El latigazo de tu diversión

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O basta con ver la fotografía de la categoría naturaleza en el World Press Photo 2015 del fotógrafo chino Yongzhi Chu en donde se observa como un chimpancé está amarrado a un triciclo y ve a su entrenador con horror, este porta un látigo en su mano.

Si estas razones no fueran suficientes existe un peligro inminente tanto para los empleados del circo como para los asistentes ya que los animales salvajes tienen instintos que en cualquier momento sobrepasan sus límites causando tragedias que innumerablemente han pasado en circos con poca seguridad. Tras estos accidentes mortales ambas partes son afectadas porque individuos pierden la vida y el animal que siguió sus instintos es sacrificado aún cuando se trata de especies en peligro de extinción como el Tigre de Bengala. [pic 1]

Una consecuencia que bien podría evitarse si no se utilizaran animales pues atacan porque se sienten amenazados en un ambiente desconocido. Casos hay muchos, por poner un ejemplo en el 2009 el Circo Quirós en entrevista para www.Hoy.com dijeron que tuvieron que deshacerse de un elefante “porque se le cruzaron los cables. Eran 5.000 kilos sin control” y que alguna vez han tenido “algún mordisquito de un león”

Ante el escenario antes planteado se han implementado iniciativas para terminar con el maltrato que sufren los animales y prohibirlos en actos circenses, como la propuesta del Partido Verde Ecologista de México que fue aprobada en el 2014 y publicada en el Gaceta Oficial del D.F, promulgada por la Cámara de Diputados con 274 votos a favor, 66 en contra y 40 abstenciones, modificando, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y la Ley General de Vida Silvestre.

Y aunque la iniciativa entró en vigor y es una medida aceptable para comenzar tomar cartas en el asunto, aún falta un largo camino pues el destino de los animales está en la cuerda floja, por el momento serán repartidos en 108 zoológicos y en los 6 centros de Conservación e Investigación de la Vida Silvestre que opera la SEMARNAR.

Son 199 circos registrados y cuentan con 1,046 animales, declaró Guillermo Haro Bélchez, titular de la PROFEPA, por lo que el espacio destinado resulta insuficiente y eso sin contar los circos ambulantes que tienen animales “bajo el agua”. Es por eso que se deben abrir nuevos centros para la rehabilitación de las especies y después sean puestas en libertad con los cuidados necesarios para la conservación de la especie.

Si bien los espectáculos circenses son una tradición que se remonta desde los romanos, es inaceptable que en la actualidad los animales sigan siendo tratados como objetos de manipulación para obtener ganancias. Su sentencia está en tus manos, pongámonos en sus zapatos y veamos el escenario desde ahí, pues a nadie le gustaría estar lejos de casa, separado de tu habitad, encarcelado, golpeado y utilizado como arlequín para que terceros disfruten de tus ganancias.

Tú voz es su voz, cada uno de nosotros podemos poner de nuestra parte para evitar esto, no asistiendo a eventos que tengan animales como entretenimiento o diversión.