Ciberadicción.

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- Problema de estudio

El mundo virtual: concepción, política, economía y educación, una forma nueva de permanecer en la red, generando construcción del espacio virtual y dependencia de este mismo.

- Contextualización

A través de la historia la sociedad se ha caracterizado por un conjunto de profundos y rápidos cambios en diferentes escenarios entre estos económicos, sociopolítico, cultural, científico –tecnológico, cambios que impactan en casi todas las esferas y condiciones de la vida de los individuos y los grupos (Gainza, 2003). Unos de los cambios más importantes que han marcado la sociedad es a nivel tecnológico, el gran desarrollo en el ámbito tecnológico ha producido una revolución social, según Belloch (2012) esto es demonizado “sociedad de la información".

Según lo anterior y de acuerdo a la información y el afán de andar conectados será el motor de esta nueva sociedad, y en torno a ella, surgirán nuevas maneras de interconectarnos y comunicarnos (Adell, 1996).

Según Belloch (2012) la dimensión social de las nuevas tecnologías de comunicación aparece atendiendo a la fuerza e influencia que tiene en los diferentes escenarios y a las nuevas estructuras sociales que están emergiendo, produciéndose un contacto constante entre la tecnología y la sociedad. La comunicación como se dijo, es uno de los campos que se ha transformado, donde actualmente la tecnología y la sociedad están unidos y esta unión ha tenido un resultado llamado cibermundo.

El cibermundo se ha convertido en un gran fenómeno de masas. Muchos son los aspectos y las temáticas que se están analizando sobre la proliferación y la masificación del uso de este (Sanchis, 2012). El cibermundo se convierte en un punto de encuentro para los sujetos contemporáneos. A través del cibermundo y sus distintos formatos podemos estar informados cada vez más y se va adquiriendo una mayor consciencia acerca de la comunicación que está cambiando y que, por tanto, hay nuevas formas de interacción (Belloch, 2012).

Además de los cambios comunicativos, hay que tener en cuenta el cambio que hace ese fenómeno social al sujeto donde se vuelve en un lugar donde se logran identificar y se sienten a gusto y parte de un grupo social, ya que tienen la posibilidad de compartir intereses, gustos, ideales y afinidad, incluso ansiedad que de otro modo posiblemente no contactarían (Echeverría, 2013).

Según Echevarría (2013) La satisfacción que induce el cibermundo puede provocar un apego a las mismas, e incluso en gran medida una conducta adictiva por parte de los sujetos, pero en determinado momento puede convertirse en una necesidad física y psicológica propiciado por una revolución social.

- Problematización del objeto

El sujeto se convierte en el objeto del problema cuando hay una separación del mundo real y una inmersión en el mundo virtual, lo cual generaría alejamiento y pocas habilidades a la hora de interactuar con su entorno social, que a su vez permite que la persona sea más dependiente a la vida virtual y menos acertada en sus relaciones presenciales.

MARCO TEÓRICO

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son perfectamente nombradas facilitadoras de nuestra vida cotidiana, pero como consecuencia adversa también nos puede complicar la existencia. De esta manera, el internet y demás medio se convierte en el adolescente en un fin y no en un medio como para lo que se fue creado en primera instancia. Asimismo, las redes sociales pueden enganchar en algunas circunstancias a los adolescentes, puesto que el mundo virtual llamado hoy en día cibermundo, ayuda a la contribución y creación en el sujeto una falsa identidad y generar un distanciamiento, es decir, una pérdida del contacto personal y distorsión del mundo real (Echeburúa & Corral, 2010).

Realmente de lo que se trata es de una revolución en las formas de vivir, de pensar, de actuar, que lentamente se ha introducido en las sociedades que se encuentran en ese conjunto de redes tecnológicas digitales que se llama el cibermundo (Márquez, 2014).

La pérdida del propio cuerpo en el cibermundo es el resultado de la desaparición de la ciudad física, único lugar que garantiza el contacto real, la desaparición de la ciudad viene propiciada por todos aquellos elementos informatizados que hasta ahora eran la base de la materialización del cuerpo: la domótica, el cibersexo, el teletrabajo, las biotecnologías reparadoras del cuerpo (Márquez, 2014).

Como se puede apreciar, en el cibermundo se ha producido una revolución tecnológica, económica y social que articulada a las construcciones de redes sociales, han estado socavando los cimientos de una cultura que en términos políticos y educativos se pensaba que era imposible de reformar, por eso, no resulta una aventura decir que, debido a la tecnología de la información y la telecomunicación, de lo digital y ciberespacial, el mundo global de hoy se ha complejizado, llevando en sus entrañas un nuevo mundo, el cibermundo, que se expande no en lo territorial, sino en lo virtual, no en lo espacial, sino en lo ciberespacial (Márquez, 2014).

Definición: Según (Klastrup, Boellstorff & Malaby, 2003-2009), son espacios sociales persistentes generados por ordenador o dispositivos móviles y representados gráficamente en tres dimensiones a lo que los usuarios pueden acceder a través de internet mediante representaciones digitales conocidas como avatares para comunicarse e interactuar con otros usuarios y con los objetos que se encuentran en su interior (Márquez, 2014).

Reflexión: Todo este proceso se ha estado dando de manera violenta, acelerada en la hiperconectividad, en tecnologías disruptivas, en las redes sociales, WhatsApp, Snapchat, Instagram, Facebook, Twitter, entre otras. Además, ha estado cambiando el estilo de vida, porque son redes hiperconectadas y repercuten en las neuronas cerebrales, en la plasticidad del cerebro, que han forjado una nueva cultura, la cibercultura (Márquez, 2014).

EL SUJETO CIBERNÉTICO

La participación de los sujetos cibernéticos en ese mundo virtual, aumentan cada día; para 1998, su población rondaban 147 millones y en el inicio del siglo XXI, alcanzó unos 700 millones; unos años después (2006) la cifra estaba en 1.024 millones y en el 2013, ya existían unos 2.700 millones, lo que supone casi el 40 por ciento de toda la población mundial, en la actualidad (2015) estos sujetos cibernéticos rondan los 3.200