Autorrealización y autotrascendencia.

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Tal vez una de las causas sea, el que ya no se habla de la “complementación hacia la perfección humana, de la mujer y del hombre al juntar sus vidas como pareja”. Hoy se busca una mera compañía complaciente, por mientras, sin lazos fuertes, y en ocasiones sin proyectos y sin compromiso, todo esto entre otras deformaciones en nuestra sociedad. Es importante que cada ser humano se relacione consigo mismo, con sus demás congéneres y con su entorno pero no de cualquier forma, sino en función de su dignidad, de lo que ella y él son, como protagonistas de su historia y forjadores responsables de su futuro, en una constante búsqueda del conocimiento, de la verdad, de la fraternidad, de la solidaridad y por supuesto de la felicidad, todo esto enmarcado en un escrupuloso cuidado de su medio ambiente, que permita no solo su continuidad como

especie, sino que permita también la de todas las demás especies. El hombre y la mujer, son sujetos conscientes y responsables de sus actos y capaces de perfeccionarlos. Obviamente, dentro del ejercicio de su libertad, pueden también, hacer todo lo contrario. La clave está, en el hecho de que el ser humano se ubica en un plano superior al de su mundo circundante y al mismo tiempo, ahí está el peligro, porque se puede desempeñar como homo sapiens, pero también como homo demens, u homo insipiens, o volverse un desenfrenado homo faber. El hombre está en un mundo al que no pidió venir y que tal vez no lo entienda, pero sin embargo, ya vive en él y es necesario que lo asuma y procure hacer su mejor papel.

Y tal vez su mejor papel sea trascender, que sea capaz de dejar sus huellas, que no pase desapercibido en este mundo, que aporte su grano de arena, que sus descendientes puedan ver la herencia de sus ancestros y esto los impuse a seguir creciendo por ese camino. Que este ser humano tenga por tarea dejar un mundo mejor que el que recibió, de eso se trata esta materia, de que colemos un poco de nuestra persona a la historia, tal vez no a la historia universal (¿Porque no?) Pero si a la de nuestros hijos, a la de nuestros nietos, de nuestros vecinos, de nuestra colonia, en las personas que nos necesitan, las que no han tenida a la suerte de su lado, en esta vida. ¿En qué puedo ser útil? ¿A que causa puedo sumarme? ¿Qué hace falta en mi colonia? ¿Cómo puedo transmitir lo que he recibido? ¿Con quién puedo hacer equipo para realizar un proyecto en bien a la comunidad? ¿A quién voy a motivar?, ¿De quién me voy a auxiliar?, ¿Cómo voy a obtener recursos? ¿Cómo voy a empezar? ¿Quién me puede asesorar?

El éxito para superar la autorrealización y llegar a la autotrascendencia, es que cada uno de nosotros, hagamos un compromiso con nosotros mismos, y logremos un proyecto, con la idea clara de que lo que ha recibido no solo para mil, es para que, una vez que lo he puesto en práctica en mi vida, en mi familia, es tiempo de llevarlo a la comunidad. Somos parte de un gran proyecto, la humanidad, que es un gran semillero, el que cada vez salen menos proyectos sociales y cada vez más individuales o corporativos que en lo último en lo que piensan es en sus semejantes o en la naturaleza.

Por lo tanto, el compromiso es compartirse, comprometerse, entender que hay un mundo que nos necesita e ir en su ayuda.

Las y los invito a esta aventura, que sin duda será una de las mayores y más apasionante experiencia en su vida.

LA MUJER Y EL HOMBRE, NO SÓLO SON LO QUE SON CADA UNO, EN UNIÓN, SON MÁS, EN UNIÓN, LOGRAN LA MÁS GRANDE TRASCENDENCIA DEL SER HUMANO, LA VIDA.