La Creación.

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Génesis 3:16-19: 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Luego de esto Adán y Eva fueron expulsados del jardín del Edén, tuvieron hijos y estos se multiplicaron. Se cumplió en ellos el castigo decretado por Dios por la desobediencia. La gente comenzó a viajar cada vez más lejos y pobló el planeta. El legado de una vida cada vez más apartada de su Creador llevó a la humanidad a vivir sin pensar en las consecuencias, haciendo todo lo que le venía en gana. Excepto un hombre a cual Dios tomó junto con su familia para un nuevo comienzo.

- Corrupción, Condenación y Salvación:

Génesis 6:5-8: 5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.

A Noé se le encomendó la tarea de construir un arca donde se pudiera refugiar, él, su familia y una pareja (macho y hembra) de cada especie que habitan la tierra, ya que Dios iba a mandar un diluvio para acabar con toda la corrupción que el hombre había traído sobre la tierra.

Génesis 6:17-20: 17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. 18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. 19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. 20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.

Dios, hizo como dijo, envió una gran inundación durante cuarenta días, al cabo de ese tiempo hasta la montaña más alta se había sumergido. La tierra quedó inundada ciento cincuenta días. Finalmente las aguas se fueron retirando de la tierra. Meses después Dios ordenó a Noé, a su familia y a los animales que descendieran del arca y los bendijo. Noé construyó un altar y ofreció sacrificio. Dios dijo que aunque las intenciones del ser humano fueran malas no volvería a maldecir la tierra por su culpa y que tampoco iba a destruir a los seres vivos como lo había hecho y renovó su pacto con Noé.

Génesis 9:9-11: 9 He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; 10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.

La tierra se recuperó y la familia de Noé y sus descendientes repoblaron la tierra, muchos tenían en cuenta a Dios. Se levantaron ciudades, naciones.

Dios nos recuerda de diferentes maneras que es nuestro creador, que no debemos apartarnos de Él y que por ser Santo no puede tolerar la maldad del Hombre. Debemos buscarle en todo tiempo haciendo su voluntad y recordando que como creador aunque decidamos no creer en Él, Él nunca dejará de existir.