Preadolescencia

...

- Cambios en la percepción y representación

Se presentan 2 rasgos destacados:

- El perfeccionamiento progresivo de la percepción visual y auditiva, con un acercamiento paulatino al punto máximo

- La creciente complejidad de la percepción cada vez más influida por los factores intelectuales.

El mayor nivel de complejidad perceptiva se consigue por influencia del pensamiento abstracto, donde el sujeto es capaz de establecer categorías perceptivas más generales. Con este tipo de percepción se modifica también el carácter de las representaciones, que se tornan más generales y abstractas.

- Perfeccionamiento del aprendizaje y la memoria

Característica del aprendizaje en este período es una complejidad creciente, así como una organización jerárquica de lo aprendido. El aprendizaje ejecutivo, propio del estadio de la niñez, pasa progresivamente a segundo plano en favor del aprendizaje verbal, también cada vez más abstracto. Se da un incremento de la retentiva, atribuible a la mayor capacidad de comprensión del sujeto (como consecuencia de su desarrollo intelectual).

- Naturaleza del pensamiento en la preadolescencia

Comparado con el pensamiento infantil, el pensamiento del preadolescente es más abstracto. También es más lógico y más introspectivo. Las mejoras en el desarrollo del pensamiento preadolescente se ponen de manifiesto sobre todo en la comprensión y elaboración de conceptos y en la solución de problemas.

- Pensamiento abstracto y formación de conceptos

La creciente capacidad de abstracción del pensamiento preadolescente afecta especialmente a la elaboración de conceptos. Se buscan ahora categorías cada vez más generales y complejas para los rasgos comunes abstraídos de los objetos aislados. Al mismo tiempo, esta formación de categorías conceptuales se va desligando cada vez más de los fundamentos concreto-sensoriales a la vez que se va ciñendo al plano de las representaciones simbólicas.

- Pensamiento lógico-formal y solución de problemas

Los progresos esenciales del pensamiento lógico-formal del preadolescente, en la resolución de problemas, se pueden resumir en los siguientes puntos:

- Capacidad para plantear hipótesis acerca de un problema planteado y comprobarlas de manera sistemática. Es capaz de imaginarse posibles soluciones y tras razonar sobre ellas, deducir la solución real.

- Capacidad para elaborar posibilidades de solución, por vía deductiva, sobre problemas hipotéticos que carecen de fundamento real y que incluso pueden ser fantásticos.

- Capacidad para utilizar operaciones lógicas como procesos abstractos, es decir, independientemente de un contenido concreto.

- Capacidad para elevar las distintas operaciones de pensamiento a un plano más elevado y utilizarlas, como reglas abstractas, en la solución de problemas.

- Capacidad para reflexionar sobre su propio pensamiento, de volverse sobre él para criticarle o justificarle (metapensamiento).

- Comportamiento verbal

Desde los 10 a los 15 años el número de palabras de que dispone un individuo pasa de 50.000 a 80.000. Más importante aun es el progreso que experimentan en la comprensión del significado de las palabras. Bajo la influencia del pensamiento abstracto comienza el preadolescente a utilizar palabras de contenido abstracto. Otra manifestación del desarrollo verbal de los preadolescentes es el empleo de construcciones sintácticas cada vez más complejas, así como el uso de funciones y estrategias verbales cada vez más complejas.

- AFECTIVIDAD Y SOCIALIZACIÓN

- Excitabilidad y labilidad afectiva

Las profundas transformaciones del metabolismo hormonal y las perturbaciones del equilibrio físico o psíquico en el púber traen como consecuencia profundas perturbaciones en la vida afectiva. Una de ellas es la intensa excitabilidad, la que se manifiesta de 3 modos:

- Una predisposición a las emociones: la tendencia a los arrebatos de ira y cólera, a la indignación e impaciencia, a la irritación y hostilidad, llevan a designar a este estadio como “segunda edad de la obstinación”. La tendencia al mal humor y obstinación es frecuente a esta edad.

- Un aumento de la tensión nerviosa: que se manifiesta en ciertos hábitos, tales como morderse las uñas o la piel circundante, morderse los labios, tirarse el pelo, manosearse la cara, e incluso la vuelta de la enuresis.

- Un aumento de la labilidad afectiva: el púber se ve expuesto a estados afectivos extremos y frecuentes en los que se alternan estados de relajamiento, cansancio y sentimiento de fuerza; satisfacción y disgusto; alegría y simpatía con tristeza y mal humor evidente. Estos cambios de estado de ánimo se efectúan por lo general rápidamente y sin transiciones.

- Disposición a la ansiedad

Durante la preadolescencia la ansiedad es particularmente intensa. El origen de esta ansiedad se encuentra, según Remplein, en la excitabilidad y labilidad afectiva. También puede originarse según Sullivan en la lucha interior entre las fuerzas antagónicas del inconsciente ante el hecho de tener que desarrollarse.

- Descubrimiento y exaltación de sí y afán de independencia

- Oscilación entre la exagerada confianza en sí mismo y el sentimiento de inferioridad

Al llegar a la preadolescencia, con el nacimiento de la introspección, el chico llega a descubrir su yo como un mundo insospechado, y a descubrir sus valores. Esto lo lleva a una exaltación de su yo, es decir, a la creencia de que en sí hay algo único y grandioso, así como a un afán de liberar y actualizar todas las energías descubiertas en sí. Quiere hacer ver que es algo extraordinario, siendo el afán de renombre un rasgo típico de la edad. Con su comportamiento exagera artificialmente el sentimiento de su propio valor, hasta que llega a creerse un individuo extraordinario. Tras el comportamiento bullicioso e impertinente, oculta también este afán de hacerse valer; hablando alto, con palabras soeces, lanzando ruidosas carcajadas y alardeando de fuerza, intenta atraer la atención de los demás. De la misma forma, la necesidad de