La Masturbación.
Enviado por Eric • 16 de Diciembre de 2017 • 1.626 Palabras (7 Páginas) • 293 Visitas
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Una relación seria, los hombres utilizan a las mujeres para satisfacer sus deseos, pero después las rechazan por no ser “puras”. Con base en estos argumentos se niega a las mujeres otras posibilidades de vida, se les impide que disfruten su cuerpo como y con quien ellas quieran, porque deben guardarse para un sólo hombre. Es interesante constatar que las mujeres tienen conciencia de la influencia ejercida sobre el tema por la religión y la educación que reciben en sus casas.
Las mujeres vírgenes son más valoradas porque se cree también que su virginidad es un comprobante de que en la vida matrimonial van a ser mujeres fieles La mujer que decide por sí misma, que se atreve a no llegar virgen al matrimonio, se arriesga a ser considerada como una mujer perdida, “perra”, “zorra”, “es una cualquiera”, “es una fácil”, “entregada”, “regalada”, “promiscua”, “ofrecida”, “golfa”, “ramera”, ”puta”, “prosta”, “próstata”, “prostituta”, son algunas de las palabras que los hombres utilizaron cuando se les preguntó qué pensaban de una mujer que tiene una vida sexual activa.
El mandato de la virginidad no sólo incluye lo relativo a las relaciones sexuales; abarca todo tipo de prácticas, entre las que se incluyen los llamados “juegos sexuales” o las prácticas sexuales que no incluyen penetración. Aquí se observó, de nuevo, cómo para las mujeres el deseo y el placer es siempre negado.
El cuerpo de la mujer es visto entonces como fuente de tentaciones. Como fuente de tentaciones, ellos se expresan “El hombre llega hasta donde la mujer lo permite”. Esta frase resume todo lo que se ha dicho sobre la obligación de las mujeres de ser las encargadas de velar por la sexualidad. Cuando las mujeres deciden romper este mandato incumplen la función que les ha sido asignado, son las culpables de las consecuencias no deseadas de la sexualidad, son mal vistas, son consideradas como mujeres de reputación dudosa.
La virginidad, aunque preciada, ya no tiene el mismo valor. Las mujeres hoy pueden tener una vida sexual fuera del matrimonio sin que sus consecuencias sean necesariamente embarazos, en la actualidad hay más libertad para decidir tener relaciones sexuales antes del matrimonio, estos significados hacen que la culpa sea, en muchos casos, la compañera de las mujeres que deciden tener relaciones sexuales antes del matrimonio.
El amor y la sexualidad.
En los primeros años de vida, los vínculos afectivos se construyen alrededor de los padres. Pero en la adolescencia las relaciones con ellos se tornan conflictivas, Es también en esta etapa cuando se inician los acercamientos con personas del otro sexo, cuando empiezan a expresar y a materializar lo que han aprendido sobre la sexualidad. Pero el significado y el valor que se atribuye a esta palabra son diferentes para los hombres y las mujeres. Para las mujeres el amor es un imperativo, para los hombres es opcional. En las mujeres el amor se asocia a la posibilidad y al deseo de tener relaciones sexuales, a la búsqueda de relaciones afectivas más duraderas como el matrimonio. En cambio los hombres no vinculan el deseo al amor, esto tiene que ver con lo que las mujeres aprenden durante la niñez, Las madres se encargan de transmitir a sus hijas sus propias fantasías sobre el amor: un amor que es uno sólo y para toda la vida, fantasías de nuestras madres y de nuestro disfrute de casi cualquiera de las narrativas de cine o ficción popular, donde nos vemos reflejadas como la heroína femenina que espera. Una de las razones que dan las mujeres jóvenes para permitir que sus parejas masculinas dicten la naturaleza de sus prácticas sexuales es que definen la sexualidad en términos de amor y romance. No hay grandes diferencias entre los hombres y las mujeres con respecto a este tema; ambos por igual reconocen la importancia del amor: “el sexo sin amor es sólo sexo”; “el sexo sin amor es sólo placer” el valor que tanto hombres como mujeres le dan al amor permite que las mujeres que “se entregan por amor”.
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