¿BARRISMO O VANDALISMO?

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a casas, etc. Encontrando asi siempre las carreteras colombianas puntos de encuentros para desatar los actos violentos entre dichas barras.

Sobre la historia de estos grupos y su relación con la violencia en Colombia, un artículo llamado “Barras bravas: ¿Pasión o Adicción?”, publicado en la cadena de Radio Súper (7 de junio de 2011) da cuenta de lo siguiente: “En Colombia, han existido diversos sucesos de violencia dentro de los estadios, uno de los primeros evidenciados fue en 1989 donde fue suspendido el torneo de fútbol Colombiano a raíz del asesinato de un árbitro. Pero esta problemática se agudizó en la última década, y desde entonces nadie ha sido ajeno: jugadores, árbitros, dirigentes, periodistas y aficionados. Esta problemática produce muertos, heridos graves, jóvenes inválidos y familias destrozadas”.

Dados todos estos hechos se puede plantear una serie de interrogantes, se lleva a preguntar si ¿es o será este tipo de barrismo un estilo de vida definitivo? , ¿Quién o quiénes son los directamente responsables de este fenómeno?, ¿se han aplicado medidas de seguridad y regulación por parte de la policía y el gobierno?

Estas son una serie de preguntas que se lleva a meditar sobre lo que pasa en la sociedad actual, como se está dejando poco a poco que esta situación se convierta en algo común o normal, tanto que cada que hay un partido o los tales llamados “clásicos” la ciudad automáticamente se prepara para afrontar éste hecho y saber que no se debe de andar por las calles cercanas al evento, que la presencia masiva de policías es indispensable para medio regular los hechos que se presentan, se dice regular, ya que la presencia de la autoridad no es respetada por los barristas, y no impide la realización de actos vandálicos y violentos en presencia de la autoridad.

Los extremos alcanzados por los barristas cada vez son más, una cosa son las riñas y los pleitos, pero llegar al punto de no respetar la autoridad, de robar y de tomar como un estilo de vida el barrismo, son factores alarmantes, porque si esto se presenta ahora, ¿qué se puede esperar más adelante? ¿Qué puede ser peor?

Para finalizar, se puede decir que las llamadas barras bravas, son el problema por el cual no se pueda disfrutar del fútbol en paz, es ahí donde todos deben tomar conciencia que la finalidad de este deporte es unir gente, que la violencia, consumo de drogas y licor no deja nada bueno, todos tienen derecho a ver el fútbol con comodidad, esta es la generación del cambio positivo para el país, para el deporte como tal, los estadios deben de ser un espacio familiar no se debe de convertir en un rin de boxeo ni mucho menos en un lugar para el consumo de droga, hay que vivir el sentimiento de la camiseta con mucho amor, seguir apoyando con los canticos, hacer sentir los “huevos” que tiene la hinchada pero sin violencia. Es inminente la necesidad de construir estrategias que permitan generar mayores niveles de tolerancia entre los espectadores de fútbol, independiente que sean barristas o no y, por supuesto, es necesario generar espacios de diálogo, control y participación activa que permitan mantener la función de los campeonatos como escenarios de diversión e integración familiar y social. Es evidente que los mismos barristas reconocen el entorno del escenario deportivo como un encuentro donde se generan actos violentos, en el que la discordia hace parte de la aceptación en las barras, con el objetivo de ganar poder y prestigio frente a otros grupos. Por tanto, se deben direccionar los mecanismos de control a desestimular estos comportamientos, pues acompañar al equipo de fútbol no implica el atacar al contrario.

Todo inicia en la casa, la tolerancia se debe también de promover desde aquí, saber que el fútbol es un escenario de diversión y no de violencia, se tiene que enseñar que no importa el color de la camiseta todos son personas las cuales tiene los mismo derechos a ver el deporte con tranquilidad. Si el fútbol es el deporte por excelente que mueve más masas, este se debe de ver como el espacio para unir y no desintegrar amistades. Gracias al fútbol se han vivido muchas alegrías y tristezas, pero por estas últimas no se debe de estar agrediendo a las personas las cuales no tienen la culpa. Es importante saber reconocer que con violencia nada se soluciona.

Bibliografía

BIBLIOGRAPHY Dunning, M. W. (1996). La violencia en los espectadores de fútbol. Hacia una explicación sociológica. México : Fondo de Cultura Económica.

López C, N. Y. (2012). Membresía a barras bravas y su influencia en el uso de drogas. Perú: Med Exp Salud pública.

Revilla, A. (2004). Rituales de agresión en subculturas juveniles y urbanas: “Hooligans”, “Hinchas” . Cuadernos de realidades sociales.