LA EDUCACIÓN EN FILANDIA

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Realizan prácticas grupales ellos lo llaman innovación, que les lleva 26 horas para ellos es una forma de mostrar interés y sobre todo a conocer a la gente y lograr un mejor trabajo grupal y a sociabilizare.

Un principio importante que tienen los finlandeses es la confianza entre los docentes pues están tan seguros de su capacidad y sus estrategias que le permiten realizar bien su trabajo y le hacen un docente competente, con habilidades de observación y comunicación con la finalidad de aprender a pensar por sí mismos, como resultado tenemos un buen profesional dentro de la rama de la educación y asi ellos nos pueden brindar sus conocimientos adquiridos.

Una de las cosas importantes de su sistema educativo es la igualdad y equidad, todos son educados de la misma manera, sin discriminar su estatus social, economía ni conocimiento, de hecho la economía de las familias finlandesas es media y están conformes con esta porque su calidad de vida es alta, los jóvenes no piensan su futuro con carreras que les dará más dinero si buscan cumplir su sueño y su sociedad los apoya y lo más importante la educación lo apoya, es por esto que la mayoría de los estudiantes pasan gran tiempo en los centros educativos y no precisamente atormentados con tareas, si no innovando su conocimiento buscando nuevas formas de aprender sin ningún tipo de limitaciones.

Un aspecto importante es que desde los años 90’s ha crecido la necesidad por mano de obra calificada y con alto nivel educativo, las personas con mayor grado académico son valoradas en Finlandia como en pocos países del mundo. Entre más estudios tengan, mejores salarios conseguirán, y los puestos de trabajo son para quienes demuestren capacidad y deseo de superación. Cabe destacar que el único grupo de ciudadanos que ha incrementado en número luego de la recesión es el de las personas con mayor educación, cuya ganancia del total de ingresos para los trabajadores finlandeses fue del 23.1 por ciento en 1997. (Zetterberg, 2013, min. 13:55).

La prestación de la escolaridad primaria está a cargo de los 320 municipios en que se divide el país, que tienen el deber de organizar enseñanza para todos los niños en edad escolar residentes en su territorio o de ocuparse de que reciban instrucción

El bachillerato está destinado en principio a los jóvenes de 16 a 19 años. Debido a las distintas opciones de los alumnos, en el liceo no hay itinerarios fijos ni grupos por aulas. El currículo comprende estudios obligatorios, especializados y aplicados. El bachillerato culmina en un examen (ylioppilastutkinto), que se realiza homogénea y simultáneamente en todo el país.

Para estudios superiores existen las universidades y las escuelas superiores ya que las 20 universidades en Finlandia pertenecen al estado, que aporta la mayor parte del financiamiento, aunque por su funcionamiento son muy autónomas. La red universitaria cubre todo el país, hasta Laponia. Los estudios universitarios están al alcance de todos, ya que no se cobran matrículas. Las 29 escuelas superiores profesionales se caracterizan por su estrecha vinculación con el ámbito laboral. Se crearon en los años 90 con esa finalidad. Estas instituciones se diferencian de las universidades en que son municipales o privadas, en lugar de estatales. Son por naturaleza polifacéticas y regionales. El requisito de ingresos es el bachillerato o un título de formación profesional básica. El estado subvenciona el 57 % de sus gastos.

Pero lo que se considera la clave del éxito educativo finlandés son sus maestros y profesores ya que son elegidos entre los que obtienen los más altos promedios en la escuela secundaria, deben aprobar una maestría para estar en condiciones de ser admitidos. En ese país de poco más de cinco millones de habitantes, la docencia es una de las profesiones más prestigiosas y, a pesar de las exigencias, atrae el interés de casi un 25% de los estudiantes.

Sin inspectores ni pruebas nacionales hasta que finaliza el ciclo básico, con el foco puesto en cada individuo, en Finlandia más del 90% de los alumnos continúa estudiando y más del 50% de la población participa en programas de educación para adultos.

El finlandés es un ejemplo que sin duda entusiasma. Pero, como escribe Sahlberg, también demuestra que aunque "la transformación de los sistemas educativos es posible, se necesitan tiempo, paciencia y determinación".

Conclusión:

El ejemplo de Finlandia demuestra en primer lugar una gran capacidad de organización, si bien hay factores geográficos y demográficos que influyen en la consecución de los objetivos trazados tanto en economía como en educación, también es cierto que sin la colaboración y el compromiso de los diversos actores sociales en conjunción con el Estado, el triunfo no sería tan palpable.

Ambas reformas educativas mejoraron la situación económica y social del país permitiendo al estado ejercer un control no tan estricto, dejando las decisiones fundamentales a cada región siempre y cuando los designios sean acordes a la estructura general. La política en materia educativa ha permitido que Finlandia sea reconocida como ejemplo de solidez y renombre, frutos de la continuidad en el proyecto emprendido y la constancia en la evaluación de los procesos de aprendizaje y enseñanza. La consideración del ciudadano ideal como aquel que desarrolla las habilidades necesarias para funcionar dentro de la sociedad, al tiempo que continúa preparándose con la consigna de ser mejor establece un hecho innegable: el sistema educativo de Finlandia si funciona.

Bibliografías

aulaplaneta. (05 de 11 de 2015). noticias sobre educacion. Recuperado el 5 de 11 de 2015, de noticias sobre educacion: http://www.aulaplaneta.com/2015/01/22/noticias-sobre-educacion/las-diez-claves-de-la-educacion-en-finlandia/

Paul Robert, La Finlande. Un modèle éducatif pour la France ? Les secrets de la réussite, ESF, coll. Pédagogies, 2008, 160 p.

INGER ENKVIST. “EL ÉXITO EDUCATIVO FILANDÉS”. 01 Noviembre 2015. >