Proyecto de cultura ciudadana

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“Desconéctate de tu realidad y conéctate a la nuestra”

Psicología social

Marco Teórico

El ser humano, quien con él pasar de los siglos, ha sido denominado, por su necesidad de vivir y rodeado de semejantes como un ser social, y esta vida en sociedad ha creado aquello a lo que se le denomina cultura; al realizar una revisión de la definición de cultura, en primer lugar se reconoce que proviene del latín “cultivo”, y que hacía referencia al acto de trabajar y sacar provecho de la tierra, es de esta de donde surge la aplicación del concepto cultura a todo acto que cultive al hombre en su desarrollo personal, espiritual y psicológico. (Illera, 2005). En el devenir de la historia del hombre, es claro que éste ha establecido procesos de comunicación simbólica, así como el desarrollo de herramientas para su supervivencia, de este modo el hombre como ser social, también es un ser que innova y crea basado en las necesidades y en el deseo de satisfacerlas y esto sumado con otros elementos materiales y espiritual hacen parte de la complejidad en el concepto de cultura (Illera, 2005).

La vida urbana es generadora de cultura por definición, la cultura y la ciudad, tienen una permanente relación, pero además de esto trabajan en un mismo plano; es decir, la ciudad es cultura y la cultura también es ciudad. Desde esta asociación fundamental del concepto de cultura y de ciudad, nace la cultura ciudadana que Elizalde y Donoso (s.f) citado en Illera (2005) la han definido como una situación naciente de la práctica operativa en la existencia colectiva, es decir, en la convivencia y el participar conjunto de individuos, acción que determina la existencia humana. Desde este enfoque, la cultura se concibe como tejido de relaciones sociales vivas y, al mismo tiempo, como producto de estas relaciones sociales (Illera, 2005).

La cultura ciudadana se entiende como un trasfondo de sentido que regula los comportamientos de los ciudadanos, en la medida que establece las reglas mínimas que hacen posible las relaciones entre ellos y con su entorno, así como las formas de producción, circulación, reconocimiento, apropiación y recepción de ese universo de sentido (Illera,2005). Para esto existen dos sistemas reguladores del comportamiento además de la cultura, que son la ley y la moral, que son quienes definen los comportamientos aceptables dependiendo del contexto social y cultural, frente a la regulación jurídica y aquella moral individual (Mockus, s.f). “El hombre por un proceso de autocultivación de su naturaleza crea cultura” (Illera, 2005).

La sociedad actual se establece en un mundo cambiante, en una época de transformaciones y en un periodo de transición a la adaptación de la sociedad a las tecnologías. Internet, móviles y videojuegos ocupan un espacio importante en el proceso de socialización, influyendo en comportamientos y actitudes (Levis, 2002, citado en Castellana, Sanchez, Graner & Beranuy, 2007).

Con el avance tecnológico y la tecnificación de la sociedad, se han generado cambios culturales en donde se incluyen los elementos digitales en el diario vivir del ser humano. Ramos (2009) plantea que dispositivos electrónicos tienen como objetivo principal, permitir la comunicación entre los miembros de la sociedad, y esta función sumada al hecho de la cobertura inalámbrica del internet ha facilitado estos procesos de comunicación, no solo entre las personas semejantes, sino con aquellos individuos que se encuentren a kilómetros de distancia, por medio de mensajes, llamadas o mensajes de

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“Desconéctate de tu realidad y conéctate a la nuestra”

Psicología social

video y todos estos servicios ofrecidos por los medios digitales han contribuido en la socialización y se han convertido en parte de la cultura, pero también el uso inadecuado de estas han generado consecuencias en diferentes ámbitos de la vida, entre esos, el académico, social, laboral y familiar.

Saldaña (2001) citado en Castellana, et al (2007) considera que existe una emergencia de un nuevo tipo de desadaptaciones conductuales producidas por la generalización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), Estas desadaptaciones hacen referencia al mal uso de los implementos electrónicos, Mockus (s.f) afirma que cuando un elemento es tomado como un objeto distractor en inadecuados contextos, se puede referir un mal uso de este; en estas dificultades que se presentan influyen en gran medida en el comportamiento que desarrolle en el medio social, ya que demuestra calidad y educación el respeto que se les da a los demás y esto es manifestado en cuanto al valor que se le otorga a las personas. Se reconoce que estas herramientas se crearon para un fin específico y este era informa y comunicar, pero este fin se ha ido permeando afectando la voluntad de control lo cual frente a otros factores ya sean personales o ambientales puede desarrollar una conducta adictiva (Castellana, Sanchez, Graner, & Beranuy, 2007)

Según Srivastava (2005) se considera que además de la conectividad vía web, los teléfonos móviles, se han convertido en objetos de uso personal, propio, exclusivo e íntimo presente en el diario vivir, viabilizando la funcionalidad de estos elementos, y convirtiéndolos en elementos íntimos dentro de la esfera personal de los usuarios; y de este modo se ha plantado como determinante de la identidad individual (Graner; et al. 2007). El sobre uso de estos medios electrónicos genera consecuencias a nivel, físico, fisiológico, emocional y social; en el momento que la persona decide desconectarse centrando toda su atención en el dispositivo móvil bajan sus niveles de atención en cuanto al medio que lo rodea e inmediatamente comunica indisposición con la sociedad dejando a un lado los valores, la moral y el respeto. El comportamiento ético hacia las personas con quien se socializa permite que la interacción se dé de forma libre y también de forma sana pues el conjunto de valores actuando de manera conjunta permite relaciones más sólidas, respetuosas, tranquilas y prolongadas en el tiempo (Cuozzo, A, Tusq, D, Veigas, G & Velásquez, R., 2001).

La modificación consciente, socialmente aceptada, de hábitos y creencias colectivas e individuales, pueden volverse un componente fundamental de la gestión pública y de la agenda común de gobierno