Wena prros
Enviado por Mikki • 28 de Septiembre de 2018 • 2.714 Palabras (11 Páginas) • 308 Visitas
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-Disculpe, puedo ayudarl…- saltó sobre mi sin previo aviso haciendo sonidos irritantes y con la boca completamente cubierta de sangre, y escupiéndome todo ello encima, con todas mis fuerzas intenté sacarlo pero no podía, iba a morir, es increíble que las buenas personas mueran primero que las malas.
Me era imposible zafarme de su agarre, movía los dientes en forma de mordiscos como si estuviera muerto de hambre, y creo que eso era, tenía hambre pero no de una comida normal, quería comerme a mí. Intentaba buscar alguna salida, cualquiera serviría con el hecho de que terminara vivo, vamos Castiel piensa ¿Qué puedes hacer? En el piso no había nada que me pudiera ayudar, uno de los extintores estaba demasiado lejos como para poder alcanzarlo ahora, entonces me llego un brillo a los ojos como un rayo de sol en las mañanas, dirigí mi mirada para ver de dónde provenía y pude ver desde uno de los bolsillos de la bestia que estaba por comerme mi salvación, un cuchillo carnicero. Tenía que ser rápido o moriría, y tenía que ser ahora porque mi fuerza ya se estaba agotando de tanto resistir.
Con la fuerza que me quedaba empuje al caníbal deseoso de sangre y tome su cuchillo, en un movimiento ágil me tire sobre él y empecé a enterrarle el cuchillo una y otra vez hasta que no se moviera. Al ver que ya no tenía ningún signo de vida me paré y caminé de un lado a otro por varios minutos ¿Qué había sucedido? ¿Maté a un hombre? ¿Soy asesino? Sólo fue en defensa propia, era él o yo, y en este momento no tengo deseos de morir.
¿Y si es por eso que ya no hay nadie por las calles? ¿Y si a mi padre se lo comió uno de ellos? ¿Mi madre sería una de esas cosas? ¿Estoy en peligro y nunca me di cuenta? Obviamente el tiempo para pensar (como de costumbre) se agotó al escuchar gruñidos desde la parte de delante de la cafetería, creo que sus amigos ya habían llegado por el mismo premio: yo
-Mierda- musité con rabia y temor de no saber qué hacer, tomé el extintor y salí corriendo por la puerta trasera, tenía que correr por más cansado y confundido que estuviera. Si aparecieron ellos, quizás en las calles estaría el resto de ellos ¿Por qué decidieron salir ahora y no antes? Miré atrás y por suerte no había nada, doble la esquina y entré a un edificio cualquiera, comencé a subir las escaleras hasta algún piso, no tenía tiempo para contar, sólo sé que llegaría al último y entraría en alguna habitación.
Abrí la puerta y caminé despacio, no quería llamar la atención. Tome la manilla de una puerta y entré, no había nadie como era de esperarse y me dejé caer en la cama. Me detuve a mirar el paisaje como esta mañana, todo tan tranquilo, cubierto de nieve y sin nadie por las calles, ni autos, ni autobuses, pareciera que estaba completamente solo pero claramente no era así, en el edificio deben de haber millones de esas cosas y yo aquí, acostado como la carnada perfecta. Revise el piso en el que me encontraba, no había ningún solo sonido, solo mi respiración junto con mis pasos acelerados, creo que por ahora todo estaba despejado. Al caminar de regreso un peso cayó sobre mi espalda y deduje que era una de esas cosas que había intentado devorarme anteriormente y automáticamente me gire para darle un puñetazo y poder escapar.
-¡¿Que mierda te pasa?!- dijo Andy mientras se sobaba la nariz completamente roja y con una gota de sangre cayendo de ella
-¿Andy?- dije totalmente sorprendido- ¿Qué haces aquí? Creí que nunca más te volvería a ver- dije completamente lleno de alegría y dándole un gran abrazo sabiendo que ya no estaba solo
-Bueno- dijo mientras se sobaba la nariz- venía desde el campo por esas pequeñas vacaciones que me había tomado, al llegar a casa todo estaba desordenado y lleno de sangre por todos lados así que me dispuse a buscar a mis padres y hermano-me miró con tristeza en sus ojos- entré a la cocina y habían dos criaturas comiéndose a mi hermano, eran mis padres. Grité a todo pulmón agarre un cuchillo y los ataqué, casi no salgo vivo de ahí, cuando ya los había matado mi hermano ya no era más que una de esas mismas cosas y sin tener el valor de matarlo, me fui con mi mochila, corrí hasta llegar aquí, he pasado más o menos unas tres semanas en uno de estos departamentos- dijo mientras las lágrimas que brotaban de sus ojos de deslizaban por sus mejillas y caían en sus manos tomadas la una de la otra.
-Lo siento hermano, no tenía idea- dije tratando de suavizar la situación- espera ¿Dijiste que has pasado aquí tres semanas?- asintió- ¿Tú solo?- asintió de nuevo.
Debe ser horrible ver como toda tu familia se transforma en una de esas basuras que solo piensan en comer, mi madre en una de ellas y mi padre espero que se haya salvado, no me gustaría encontrarme en la situación de tener que matarlos, no tengo tanto valor como para matar a alguien que me crio desde que era un renacuajo.
Fuimos a la habitación en la que Andy se había quedado las últimas tres semanas y nos sentamos en la cama matrimonial que había. Nos quedamos mirando el gran ventanal que se encontraba al frente de nosotros, probablemente estaríamos pensando lo mismo, que ya no teníamos familia, hogar, comida, sólo la compañía de ese momento el uno con el otro, éramos solo Andy y yo, juntos ante cualquier otro destino que dios nos tenía preparado.
Sin comida y sin agua tendríamos que salir de nuevo, pero esta vez más preparados, con cosas para defenderme y mentalizarme en que el peligro está en cualquier parte ¿Cómo podríamos dormir sabiendo que podemos morir en cualquier momento? Creo que tendremos que acostumbrarnos o si no, no saldremos de esta.
-¿Tienes algo para comer?- pregunté con cierto tono de que por favor la tuviera
-No, ya comí todo- dijo haciéndome una mueca- sólo me quedan dos botellas de agua- dicho eso las sacó de su mochila y me extendió una. La tomé y la abrí, espere a que él hiciera lo mismo, probablemente no podamos tomar otro sorbo de agua tan tranquilamente ningún otro día.
-¿Por el inicio de algo nuevo?- dijo intentando ser optimista y haciendo una leve sonrisa
-Por el inicio de algo nuevo- dije y chocamos las botellas, estaba completamente helada, pero no me importaba en absoluto, lo que importaba era como íbamos a continuar de aquí en adelante, creo que tengo una navaja en algún bolsillo y debo suponer que en su mochila debe llevar algún palo o algo para defenderse, sin protección no hubiera sobrevivido ni un solo día, a lo mejor tiene…
-¡CASTIEL!- escuché antes de sentir algo
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