Saulo

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Cuán grande fue el impacto que tuvo Saulo por el Señor, que a los días de haber sido lleno del Espíritu Santo, fue a la sinagoga en Damasco a predicar a los judíos diciendo que Jesús es el Cristo. Los hermanos piadosos en Damasco, al ver a Saulo, estaban confundidos e incrédulos de que el que los perseguía y asolaba ahora estaba de parte de ellos predicando a Jesús con gran elocuencia y valentía. Tal fue la controversia provocada por Saulo, que los judíos no hallaban que hacer con este asunto, así que llegaron a un consenso y decidieron matarlo, confirmándose lo que Dios le había dicho a Ananías que él iba a padecer a causa del Evangelio.

En Damasco, se hizo difícil la estadía de Saulo a causa de que los principales de las Sinagogas los cuales habían decidido matarle, por este motivo, Saulo tuvo que escapar, siendo descolgado en un canasto por un muro ya que en las puertas de la ciudad habían puesto guardias para matar a Saulo en cuanto fuese visto. Huyendo Saulo, llega a Jerusalén en donde los hermanos, al verle, temieron en gran manera. Ver a Saulo, el que había aprobado la muerte de esteban, ahora estaba huyendo, siendo perseguido a causa del nombre de Jesucristo, ellos no lo podían entender. Saulo, por más que buscaba juntarse con los discípulos, estos lo rechazaban a causa del miedo que le tenían, pero un hermano llamado Bernabé, creyó en el cambio producido por el señor en Saulo y lo ayuda presentándolo a los demás discípulos, narrándoles lo que Dios había hecho con él camino a Damasco. Fue así que los demás discípulos y hermanos lo recibieron con solicitud y amor fraternal comenzando Saulo a predicar el evangelio en Jerusalén y en varios países del antiguo mundo, cumpliéndose el propósito por el cual Dios lo había llamado, Saulo, que posteriormente se llama Apóstol Pablo, se convierte en el Apóstol de los gentiles.

La conversión y vida de este gran hombre de Dios, nos hace reflexionar, que Dios no hace acepción de personas, que desde el momento que el Señor le sale al encuentro al hombre y este se arrepiente de corazón y es lleno del Espíritu Santo, Dios hace cosas magnificas. Solo lo que debemos decir es “Señor, que quieres que yo haga?” para que él se manifieste en el hombre y este sea usado en la expansión del reino de Dios. Además, Debemos entender, que el evangelio no es tan fácil como parece, debemos padecer la causa, sufrir toda clase de persecuciones, peligros y adversidades, pero así como lo dijo el Apóstol Pablo, “de todos los peligros me ha librado el Señor “, asimismo nos librara a nosotros que hemos creído en el Señor.

“Señor, que quieres que yo haga…”