MÉTODO PANOFSKY APLICADO A LA FACHADA DE LA IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO
Enviado por Jillian • 21 de Noviembre de 2018 • 3.376 Palabras (14 Páginas) • 417 Visitas
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ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
La entrada a la Iglesia de San Francisco, de estilo románico, sirve como nexo entre la población civil y los padres franciscanos, para de esta forma evangelizar al pueblo, enseñar la doctrina cristiana. En lo siglos anteriores a la conquista, exactamente en el siglo XII, se consideraba a un arco de medio punto como un elemento místico y religioso.[1]
Los ángeles son considerados entes intermediarios entre los humanos y Dios. Son seres de luz y gran pureza, son superiores al hombre y a la mujer pero inferiores a Dios. La tradición cristiana nos relata que el primer día Dios hizo nueve órdenes de criaturas incorpóreas que hoy se conocen como ángeles. Estas órdenes se clasifican en nueve coros y estos en tres jerarquías: superior, intermedia e inferior.[2]
La Jerarquía Superior es la de mayor rango, regida por Dios padre y son los más cercanos a él. Formado por serafines, querubines, y tronos. Los querubines (coro segundo) que son los que se encuentran en las enjutas que forman el arco de medio punto, simbolizan el conocimiento y sabiduría de Dios; son reconocibles porque desde tiempo barrocos se los representa con caritas de niños alados.[3]
Las ménsulas son adornos arquitectónicos que cumplen la tarea de sostener o recibir cargas, generalmente puntuales, que se hallan descentradas respecto al pilar.[4]Las ménsulas se nos presentan aquí como un símbolo de soporte, de unión entre el arco románico, su dintel y el entablamento. El entablamento tiene connotaciones de tipo religioso pues en el friso se suele, por lo general, adosar relieve con motivos bíblicos. En este caso no existe, pero es claro la función de la ménsula, brindar soporte a los motivos religiosos.
Las columnas son un elemento decorativo y utilitario que tiene que cumplir con ciertos parámetros arquitectónicos y matemáticos para darle ese carácter visual y utilitario que tanto se esmeraban en proyectar los griegos y más tarde los romanos.[5]Pues estas relaciones justifican el estilo que expresa su conjunto. Estas columnas que se nos presentan son, por sus elementos, de orden toscano: orden dórico con la añadidura de una basa.[6]
Vitruvio en su tratado clásico de arquitectura sostiene que “El estilo dórico por tener la columna más baja y por dar la sensación de robustez, era dedicado a dioses masculinos…”[7] En este sentido, las columnas siempre han guardado un significado místico y religioso. En América prehispánica los dioses que reinaban, eran también de corte femenino no así el Dios cristiano.
En los capiteles de las columnas, nos encontramos con dos esculturas de relieve medio. En el capitel derecho se encuentra el símbolo de la orden de los franciscanos, es reconocible por la Tau, que está además compuesta por la unión de los brazos de San Francisco y Jesús. San Francisco sufrió una enfermedad en Acre, donde fue a entrevistarse con el Sultán de Egipto. Durante su enfermedad dio la orden a sus hermanos que le pusieran delante de él: su hábito franciscano que tanto significaba para él. Un día se dio cuenta que el hábito, tal cual se lo habían presentados sus hijos, le representaba una cruz Tau. Desde entonces san Francisco tuvo siempre a su lado una cruz Tau.[8]
En el capitel de la columna izquierda tenemos otra escultura de relieve medio en donde aparece representado La Cruz de Jerusalén, que es un símbolo usados en lugares santos cristianos. Además es conocida como la Cruz de los Cruzados, representa la orden de Cristo para esparcir el Evangelio por el mundo, una misión que había de comenzar en Jerusalén. Las cinco cruces representan las cinco heridas de Jesús en la cruz –las más pequeñas simbolizan las heridas de las manos y los pies, y la cruz grande central equivale a la herida de lanza en su costado–.[9]
Los cruzados obtenían la indulgencia de sus atrocidades, siempre en nombre de Dios, a través de su arrepentimiento y de la Iglesia que era el nexo entre ellos y Dios. De esta forma da a entender que todo lo que se estaba realizando en la colonia estaba justificado porque el deber de los religiosos era evangelizar y esparcir la palabra de Dios.
En el segundo cuerpo vemos dos esculturas de bulto, relieve alto y de pie, que custodian la ventana más grande de la fachada. En el lado derecho observamos la escultura de San Pablo, que es reconocible por ser calvo, tener barba larga y puntiaguda, vestir túnica verde y manto rojo. Sus atributos son la espada y un libro, que serían las cartas del Nuevo Testamento[10]. En el lado izquierdo tenemos a San Pedro, que se reconoce por ser anciano, con barba, pelos canos, con dos llaves: una de oro y otra de plata, cadenas y cruz triple travesaño aludiendo a su dignidad papal.[11] Estas dos esculturas nos dan a entender que son los pilares de la Iglesia cristiana.[12]
En la parte céntrica superior de las dos esculturas antes mencionadas, se encuentra la escultura de bulto, relieve alto y de pie de El Salvador[13], que por el hecho de tener esa denominación se la asocia con Jesús. Además vemos que en su mano izquierda hay una esfera que simboliza al mundo. Con su mano derecha vemos que indica hacia arriba, hacia el cielo dando a entender su carácter divino, celestial, místico. Por ende se entiende que es el salvador del mundo.
Protegiendo a todo este conjunto escultórico tenemos a las columnas jónicas, que según Vitrubio “… el estilo jónico al ser más esbelto se dedicaba a diosas femeninas.”[14]En este sentido las columnas tienen el único fin de dar soporte a los entablamentos sin ornamentos, que sostienen el frontón redondeado, el cual sirve de refugio a la escultura de El Salvador.
En los pequeños frontones redondeados, de las calles laterales derecha e izquierda, encontramos dos círculos con números romanos. No se marca ninguna hora en específico por lo que sería interpretado como el transcurso del tiempo y de la muerte. Se ve en los relojes como lo fugaz de la vida y que su tiempo no está dado para ningún hombre, nadie puede saber la hora en que partirá de este mundo.[15]
Luego de esto tenemos a los soberbios campanarios. El cristianismo fue el que hizo de las campanas la voz por excelencia para convocar a los fieles a la iglesia, a la devoción y a la plegaria. Llegó a ser el símbolo medieval para la llamada de Dios. Será el símbolo de los predicadores del evangelio. Las campanas de las iglesias llaman y arengan a los devotos, ahuyentan a los malos espíritus y calman las tormentas.[16]
Continuando tenemos los pináculos que sirven para rematar la Iglesia y exaltar las esculturas de bulto redondo y de pie de: a la derecha San pablo y a la izquierda
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