LA MALDICIÓN DEL RETRATISTA

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Un año más tarde frabrizzio aun permanecía con Teresa, algo extraño para el puesto que por lo general no duraban mucho a su lado y sin dar razón se marchaban o algo los alejaba. unos días más tarde, durante una de esas clases monótonas y retoricas de dos horas frabrizzio tomo su lápiz carboncillo con el que siempre contaba y en una hoja de cuaderno comenzó a hacer trazos líneas y círculos, con técnica profesional, y soltura de expertos, iba dando forma al rostro de Teresa; pasada la clase todos incluido el profesor quien no interrumpió al retratista entusiasmado por ver el final de aquel dibujo; quedamos anonadados e impresionados por ver aquel retrato tan bien definido y proporcionado con un trazado perfecto y una realización exquisita.

Emocionado el tomo la hoja le escribió un poema recitado en el reverso, compro unas rosas y unos chocolates acompañado de un oso de peluche, pidió opiniones a chicas de otros semestres amigas, conocidas y extrañas; temeroso envió aquel bello detalle a su novio, su musa y a quien luego de aquel día no vio más.

Que vaina extraña dijo! En medio de una conversación acerca de sus vivencias amorosas y de las cuales no tenía explicación más una pregunta que se hacía ¿Por qué todo terminaba sin más ni menos?

-dijo…será brujería o algún hechizo o de pronto nació conmigo, será mi maldición y lo será para siempre? Será cuestión de suerte o seré tan feo. Que pasara…

Así transcurrió todo con el mismo patrón que con teresa y las demás, logramos terminar la carrera frabrizzio decidió dedicarse a la fotografía, y tomamos caminos diferentes, fue en en el año 2012 cuando lo encontré caminando por una acera de la calle mientras lloviznaba con aquel bastidor bajo el brazo y esta vez una pintura al óleo, de una bella mujer. Me dijo que se dirigía a una cita con la chica de la pintura, esperando demostrarle su amor por medio del arte pero a la ves preocupado por el inesperado que esto conllevaba “su partida”, pero convencido de que cuando ella lo reciba no se marche y se quede a su lado.

Lo note algo nervioso pero entusiasmado por llegar a aquella cita con Natalia, así me dijo que se llamaba la mujer de aquel retrato; luego de eso no supe de él, de su talento, dicha y desdicha, amores y desamores, fortuna e infortunio su maldición.

Basada en hechos reales

FABIAN GOMEZ ROJAS

Lic. Arte, Folklore y Cultura

2017