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TEMA REDES LAN

Enviado por   •  5 de Septiembre de 2018  •  10.648 Palabras (43 Páginas)  •  472 Visitas

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Ilustración 2 Central de conmutación.

De aquí provienen términos hoy tan comunes como abonado (el usuario que se abona a una central), bucle de abonado (el cable que une al abonado con la central) o central de conmutación. Los primeros sistemas de conmutación no eran dispositivos muy sofisticados: eran personas, por lo general mujeres. Cuando alguien quería realizar una llamada, descolgaba y pedía a la operadora que le conectara con quien deseaba hablar. Una vez finalizada la comunicación, la operadora desconectaba los cables y, así, las líneas quedaban preparadas para recibir otras llamadas. Las operadoras humanas fueron sustituidas progresivamente por ingenios electromecánicos: las centralitas. En los teléfonos se incorporó un disco con números para “marcar” el número del destinatario de la llamada. La centralita descodificaba este número para saber entre qué dos cables era preciso establecer la comunicación. Este servicio de conmutación empezó en el ámbito local: un pueblo, un barrio, una ciudad. El paso siguiente consistió en ofrecer conexiones a larga distancia, conectando centrales locales entre sí directamente, o por medio de centrales de tráfico.

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Ilustración 3 Comunicación entre dos centrales de conmutación

Entre las dos centrales locales se establece un enlace con diferentes cables independientes, de manera que los abonados de una de estas últimas pueden, además de conectarse entre sí, conectar con los abonados de la otra: se elige un cable de los que forman el enlace, se conecta con el abonado local y se pide a la otra central que conecte el enlace con el abonado destino si no está ocupado con otra llamada.

La conexión entre las dos centrales comporta un primer escollo importante: es preciso decidir con cuántas líneas diferentes se llevará a cabo. Supongamos que la central A de la figura anterior proporciona servicio a cien abonados y la B, a doscientos cincuenta. Parece que, si se pretende dar el mejor servicio posible, se necesitan cien líneas para que todos los abonados de la central A puedan hablar de manera simultánea con otros de la central B. No obstante, la probabilidad de que todos los abonados de una central realicen una llamada en el mismo momento es muy baja, puesto que las llamadas telefónicas son, en general, cortas y esporádicas. Por tanto, es completamente innecesario que la conexión entre las dos centrales incluya todas las llamadas posibles: esta situación no se dará nunca y tiene un coste exagerado. Unos modelos matemáticos bastante complejos permiten calcular el número concreto de enlaces que se precisan a partir de la estadística de las llamadas que sirven las centrales (la frecuencia de aparición y su duración). Supongamos que en el ejemplo anterior estos modelos nos dan veinticinco enlaces. Si en un momento dado hay veinticinco llamadas en curso entre A y B y llega otra llamada, no tendrá ningún camino disponible y, por consiguiente, no se podrá establecer. Esta situación se denomina bloqueo: el abonado a quien se quiere llamar no está ocupado; sin embargo, no se puede encontrar un camino libre por la red para establecer la comunicación. De esta situación se desprenden dos ideas fundamentales en relación con la red telefónica: • La conmutación de circuitos requiere pasar por tres fases para cada comunicación: – Establecimiento de llamada. Cuando se solicita iniciar una conversación, es preciso averiguar si el destinatario está disponible y, en caso afirmativo, debe buscarse un camino libre en la red, que incluya conmutadores dentro de las centrales y enlaces entre las mismas. – Comunicación. Una vez establecido el circuito, los interlocutores se intercambian información. – Liberación de recursos. Acabada la comunicación, se liberan los recursos utilizados (enlaces entre centrales y conmutadores dentro de las centrales). • El hecho de que los recursos estén ocupados en exclusiva mientras dura la comunicación hace que las compañías que ofrecen el servicio cobren según la duración de la llamada: cuanto más tiempo están los recursos ocupados más se paga. De este modo, el usuario se apresura en acabar la comunicación y dejar los enlaces libres, de manera que disminuye la probabilidad de bloqueo.

La red telefónica constituye una red de conmutación de circuitos. Para llevar a cabo una comunicación es preciso establecer un circuito entre los dos extremos por medio de la red. Mientras dura la comunicación, se ocupan unos recursos en exclusiva, aunque no haya intercambio de información. Las compañías cobran el uso de los recursos por tiempo de ocupación

Pronto el sistema telefónico pasó a ser una cuestión nacional. Los estados desarrollaban sus redes según sus criterios y gustos. Se creó un organismo, el CCITT (Comité Consultivo Internacional de Telegrafía y Telefonía, Comité Consultatif International Télégraphique et Téléphonique), para armonizar los sistemas nacionales y permitir, con centrales de tráfico internacionales, las comunicaciones entre países. El CCITT o ITU-T El CCITT es un organismo internacional patrocinado por las operadoras de telefonía, dedicado a tareas de normalización en el ámbito de las telecomunicaciones. El 1 de marzo de 1993 pasó a llamarse ITU-T (International Telecommunication Union Standardisation Sector).

Hemos comentado que entre las centrales existe una serie de líneas que permiten la conexión entre abonados de diferentes centrales. Al principio era realmente así: si se decidía que entre dos centrales era preciso disponer de cincuenta enlaces, se instalaban cincuenta cables entre una y otra. Sin embargo, con el progresivo aumento de enlaces necesarios, este sistema pronto fue totalmente inviable y fue preciso recurrir a una técnica ya conocida en radiodifusión: la multiplexación1. La técnica de multiplexación que se aplicó a la telefonía fue la multiplexación en frecuencia: se modulan los diferentes canales de entrada a distintas frecuencias portadoras, de manera que puedan viajar por el mismo medio sin interferirse. Se aplican filtros a la recepción que permiten separar los distintos canales multiplexados.

- Multiplexar significa hacer pasar diferentes comunicaciones independientes por el mismo medio de transmisión.

gan todos los canales emitidos; con el dial y el selector de canales, respectivamente, seleccionamos el canal (la gama de frecuencias) correspondiente a la emisora que queremos recibir. Es decir, el dial o el selector de canales de la televisión constituyen los filtros que separan, en recepción, los diferentes canales

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