El hábito de posponer.

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La sexta etapa es la etapa de decisión ya que literalmente el postergador tiene que tomar la decisión entre iniciar la actividad postergada hasta las ultimas consecuencias y realizar la actividad postergada hasta donde el tiempo restante permita aunque este no sea la conclusión de tal actividad y simplemente no hacer nada, escudarse tras un “No puedo hacer esto” o un “¿Por qué preocuparme?” y entrar en una actitud de resignación.

La séptima y última etapa, podríamos nombrarla como la etapa de la promesa. En ésta etapa el postergador hace consciencia de lo ocurrido y habiendo abandonado o concluido la actividad postergada, una vez analizado lo ocurrido el postergador se promete a sí mismo no volver a postergar una actividad y realizar todo en tiempo y forma pero en realidad en muy pocas ocasiones esta promesa llega a ser respetada.

Analizando la postergación como un ciclo, como una serie de etapas y actos psicológicos que llevan a un individuo a retrasar la realización de un actividad. La verdadera cuestión sería, ¿De donde viene la postergación? Si bien es verdad que las circunstancias, hechos y actitudes influyen en nuestro comportamiento y ese comportamiento moldea nuestra vida, en realidad, ¿Cual es el origen de nuestro hábito de postergación?

En este punto el autor nos plantea varias cuestiones en las que baso mi teoría de que todo ser humano en algún momento de su vida ha postergado algo y ha experimentado estas etapas, ¿Recuerda la primera vez que postergó algo? ¿Cuáles eran las circunstancias? ¿Era algo escolar o algún mandato de sus padres? Estas preguntas nos plantean y nos hacen recordar situaciones en las que hemos postergado y si analizamos con atención podemos reconocer patrones en nuestro comportamiento e identificar las situaciones o bajo que condiciones somos más propensos a postergar una actividad.

El autor nos plantea varias razones por las cuales una persona puede convertirse en un postergador y una de ellas es miedo al éxito, nos plantea que una persona que una persona con éste tipo de miedo se convierte en postergador para retrasar su “éxito”, como una especie de auto sabotaje y hago énfasis en esta teoría porque no estoy de acuerdo con ella, ya que cuando una persona tiene miedo al éxito, no posterga las actividades o sus responsabilidades, simplemente no las realiza para evitar ser reconocido y mantenerse siempre con un bajo perfil en lo que realiza aún siendo el mejor en lo que desempeña.

Existen aquellos postergadores que realizan este hábito por miedo a la unión afectiva. Esta teoría se concentra en aquellas consecuencias externas con una proyección en las consecuencias internas. Creando un conflicto en las relaciones interpersonales, específicamente en las relaciones afectivas producto de las consecuencias internas por miedo al exponerse a las ideas de otra persona.

Por último nos propone soluciones metodológicas para combatir y prevenir el hábito de postergar.

Desde mi punto de vista, la solución sería planificar la actividad y darle la importancia que merece como toda actividad, teniendo siempre en mente la idea de que el tiempo es un recurso que nunca se recupera. Si se tiene esto en mente es difícil ser indiferente a la fecha limite para realizar la actividad y por lo tanto provocaría que no se perdiera el tiempo con pensamiento paralizantes y no esperásemos ese inicio espontaneo en nuestras actividades.