Somos buenos o malos?

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Tal vez, la principal razón de la maldad en el mundo, sea el dinero y la codicia. Tener más que los demás, siempre ha sido muy importante y por dinero, se cometen crímenes terribles. Pero, es más importante tener una conciencia limpia que bolsillos llenos de odio y de rencor.

Así como los hombres tienen a hacer el mal, también tienen bondad, que se basa en la solidaridad y el amor, hay personas que simplemente eligiendo vivir su vida así, llena de paz y de tranquilidad, intentando hacer el bien.

Muchas personas, se alejan de Dios, porque creen que si este existe, no existiría el mal y empiezan a buscar por todos lados una respuesta, y es tan simple, todo depende del control de cada persona. Existe el libre albedrio, para que las personas puedan elegir. Los hombres no son malos por naturaleza, sino por elección.

El bien y el mal, tienen que estar en equilibrio, un símbolo, que explica esto es el yin y el yang. Debe existir el mal, para que la balanza este equilibrada. La maldad no fue creada, para castigar a los hombres, sino para darles la oportunidad de elegir.

Existe una polaridad en el universo: blanco y negro; Ancho y largo; Luz y oscuridad. Y el hecho de tener esa polaridad significa que siempre debe haber el lado opuesto. Cuando la noche es más oscura, comienza el amanecer. Por lo que se dice que esto esta determinado no solo en el bien y en el mal, sino en todas las cosas de nuestro universo.

El individualismo, complementa al libre albedrío, ya que cada persona es responsable de sus actos y las decisiones que tome a diario. Así que, lo mejor es pensar en la maldad y en la bondad como un regalo, donde somos completamente libres, de escoger la que nos plazca.

En conclusión, los hombres eligen su propio destino, todo esta en el control que tenga cada persona para tomar las decisiones. El libre albedrio, es un regalo que nos da libertad, y no un castigo. El mal, se basa en las personas, una persona tiene un lado bueno y un lado malo, es decisión de cada uno escoger el que queremos

Bibliografía:

- Coelho, P. (2001). El demonio y la señorita Prym. Barcelona, España