ÍNDICE DE DESMERCANTILIZACIÓN

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Así mismo, la incapacidad comprende entre un 2,3% y un 3,3%, siendo muy relevante el fuerte gasto en Suecia, 4,3%, el segundo mayor en el conjunto de países analizados. Si atendemos a las características de los países del modelo liberal, es propio que los servicios básicos sean gestionados por empresas privadas y no públicas, por lo que el gasto es destinado a personas en situación muy marginal. La poca intervención del Estado está acorde con todos los porcentajes exceptuando el gasto en incapacidad de Suecia, que podría deberse a una implicación mayor del Estado en este sector de la población.

En el segundo grupo encontramos Dinamarca, Polonia y Alemania, con gastos en pensiones elevados en Polonia y Alemania (10,8% y 10,6% respectivamente), y algo más bajo en Dinamarca, 6,2%; que es incluso superado por algunos países del primer grupo “liberal”. Dinamarca a su vez realiza un considerable gasto en desempleo, 2,2%, del mismo modo que dedica el porcentaje más alto de los países de la Unión Europea a la incapacidad, siendo un total de 4,7%. Este último resultado es muy llamativo puesto que resalta con el bajo gasto en pensiones, siguiendo una tendencia contraria al resto de países que dedican el fuerte volumen del gasto social en las pensiones y no en las prestaciones por incapacidad. Los valores de Polonia y Alemania son muy similares, relevando un carácter retributivo respecto a la protección del trabajador casi idéntico.

No están muy claras las comparaciones de los países de este grupo con el modelo corporativo o bismarckiano, asentado sobre la seguridad social y las prestaciones sociales por desempleo, pero reflejan un punto intermedio entre el modelo liberal y el socialdemócrata.

Por último, atendiendo al tercer grupo, vemos que se compone en una gran mayoría de países mediterráneos, junto a Francia, Bélgica, Austria y Finlandia. Los gastos en pensiones se sitúan entre los elevados resultados de Italia y Grecia, 15,8% y 13,8% respectivamente, y los porcentajes medios de España, Bélgica y Finlandia, en torno al 10,3%. Los gastos en desempleo son muy dispares, comprendiendo a los dos países que más porcentaje dedican a esta situación, Bélgica y España – dedican más del doble de la media europea- y el resto de países que se sitúan de media entre el 1% y el 2%. Vemos un elevado nivel de protección social, mantenido por fuertes impuestos. Estos países se ajustan a un modelo socialdemócrata o universalista que se basa en el principio de justicia redistributiva. Dichos valores no siguen esta línea en el plano de la incapacidad, pues estos países muestran los porcentajes más bajos, a excepción de Finlandia.

Como observamos, el gasto en pensiones es muy relevante para el resultado final del índice. Al ser el ámbito en el que la mayoría de países dedican más porcentaje del PIB, eleva o disminuye la media final. Este fenómeno puede encontrar su explicación en las pirámides poblacionales europeas, con un techo muy amplio por el gran volumen de personas de tercera edad que reciben en la actualidad su retribución por años de trabajo en el estado de bienestar. Por otro lado, parece que a mayor porcentaje en pensiones menos porcentaje se destina a la incapacidad laboral, pues los países liberales muestran más gasto en esta dimensión que los países social demócratas. Dentro de este análisis, el país más proporcionado es Finlandia, mostrando valores medio-elevados en todas las categorías.

Sería necesario un estudio más profundo de las legislaciones nacionales para poder dar una interpretación fiable de los datos, sin embargo los países siguen adaptándose de alguna forma a los modelos de Esping-Andersen, manteniendo las características del Estado de Bienestar.

Bibliografía

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OECD (2016), Public unemployment spending (indicator). doi: 10.1787/55557fd4-en (Accessed on 24 February 2016)

Esping-Andersen, G. (1990). Los tres mundos del Estado de Bienestar. Edicions Alfons El Magnanim. Valencia.