María Montessori nació el 31 de agosto de 1870
Enviado por Christopher • 26 de Abril de 2018 • 2.787 Palabras (12 Páginas) • 475 Visitas
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Otro elemento a destacar es la repetición de los contenidos curriculares, pues desde éste método no existe un límite para ello, ya que se adapta al ritmo de cada niño, lo que permite el entendimiento por repetición, por lo que incluso se pueden alternar las formas de explicación. En caso de que el infante transgreda una regla general que antes le ha sido explicada de forma lógica y entendible para él, no se procede con castigos ni reproches, sino con consecuencias lógicas (Quiñones, 2016).
Las edades de los infantes dentro del aula, también son interesantes, pues no existe una rigidez en cuanto a los grados académicos, ya que el aprendizaje se construye de forma individual dentro del contexto y el interactuar con infantes de diversas edades fuera de retrasar o complicar el proceso, permite un ambiente de convivencia, cooperación y deseos de superación; Montessori (1986), establece que la mente infantil es como una esponja, puesto que en todo momento está absorbiendo conocimientos, costumbres y maneras sociales; íntimamente relacionadas a los periodos sensitivos antes mencionados.
En conclusión, el método Montessori prepondera que el desarrollo cognoscitivo debe nutrirse del movimiento y la experiencia, misma que se debe desarrollar por la oportunidad de escoger, pues mientras los niños se encuentren interesados en la actividad podrán aprender mejor que si les es impuesto un tema. Así mismo, se toma en cuenta que el ambiente debe ser enriquecedor, con límites y situaciones atractivas para el niño, pues la única finalidad es aumentar sus capacidades; siendo nutridas por la participación del maestro como guía del proceso y de los padres como apoyo del mismo (Chavarría, 2012).
Relación maestro-alumno
La profesora deja de ser quien imparte conocimientos de forma rígida y lineal, convirtiéndose más en un observador, un compañero facilitador y guía del proceso de infante, en donde éste toma el papel activo de su propio desarrollo (Ramírez, 2009), sin embargo, el docente debe prestar total atención a la actividad de niño, puesto que debe conocer las necesidades intelectuales, físicas y psicológicas presentes en cada periodo sensitivo del infante para poder guiar su proceso. En un primer contacto debe ser clara en cuanto a las instrucciones que otorga para el uso de los materiales y en ocasiones siguientes sólo intervenir en caso de ser necesario.
Un elemento clave de la participación de la maestra es el respeto que debe tener hacia el decidir y actuar del infante, como ya se mencionó, su forma general de estar presente en el aula será como una observadora y sólo se acercará al niño en caso de que éste lo haga o de que requiera apoyo, con la máxima de orientarlo guiarlo hacia el cumplimiento individual de su actividad, una idea clara es que el infante reciba ayuda sólo en caso de ser necesario, no antes, pues esa situación limitaría su desarrollo y aprendizaje (Montessori, 1910; Montessori, 2014).
Así pues, existe una triada formada por el adulto, el niño y el ambiente (enriquecido por los materiales y las condiciones), que conforma la parte esencial del aprendizaje infantil, donde el maestro es el intermedio entre ambiente e infante, y como tal tiene la misión de lograr una armonía entre infante-ambiente. Desde la perspectiva de Montessori, cualquier adulto puede ser educador, pues separar en escuela/casa/etc., las labores del niño sólo limita sus capacidades; esto no implica que el profesor no se preparará, implica más bien una preparación que no sólo es académica, sino también en el plano del autoconocimiento y de la vocación de servicio. Pues debe organizar los materiales y ambientes de forma adecuada para el educando.
Citas textuales
“Un principio esencial de la educación: Enseñar los detalles lleva a la confusión, establecer las relaciones entre las cosas es llevar al conocimiento.” (Montessori, 1934, p. 58)
“Si el niño no ha podido actuar según las directivas de su periodo sensitivo, se habrá perdido la ocasión de una conquista natural, y se habrá perdido para siempre.” (Montessori, 1936, p. 78).
“No se puede decir que un individuo es disciplinado si se le ha convertido artificialmente en un ser silencioso, como un mudo o inmóvil, como un paralítico. Este es un individuo aniquilado, no disciplinado. Nosotros llamamos disciplinado a un individuo que es dueño de sí y que puede, por lo tanto, disponer de sí mismo, cuando sea preciso seguir una línea de conducta.” (Montessori, 1937, p.51).
“En nuestro sistema el maestro debe ser más pasivo que activo, y su paciencia debe estar compuesta de ansiosa curiosidad científica y de absoluto respeto por el fenómeno que quiera observar. Es preciso que el maestro entienda y sienta su profesión de observador.” (Montessori, 1937, p.52).
“Descubrimos que la educación no es lo que el maestro imparte, sino un proceso natural que se desarrolla espontáneamente en el individuo humano; que la educación no se adquiere escuchando palabras, sino por virtud de experiencias efectuadas en el ambiente. La función del maestro no es hablar, sino preparar y disponer una serie de motivos de actividad cultural en un ambiente especialmente preparado.” (Montessori, 1986, p.14).
“La educación no se adquiere escuchando palabras, sino por virtud de experiencias efectuadas en el ambiente.” (Montessori, 1986, p. 19).
“El niño es el constructor del hombre y no existe ningún hombre que no se haya formado a partir del niño que fue una vez” (Montessori, 1986, p. 28)
“El niño está dotado de otros poderes, y la creación que realiza no es insignificante: es la creación de todo. Crea no solo el lenguaje, sino que plasma los órganos que le permiten hablar. Con cada movimiento físico crea; crea cada elemento de nuestra inteligencia, todo aquello de que está dotado el individuo humano.” (Montessori, 1986, p. 36).
“El niño en su nacimiento trae contigo potencialidades constructivas que deben desarrollarse a expensas del ambiente.” (Montessori, 1986, p.75).
“Existe en el niño pequeño un estado mental inconsciente que es creador, y que llamamos “mente absorbente”. Y la mente absorbente construye no mediante esfuerzos voluntarios, sino bajo la guía de las “sensibilidades internas” que llamamos “periodos sensitivos”, porque la sensibilidad dura sólo temporalmente, dura hasta que no se haya cumplido la adquisición que debe hacer la naturaleza.” (Montessori, 1986, p. 97).
“Tener en cuenta las necesidades del
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