El hombre en busca de sentido - Ensayo
Enviado por Mikki • 19 de Diciembre de 2018 • 1.507 Palabras (7 Páginas) • 377 Visitas
...
La suerte para los prisioneros en el campo de concentración era esas cosas horribles que tenían que hacer otros prisioneros y que ellos veían. También cuando se estaba enfermo era tener suerte, porque no tenía que trabajar, y la suerte de Frankl se fue incrementando poco a poco porque fue trasladado desde trabajos en el exterior a las cocinas y posteriormente se presento voluntario para trabajar en un campo destinado a enfermos de tifus desempeñando tareas sanitarias. Una cosa anhelada por el prisionero era la soledad. Dado que vivían en una sociedad comunitaria impuesta, no tenían ocasión de estar a solas consigo mismos. Frankl encontró un lugar destinado a ello cuando lo trasladaron a un campo de reposo.
A pesar de estar “secuestrados”, los prisioneros poseían lo más importante de todo: la libertad interior, que es la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino. Los prisioneros podían decidir cómo actuar, y eso no se los podía robar nadie. “Es esa libertad espiritual que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito” (pág. 41).
Muchas veces es precisamente una situación externa excepcionalmente difícil la que da al hombre la oportunidad de crecer espiritualmente más allá de sí mismo. El prisionero que perdía la fe en el futuro estaba condenado, tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida, y en vez de ello, pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente. Nuestra contestación no debe ser en palabras, sino que debe ser una conducta y una situación rectas. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo. Dentro del campo si los prisioneros debían encontrar un sentido a su vida por lo que seguir luchando y sobrevivir, si no le encuentran sentido, no tienen porque luchar y dejan de vivir.
Había diferentes tipos de guardias en el campo: algunos sádicos, en el sentido médico del término, y que eran seleccionados precisamente por serlo, como lo eran los individuos más brutales y egoístas, los que tenían más probabilidades de sobrevivir, era una selección negativa. Y los guardias que sentían lástima por los prisioneros a causa de los años de métodos brutales.
Fase 3 “Después de la liberación”.
Frankl relata lo que sucedió la mañana en que, tras varios días de gran tensión, se izó la bandera blanca a la entrada del campo. Lo que ocurre es que como llevaban tanto tiempo presos, habían perdido la capacidad de alegrarse y ninguno de ellos fue feliz el día que por fin fueron libres. Y nos cuenta como los prisioneros se arrastraron hasta las puertas del campo diciéndose sin creérselo aún que eran libres. Todo parecía irreal, improbable, como un sueño, y temían que al despertar les llegase la dura realidad. Narra como si un prisionero era preguntado por un granjero de las cercanías podía pasar horas hablando. Él nos cuenta su particular y conmovedor renacer.
Algunos prisioneros se sentían tan maltratados, que a partir del día de la liberación pasaron de ser oprimidos a opresores. Solo muy lentamente se podía devolver a aquellos hombres a la verdad lisa y llana de que nadie tenía derecho a obrar mal, ni aun aunque a él le hubieran hecho daño. En el campo todos sabían que no habría felicidad posible que les pudiera compensar de tanto sufrimiento.
---------------------------------------------------------------
Bibliografía.
Frankl, Victor E. El hombre en busca de sentido. Barcelona, España: Herder, 1991.
...