz de León y el jesuita Carlos de Sigüenza y Góngora. Pero no ha de olvidarse, por sus cualidades peculiares, la himnografía hispano-latina que se reúne en volúmenes como el Misal y Oficio gótico, publicado en Puebla por el obispo Fabián y Fuero: Missa gothica seu Mozarabe et Officium itidem Gothicum (…) Angelopoli. Typis Seminarii Palafoxiani (1749; ed. 1770) (Lo cita, con su habitual oportunidad, Menéndez Pelayo en su Antología de los poetas líricos castellanos, I, Parte primera: La poesía en la Edad Media, en Obras completas, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1940-1966, p. 49).
“Sin lugar a dudas, un periodo de esplendor en la literatura poblana corresponde a la Ilustración. Gracias a Francisco Fabián y Fuero, a quien ya hemos mencionado en otros párrafos a propósito de la formidable Biblioteca Palafoxiana, adquieren nuevo brillo las pesquisas de orden intelectual y religioso. Cuando José Pérez Calama y otros espíritus afines propician la institución de una Academia de Letras, se cumple un deseo acariciado por los ilustrados de todo el ámbito hispanohablante: el retorno a los saberes clásicos a la luz de la razón. «Los cabildos eclesiásticos —escribe Ernesto de la Torre Villar— se enriquecen con personajes ilustrados; las parroquias del arzobispado se transforman al contar con curas virtuosos y de buena formación. En la catedral poblana ingresan, en calidad de canónigos, personajes como Andrés de Arze y Miranda. Hombre de cultura excepcional, amigo y consejero de Eguiara y Eguren; además de excelente conductor del pueblo al que trata desesperadamente de alejar de la embriaguez y la ociosidad, también es un excelente conocedor de los representantes más ilustres de la cultura poblana». Esta conciencia es nota constante en figuras como el historiador dominico Juan de Villasánchez y el erudito José Mariano Beristáin y Souza, de quien nos dice De la Torre que fue continuador de la labor bibliográfica de Eguiara y Eguren, «con no menos rigor, hondura y conocimientos. Sin embargo, su Biblioteca Hispanoamericana Septentrional, llena de errores, omisiones e inexactitudes, sería la primera bibliografía escrita en español que traza un panorama general de la cultura nacional» («Los libros en Puebla», op. cit., pp. 1-2). Por fuerza, más adelante hemos de volver a esta figura.”
En el pueblo, como tal, no hay un cronista, pero fuera de la iglesia se sientan algunos hombres ancianos y dicen que ellos saben muchas historias y que han visto muchas cosas a lo largo de su vida. Petlalcingo es uno de los municipios más precarios del estado pero sin duda tiene algo muy especial, la gente es muy unida y se aferran firmemente a sus creencias y costumbres, el ambiente es feliz y tranquilo, no está lleno de centros comerciales ni lugares modernos, es como regresar en el tiempo y alejarse de todo, una pequeña probada del pasado.
Yo me siento afortunada de tener familia con raíces que hoy en día son menospreciadas, convivir con esta parte de mi familia, de mi origen, fue espléndido, aunque también decepcionante al notar algunos comportamientos de las nuevas generaciones hacia sus orígenes. Fue la primera vez que convivía tan estrechamente con esa parte de mi familia y descubrí muchas cosas acerca de ellos, aprendí de su forma de vida y aprecié mucho el patrimonio que me ofrecen.
Mesografía:
http://www.visitmexico.com/es/puebla
http://cvc.cervantes.es/artes/ciudades_patrimonio/puebla/historia_tradicion/literatura_xix-xx_01.htm
Guía México desconocido No. 57 Puebla / marzo 2000
https://www.mexicodesconocido.com.mx/un-mosaico-cultural-puebla.html
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