Brambilla

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3 a los nombres de los dos firmantes), se firmó en Lisboa. El propósito - al menos la oficial - era establecer definitivamente los respectivos ámbitos portuguesas y alemanas de influencia a través de la frontera en el rastreo esa parte de África desde el Océano Atlántico hasta el río Zambeze. De acuerdo con la ideología inspiradora proyecto colonial, el objetivo de fijar ciertos límites definidos en Sudáfrica era asegurar la "cooperación pacífica operación "de las dos potencias, con el fin de" el desarrollo de la civilización y el comercio en África " (Hangula, 1993). Desde este punto de vista, la frontera es una declaración de legalidad, que funciona como un "Institución" que se establece por decisiones políticas y regulada por los textos legales. Sin embargo, en el caso de la Frontera Angola / Namibia tenemos que manejar una institución "hetero-centrada", es decir, la frontera es la expresión de una comunidad social que no vive en el lugar donde la frontera se introduce (Turco, 2000). Volviendo las principales etapas históricas de la posición fronteriza es evidente, en efecto, que sólo los actores europeos han sido involucrados (Demhardt, 1997). La frontera se definió a través de convenciones, tratados y acuerdos entre Europeos (con la excepción del colonizador sudafricana vecino) firmaron en diferentes ciudades capitales, lejos del territorio donde estaba el rastreo de frontera para ser introducido. El ocultamiento de la diversidad de África territorio la hacía posible considerar homóloga a la europea, por lo que se logró de acuerdo a un modelo occidental (Do Amaral, 1980 a 1981). Pero el papel que las fronteras tenían en la consolidación de los principios en la base de la legalidad no es occidental sólo se debe a su naturaleza institucional, pero también se relaciona con su función en un proceso multidimensional (Anderson, 1996). De hecho, una de estas dimensiones ve la frontera como un instrumento de política de Estado, porque gobiernos intentan cambiar, en su propio beneficio, la ubicación y las funciones de las fronteras. Esta dimensión a menudo crea conflictos fronterizos, ya que las ambiciones de al menos dos partes son irreconciliables. los disputa fronteriza es un territorio, que resulta de las cualidades de la frontera que lo hace atractivo para los estados que iniciaron el conflicto (Prescott, 1987). En el caso de la frontera Angola / Namibia, el agua es el recursos impugnada, sobre la que el control es estratégicamente relevante en una zona árida y pre-desierta del sur África. La zona, impugnada por muchos años, es, en efecto caracteriza por un sistema de drenaje inusual, llamado Sistema Cuvelai, que se origina a unos 300 kilómetros al norte de Angola; su cuenca cae entre las de el río Kunene, en el oeste y el río Okavango en el este (Kreike, 2004). El sistema está alimentado por una número de ríos estacionales que aseguren la disponibilidad de agua en la zona, proporcionando zonas de pesca, renovar los pastos y los suministros de agua subterránea recarga. Por consiguiente, el área de frontalier Cuvelai es mucho más densamente poblado que inmediatamente alrededor, habiendo sido una importante fuente de mano de obra para las Potencias coloniales. Por lo tanto, podemos decir que toda la evolución histórica de la frontera Angola / Namibia depende de la disputa por agua, que se origina en el dibujo de la línea fronteriza que podría considerarse su "umbral de eventos", es decir, la chispa de la controversia. Aunque es abiertamente un conflicto territorial, tiene un significado político también: el agua, el objetivo real de la controversia, asume un valor simbólico en el conflicto inter-colonial; este valor depende de la capacidad de cada colonia para ejercer la posesión completa de sus propios recursos y existen por eso. De esta manera, un recurso natural tiene valor político y que se gestiona como una cuestión política (Waterbury, 1979; Wolf, 1995). Sin embargo, incluso si se ha representado una razón de tensión entre el opuesto actores políticos, la disputa nunca ha entrado en erupción en una guerra real, la búsqueda de una solución negociada a través acuerdos técnicos y económicos que han favorecido una cooperación pacífica entre los Gobiernos de ambos lados de la frontera. De todos modos, la historia de la frontera entre Angola y Namibia se caracteriza, después de la ratificación de la Declaración de 1886, por una serie de disputas entre los portugueses y alemanes a tomar el control sobre los puestos militares en la frontera. En particular, fue el edificio de Cuangar fuerte por João de Almeida en agosto 1909 que provocó la reacción de los alemanes, que reclamó el control exclusivo de la región fronteriza habitada por el subgrupo de personas Kwanyama Ovambo y frecuentado por los alemanes misioneros durante mucho tiempo. Esta oposición determina la necesidad de establecer una zona neutral entre Angola portugués y alemán del sur de África Occidental que se extendió por cerca de 400 km del río Kunene hasta el río Okavango y fue de 11 km de ancho, y que ha jugado un papel relevante en relación con el siguiente cambios de la frontera trazado hasta 1931, cuando se ratificó el Acuerdo de Kakeri y la frontera definitivamente demarcada (Hangula, 1993). El argumento de la zona neutral puede ser útil para reflexionar sobre la naturaleza paradójica de las fronteras que realizan esta tarea. Por un lado, la frontera, incluso si es aparentemente marginal, define lo que encierra, da identidad, dividiendo lo que está dentro de lo que es exterior y distinguiendo, al mismo tiempo, lo que tiene su propia identidad a partir de lo que no. Funcionando como una zona neutral, la frontera niega, por otra parte, sus propias características y se convierte en la expresión de una especie de "entre medio" impregna una sensación de no pertenencia y no-identidad. Esta paradoja destacó una vez más la institucional y la naturaleza negociable de la frontera que toma una función (en este caso la función de la zona neutral) para

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4 satisfacer las necesidades de valor estrictamente político. Mientras tanto, la misma naturaleza paradójica de la frontera subraya cómo que niega los valores históricos y culturales en la base de la identidad y de la organización social y territorial de personas que tradicionalmente viven en esos lugares. Por lo tanto, la zona neutral - la tierra de nadie - se convierte, en la mapa, un área que se extiende entre dos líneas paralelas astronómicos, dentro de la cual hay una completa semántica y el espacio territorial vacío roto sólo por la presencia de algunos nombres que tienen, sin embargo, el propósito de establecer el control sobre los