Educación y sociología – Bonal

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Esta escuela nacional aparece bajo determinadas condiciones sociales:

- Definición de un estatuto de infancia.

Se comienzan a configurar los estados modernos, lo que traerá consigo técnicas para la conservación del poder. La lucha contra herejes y el mantenimiento de las ortodoxias exige remodelaciones en los campos religiosos. Se desarrollan prácticas educativas que afectan la reforma del clero a través de normas que intentan regular la vida y costumbres. Europa se convierte en tierra de misión de dos bloques religiosos: católicos y protestantes. El fanatismo religioso será clave en la modernidad.

Los niños se convierten en blanco para estos, los jóvenes de hoy son los futuros católicos o protestantes de mañana, su debilidad biológica y su proceso de socialización los hace aptos para la inculcación y moralización.

Los reformadores católicos utilizan todos los medios para ocupar cargos al lado de los monarcas, pretenderán ser preceptores y maestros de príncipes. Pretenderán educar a los delfines de las clases distinguidas en colegios e instituciones especiales para ellos.

Los hijos de los pobres también serán objetivos, a través de las instituciones caritativas y benéficas en donde serán recogidos y adoctrinados, dichas instituciones formaran jóvenes menores a 12 años, hijos legítimos y preferentemente pobres, para convertirlos en modélicos pastores.

Se configura un privilegio llamado INFANCIA.

La educación será clave para neutralizar una sociedad de clases, existen diferentes naturalezas con programas educativos diferenciados. Se instituirán diferentes infancias, desde la “angelical y nobilísima” del príncipe, pasando por la de “calidad” de las clases distinguidas hasta la “ruda” de las clases populares. Los eclesiásticos se interesan por las 2 primeras, ven en ellas la conservación de la fe y sus privilegios.

Será necesario un largo proceso para que esta etapa sea subdividida en estadios precisos dotados de características específicas. Se resaltan tres características decisivas en la constitución de la infancia: la acción educativa institucional (colegios, hospicios, albergues), la acción educativa de la nueva familia cristiana, la acción educativa difusa vinculada a las prácticas de recristianización.

En los colegios jesuitas se separaban por edades marcadas sobre todo por el nivel de conocimiento del latín. A medida que se gradúa la enseñanza, se separan más lo mayores de los pequeños, principalmente por razones morales y disciplina.

A estos cuidados y vigilancia se le sumara progresivamente la acción familiar, tratados dirigidos a la institución de la familia, dirigido a los que sabían leerlos, señalan el rol que el marido y la mujer desempeñaran al respecto: gobierno y administración de la hacienda, relaciones entre esposos, nutrición y cuidado de los hijos, a cambio de la custodia y supervisión permanente ofrecen, el amor, la obediencia y el respeto de sus hijos. A la madre además se le ofrece el poder de gobernar la casa, seleccionar servidumbre, nutrir y educara los niños y cuidar de su esposo. Se construye una verdadera madre a imagen de la virgen maría.

Los niños de las clases pudientes se someten a dos tutelas: la familia y el colegio. Para los pobre solo una alcanza, la de las instituciones de caridad. Y para los de estado medio, los internados asumen la función familiar. Sufren un aislamiento más duro ya que solo ven a su familia esporádicamente.

En esta educación se les inculca: dirección espiritual, imposición de un lenguaje puro y casto, prohibición de cantares y juegos deshonestos, etc.

Además se da una multiplicación de temas relacionados con niños: el niño Jesús, ángel de la guarda, los niños santos, la primera comunión. Así se llega al siglo XVIII con una infancia inocente.

- emergencia de un espacio destinado a la educación.

Es necesario que exista un espacio de encierro, de aislamiento, que separe las generaciones jóvenes del mundo y sus placeres, de la carne y tiranía, del demonio y engaño.

Esto es creado por moralistas, como esperanza de la iglesia de tener buenos cristianos y súbditos para la autoridad real.

Este lugar no es para nada homogéneo, esta determinado por la posición social. Existe una diferencia entre el niño sometido simplemente al encierro moral al secuestro de niños y niñas pobres. La máxima represión y mínimo saber corresponden evidentemente a los pobres. En el siglo XVII comienza la separación por sexos y edades, los de temprana edad serán distribuidos entre gente rica que los crie y los ponga luego en oficios o utilice con sirvientes. Si de esta forma no se cubre, se albergaran en hospicios hasta los 7 u 8 años, donde se los pasara a casas de doctrinas. Los de mayor edad la justicia se encargara de ponerlos con amos o aprender oficios, algunas niñas se acomodaran en monasterios y presten servicios a ansíanos y desvalidos. A los niños entre 10 y 14 años con buena salud y fuerza se los destinara a la marina, armería, fábricas y a los más hábiles se les enseñara latín, matemáticas para dedicarse a la edificación y artillería.

- Formación de un cuerpo de especialistas.

Las órdenes religiosas dedicadas a la educación se preocuparan de proporcionar a los religiosos una formación especial. Será en los colegios en donde se ensayen formas de transmisión de conocimientos y modelamiento de comportamientos.

El castigo físico será remplazado por una vigilancia amorosa, con una seria programación de contenidos y métodos de enseñanza, manteniendo en el alumno límites correctos que estimulen el estudio y se conviertan en caballeros católicos perfectos.

No basta con ejercer una influencia general sobre los alumnos, es necesario graduarla según la edad, inteligencia y condición. Se da una ruptura del maestro medieval que transmitía determinados saberes, el nuevo maestro será “modelo de virtud”. Este nuevo maestro además de poseer conocimientos tiene las claves para la correcta interpretación de la infancia, así como el programa a seguir dependiendo de condición y edad. Todos estos saberes son extraídos de trato directo y continuo con los niños.

Esta formación de maestros es controlada por el estado y dada en instituciones especiales, las escuelas normales, el principal objetivo es desempeñar funciones acorde con la nueva sociedad industrializada.

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