Los niños y la televisión.

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Es importante saber a qué edad es preferible dejar que un niño vea televisión pero, sobre todo, vigilar los programas que ven y limitar el tiempo que estarán sentados frente a ella. Fomentar el aprendizaje lúdico para que, en combinación con otras actividades, el contenido de programas infantiles que tienen el fin de educar cumpla con su función. Es importante tener en cuenta que, como padres, la hora de ver la televisión es un momento de descanso y muchas veces, de pasar un tiempo en familia. Sin embargo, los programas que ven los adultos a pesar de que entretienen a los niños, no son apropiados para ellos ya que, la información en ocasiones de violencia y/o lenguaje vulgar, acompañada de imágenes explícitas pueden dañar la realidad del niño creando una confusión y aportando elementos que incrementen una actitud violenta a la hora de convivir con los demás.

La comunicación familiar es indispensable en el desarrollo de los niños. Actualmente, en muchos hogares, los padres no tienen posibilidad de estar en casa por las tardes cuando los niños salen de la escuela; se levantan temprano los fines de semana, aun cuando los padres no lo han hecho y prenden la televisión sin que nadie les pueda decir si es momento o no de hacerlo, no hay límite ni control, el niño puede ver lo que quiera, sin advertencia de si existe violencia en lo que está mirando. Las imágenes de violencia reiteradas que se pueden ver en las películas o en los programas de noticias, repercuten negativamente en la agresividad de los niños llegándolos a volver insensibles al horror de la violencia.

Muchos padres tienen la intención de limitar el uso de la televisión, debido a que supuestamente, cuando son pequeños quizá están más controlados en ese aspecto pero cuando se vuelven independientes y no necesitan tanto la atención paterna, ese uso se convierte en abuso.

En un estudio realizado con 1278 niños de un año y, 1345 de tres años de edad (Christiakis 2004)1 se observó que el 10% de los niños presentaban problemas de atención a los siete años. Los autores sugieren que para reducir el riesgo de desarrollar problemas como el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), se ha de controlar la exposición de los niños a la televisión durante los periodos críticos para el desarrollo cerebral.

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Histograma en el que se presenta la proporción de la muestra analizada en función de las horas diarias que veían la televisión los niños de 1,5 años. En el eje vertical aparece la proporción de niños, expresada en tanto por uno (el 0,4, por ejemplo, equivale al 40% de los niños analizados), mientras que en el eje horizontal aparecen las horas que ven la TV los niños de un año y medio (más del 40% veían más de una hora al día, casi el 20% dos horas, etc.) (Christakis 2004)1.

_______________________________________________1Christakis DA, Zimmerman FJ, DiGiuseppe, DL McCarty CA, “Early televisión exposure and subsequent attentional problems in children”, Pediatrics 113, 2004.

HIPÓTESIS

Los niños que pasan mucho tiempo expuestos a la televisión, tienen mayor probabilidad de desarrollar problemas de aprendizaje.

OBJETIVO GENERAL

Comprobar que los niños que ven televisión sin restricciones de tiempo y contenido, son más propensos a desarrollar problemas de atención y aprendizaje, así como conductas violentas al relacionarse con los demás.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Identificar aquellos programas que aportan elementos de aprendizaje y que a la vez requieren del acompañamiento de un adulto.

Distinguir a través del contenido, cuando un programa es apropiado para niños y las consecuencias de no argumentar la información expresada en lo que está observando.

Demostrar que el no poner limitantes al ver televisión, afecta las relaciones interpersonales de los niños.

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN.

¿Qué tan presente está la TV en la vida de los niños?

¿Las actividades al aire libre son reemplazadas por la televisión?

¿Puede un niño pequeño entender lo que ve en la TV?

DELIMITACIÓN DEL TEMA

Las recomendaciones de los expertos apuntan a limitar la exposición a la televisión durante la primera infancia, e incluso evitarla antes de los dos años.

Este medio de comunicación ofrece a los niños un mundo muy enajenado a la realidad, les crea confusión y consecuentemente ellos quieren imitar lo que están observando. Como se sabe, los niños establecen hábitos permanentes y características emocionales, a través de la imitación y la identificación.

Es importante remarcar que la televisión educa, que puede ser un poderoso instrumento de enseñanza, los niños pueden asimilar conceptos que les entran por los sentidos de manera fácil y rápida. La televisión, bien empleada, puede reforzar hábitos y potenciar valores.

La presente investigación busca analizar y comprobar el comportamiento en los niños después de estar varias horas frente a la televisión para tratar de orientar a los padres a tener un control y vigilar los programas a los que están exponiendo a sus hijos.

Según la doctora Magdalena Cerón Rodríguez la televisión juega un papel importante en el desarrollo y la educación de los niños por lo que es importante saber cómo influyen los programas que ven, los comerciales y más el tiempo que pasan frente al televisor sin relacionarse con su familia.

La actitud pasiva del niño cuando ve la televisión, evita que se desarrolle su creatividad, limita su imaginación y condiciona también que puedan convertirse en imitadores activos de conductas violentas.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños menores de dos años no pasen más de una hora frente al televisor; el tiempo recomendado para niños arriba de los tres años es de dos horas en promedio. El objetivo no es establecer horas en forma estricta, sino considerar que el niño verá televisión además de realizar otras actividades y no sólo entretenerlo con tiempo excesivo de programas.

OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN.

La presente investigación se interesa en relacionar los problemas de aprendizaje de los niños con el